XIX

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En lo más profundo de mi mente...


Era una época de invierno el frío era atroz, el viento parecía estar sumamente feroz pues las ráfagas de viento arremetían contra los árboles. No era el clima más bello, pero Brian disfrutaba mucho estas temporadas para él eran increíbles tanto que le provocaban una incontrolable paz. Mirar a través de las oscuras ventanas de un lujoso auto siempre cuando pasaban por esas calles para él era una gran travesía, muchos niños jugaban en los campos abiertos descalzos sin preocupación alguna por el clima, sus mascotas se colaban en el juego e iban y venían en medio de correteos.

"¿Cómo se sentirá vivir aquí? ¿Será igual como vivir en la ciudad?"

-Joven May ya llegamos, este es el lugar.

-Muchas gracias- agardeció, Brian bajó del auto luego que el conductor le abriera la puerta.

-¿Por qué quiso venir tan lejos, señor? Por favor se lo ruego que no le diga nada a su madre sobre esto, este trabajo me mantiene lo suficiente para alimentar a mi familia.

-Yo me responsabilizaré de ello, no se preocupe.

-Pero usted es un niño  ¿Cuáles son sus intenciones para llegar hasta aquí? mañana tendrá que realizar un viaje temprano en la mañana y si no llegamos a tiempo estaré en problemas.

Brian hizo oídos sordos procedió a sentarse en el arenal dónde iban en crecimiento mala hierba y unas cuantas pequeñas plantas con florecillas violetas, no le importó que sus manos se ensuciaran y tomó un puñado de tierra mojada entre ellas, nunca había visto sus manos tan sucias como en ese momento, tan suave y satisfactorio al mismo tiempo.

-Creo que después del viaje de mañana que tendré, no retornaré por un buen tiempo. Nunca he visto un lugar así, tan bello- dijo mirando hacia el horizonte que parecía que el campo de trigo que estaba frente a él no terminaría.- Mi madre sabe como castigarme de verdad ¿no cree?

-Su madre suele ser dura, pero es porque lo ama y por ese motivo quiere lo mejor para usted joven.

-¿Enviándome a un internado de alfas a otro país?¿Lejos de ella?¿Esa es la forma en demostrarme su amor?

El conductor no respondió era cierto que aun siendo pequeño era muy difícil que realizara un viaje tan pronto a otro país. Al trabajar muchos años en la poderosa familia May vio casi todo el transcurso del crecimiento del menor siempre escoltado por seguridad a todas partes,  las largas lecciones de clase en su dormitorio con profesores estrictos, realmente su madre casi nunca estaba presente para él, era como vivir en una enorme prisión sin salida alguna.

Su vida fue realmente dura desde que lo recuerda hasta el punto de no soportar estar encerrado y sentir por primera vez  libertad, las primeras y últimas horas que ahora podía sentirse así, después de tanto.

Se sacó los zapatos junto a sus calcetines remangándose los pantalones hasta las rodillas, se quitó el saco que traía puesto y los dejó caer al suelo importándole poco que sean de las más finísimas de telas.

-Volveré en poco tiempo, lo prometo.- dijo el menor sin esperar la respuesta del chofer. 

Solo se dispuso a correr cuesta arriba sintiendo el aire fresco golpearle la cara,  miró el cielo y una bandada de gaviotas formando un flecha volaban en su dirección, podía sentirse casi como uno de esos pájaros solo deseaba tener alas para volar lejos, muy lejos para no regresar, no quería volver, no quería sentirse nuevamente un objeto que era mostrado con orgullo en cada reunión importante diciendo que será un alfa poderoso que los llevará al éxito y no poder decir nada solo desmoronarse por dentro, escuchando su futuro ya hecho con horror.

Paradise [Maylor][Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora