XIX

106 9 1
                                    

-¡Vayan por ayuda!¡Por favor, alguien!- gritó Roger desesperado con pánico, Ori al escucharlo salió corriendo fuera de casa para buscar ayuda a quien sea. El rubio tenía al recién nacido en sus brazos que temblaban mucho, trataba de no hacerlo, pero era imposible al tener en sus manos a una luz que se apagaba de pronto. Iván sollozaba aferrándose al primer bebé para mantenerlo caliente.

-¡Yul despierta!- Jimmy trataba de reanimarlo mientras golpeaba las mejillas sonrojadas y sudorosas del menor.-¡No te duermas!¡Yul!¡Yuul!

-¿Qué le está pasando?- preguntó entre sollozos Iván- ¿Y si lo llevamos a un médico? Ellos salvaran al bebé

-¡Iván no digas tonterías ahora es casi la mitad de la noche!¡No tenemos dinero, no nos atenderán y peor al saber que la madre es un chico omega!

-Yul aún tiene pulso y respira, puede que se haya desmayado por el esfuerzo, pero el bebé, no sé que hacer con él...-dijo Roger tratando de calentar al niño lo más posible, sabía que a las personas cuando se ahogaban se le presionaba el pecho para que vuelvan en sí, pero era tan solo un diminuto cuerpo que temía romper. Con mucho miedo suavemente trató de dar pequeños golpes a su pecho. No sabía qué cosa hacía, pero quería intentarlo.

 -Vamos pequeño, has un esfuerzo. Tu mamá quiere conocerte,  haz que él se sienta feliz, te lo suplico.

Los minutos pasaban y cada vez sentían que perdían la esperanza de mantener al pequeño con vida. A Roger el llanto le agotó las fuerzas de hacerlo revivir, el pelinegro terminó de limpiar al menor que se había desmayado por el sobresfuerzo del parto en medio del llanto. No podían creer que todo acabaría así, todos esperaban ansiosos y felices por la llegada de los bebés. Su felicidad  nubló la realidad que se presentaría después, las posibles dificultades y lo que nunca pensarían de que pasaría, el fin de una vida.

-¿Mis bebés?¿Dónde están?- se escuchó un murmullo, Yul había despertado aún agotado abrió sus ojos y miró a los tres omegas con lagrimas en los ojos sin respuesta. No sabían que decir, Yul pudo visualizar al primero en los brazos de Iván que se removía inquieto y pudo entender que estaba bien, pero al voltear a ver al pequeño bulto que sostenía el rubio, su rostro estaba pálido y su expresión era muy triste.

-¿Qué ocurre?- preguntó confundido Yul asustado al ver la cara de todos. Inmediatamente, su instinto protector de omega percibió que algo andaba mal.

-¡Es una mentira!¡No es cierto!- gritó el menor al descifrar que su bebé luchaba por mantenerse con vida.

Se levantó como sea para llegar a él, sin embargo el dolor reciente en su parte baja se presentó y lo hizo caer al suelo.

-¡No te muevas, debes descansar! Te cargaré de vuelta a la cama- dijo Jimmy para luego tomarle en ambos brazos.

-¡No!¡No me importa lo que me pase!- escuchó gritar a Yul mientras forcejeaba entre golpes al pelinegro, nunca lo había visto así estaba desmoronándose de a poco. LLegó al bebé y le arrebató de Roger con brusquedad para apegarselo  en el pecho y sintiera su calor, pensando que era solo eso que le faltaba.

-Aún está un poco tibio, solo le falta sentirme.- dijo Yul evitando llorar.

-¡Yul basta no lo lograrás así!¡Si te desmayas será peor para tí!

-¡No lo dejaré ir sin intentar algo antes!- gritó en medio del llanto, estaba completamente desesperado. Quería escucharlo llorar, que lo mirara. Su cuerpo temblaba junto a pequeños espasmos de impotencia.

La vida que tenía de a poco se desmoronaba en sus brazos. Estaba tratando de vivir en ellos, pero no puede hacer nada.

-¡Quiero mirarte, quiero conocerte quiero ver que belleza es lo que pude crear y cuando yo muera pueda reconocer quien fue mi niño!¡Por favor! Lo siento, lo siento tanto bebé

Paradise [Maylor][Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora