c a p v e i n t i d ó s

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―¡Hey! ―la chica que no conocía se acercaba a mí, sorprendida y confundida al mismo tiempo. Yo salí de mis pensamientos y le comencé a prestar atención―¿Tú no eres una de las que estaba con Noah? ―preguntó curiosa.

―Sí, soy yo―sonreí de lado. Noté que el mapa que había descrito antes lo tenía doblado y tenía un gran bolso lleno de papeles y paquetes. ―¿Cómo te llamabas?

―Millie, mucho gusto―me dio la mano.

―____, lo mismo digo. ―le sonreí aceptándole el saludo.

―¿Vives aquí? Que casualidad―rió―yo vengo a suplantar a mi papá, él es el cartero. Y hay un paquete para... ―se fijó en el paquete con la envoltura de papel madera―Jack Brinley―levantó la vista.

―¿Lo tiene que firmar? ―pregunté. Ella asintió. Miren al pequeñín.

―¿Quieres pasar? Así despertamos a Jack―reí, ella mi imitó.

―Claro―asintió y ambas entramos a la casa.

―Siéntate en el sillón si quieres, voy a buscar a Jack―le sonreí y ella asintió, timida se sentó en uno de ellos dejando su bolso al lado de sus pies.
Subí por las escaleras y me dirigí al cuarto de Jack, toqué la puerta dos veces y nadie contestó. Entré lentamente y su cama estaba tendida y él ya no estaba.
Me dirigí al cuarto de Noah para ver si sabía donde estaba, o al menos para despertarlo porque seguro con todo lo que tomó anoche debe estar durmiendo.
Toqué la puerta pero tampoco contestaban, pegué mi oído a la puerta y escuche sus gritos y los de Jack. Entré y ambos estaban jugando a la Play Station, más específicamente... al FIFA 18.

―Jack, hay una chica esperándote abajo―les dije poniendo en pausa el juego, e interponiéndome entre el televisor y el par de hermanos.

―Uhhh... Jack tiene novia―cantó burlonamente Noah.

―¡No tengo novia!―exclamó―¿Quién es? ―me preguntó curioso a mi. Yo reí.

―No, es una chica de la edad de Noah... la cartera por así decirlo, tiene un paquete para ti―le guiñé los ojos.

―¡EL NUEVO MISCROSCOPIO! ―gritó saltando de la cama y corriendo hacia abajo.

―Okay... ―murmuré riendo.

―¿Es linda? ―preguntó Noah mientras iba saliendo de la habitación. Me di la vuelta y le reí para mis adentros.

―La conoces―entrecerré mis ojos.

―¿Quién es? ―preguntó sorprendido.

―Millie―susurré y él se colocó una camiseta (ya que estaba sin camisa) y salió corriendo al igual que su hermano menor. Yo lo seguí divertida y vimos al llegar a la planta baja como Jack estaba saltando sobre los sillones felices con un aparato llamada microscopio.

―Hola―sonrió ampliamente Noah.

Acá tenemos nueva pareja señores...

―Hola―saludó alegre Millie. Millie, que lindo nombre. Me gusta el nombre Millie, cuando tenga una hija la voy a llamar Millie. Hablando de hijas... ¿Sadie y Jaeden? Oh, por pensar en el nombre Millie me perdí de media conversación.

―Okay, debo seguir con el recorrido. Llamame―Millie le guiñó el ojo a Noah y él se mordió el labio inferior. La chica se fue y Jack comenzó a burlarse y hacer corazoncitos en el aire.

¡Oigan! ¡Yo quiero saber de que hablaron!

―Por cierto ____, tienes que ir a sacar la basura―dijo Jack cayendo en el suelo, de pie. Y algo agitado de tanto saltar y festejar, gritar, burlarse y talvez otra cosa que me he perdido.

―¡Pero si ya la he sacado! ―me excusé.

―Entonces entrala―dijo Noah encogiéndose de hombros.

―¿Qué? ―fruncí el ceño confundida.

―¡Vete! ―entre los dos me sacaron de la casa.

Y ví que la bolsa de basura que había tirado antes, estaba afuera. Bufé y me agaché para levantarla y volverla a tirar.

Narra Sadie.

―Admitamos que el rosa me queda fabuloso, todo me queda fabuloso. Pero este vestido no me favorece para nada―se quejó él.

―Mira, cállate que esto lo hacemos por ti. Además más grande no conseguí―le saqué la lengua mientras tecleaba en la computadora.

―Yo también te quiero hermanita―me contestó sarcástico.

―Yo no, hermanita ―contesté y él me miró serio, yo comencé a reír a carcajadas. Pero una video llamada entrante apareció en la pantalla de mi computadora. "Mamá". Atendí.

―¡Ho...! La―dijo bajando su emoción inicial. ―Jaeden, ¿Qué haces vestido así? ―preguntó mi madre. ―Por cierto, ese vestido no te favorece.

―Ya está, me voy. Me exilio del país. ―dijo mi hermano molesto y con mi mamá empezamos a reírnos a carcajadas.

―No, espera. Noah me mandó un mensaje diciendo que ya estaba ____ afuera. ―le dije a Jaeden. Mamá nos vió confundidos a travez de la computadora.

―Okay, ¿es necesario vestirse así? ―me preguntó él.

―¡SÍ! ¡AHORA VÉ! ―grité y él asintió sumiso y salió del garaje.

―¿En que andan? ―preguntó mi madre.

―A Jaeden le gusta ____, larga historia. Me tengo que ir, te amo. Bye―le dije y le corté, corriendo a un arbusto para esconderme allí.

Cᥙιdᥲᥒdo ᥲ ᥣos Brιᥒᥣᥱყ 『 ᴶᵃᵉᵈᵉᶰ ᴹᵃʳᵗᵉˡˡ 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora