No te alejes de mi

Capítulo 4

Lenna lo miraba en silencio, le había dicho que quería quedarse con ella. Y si el hombre era un psicópata? era un joven muy apuesto, de eso no había duda, pero no podía sacar de su cabeza el hecho de que el hombre gruñera. Eso no era normal.

Derek observaba en sus ojos la pelea que se llevaba a cabo en su mente, entendía que para ella debía ser difícil que una persona totalmente desconocida la abordara de esa manera, pero es que él no había podido evitarlo. Tony le había pedido que esperara a la fiesta para conocerla, y realmente había intentado esperar, pero, y si ella corría algún peligro? y efectivamente así había sido, quién sabe qué hubiera ocurrido si él no llegaba esa tarde cuando aquél hombre la acorralaba.

-Es tu casa?

-Si...

-Es hermosa.

-Gracias- sonrió él.

-Creo que deberíamos volver...- dijo después de un rato en silencio, contemplando la luna.- es tu fiesta de bienvenida...

-Y como tal, puedo hacer lo que me plazca, verdad?

-Su-supongo que si...

-Bien! Porque deseo irme de aquí, a tomar un café contigo... Quieres?

Derek estaba muy cerca de ella, podía sentir su respiración en su cuello, y lejos de molestarle, le agradó, aunque la puso algo nerviosa.

Él no le dio tiempo a seguir pensando, le sacó la copa de la mano y la apoyó en un banco que estaba cerca, luego la tomó de la mano y la llevó hasta su auto. Le abrió la puerta del copiloto y la ayudó a entrar, luego dio la vuelta y se sentó detrás del volante. La miró y se inclinó sobre ella, Lenna cerró los ojos, pensando que la besaría, pero él sólo abrochó su cinturón de seguridad, y luego la miró con una radiante sonrisa.

En el pueblo todo estaba cerca de todo, pero las propiedades del bosque estaban muy en lo profundo, por lo tanto era mejor salir en auto. Llegaron al café y Derek le abrió la puerta a Lenna para ayudarla a bajar, cosa que ella agradeció con una sonrisa. Entraron al café, y Martha, la dueña, los atendió con una sonrisa.

-Buenas noches! Escuché por ahí que habías vuelto, Derek!

-Si, 10 años fuera de casa, y el fallecimiento de papá, me trajeron de vuelta...

-Me alegra oírlo, espero que hayas encontrado lo que buscabas...

-Lo hice...- dijo mirando a Lenna.

-Qué van a tomar?

-Café?- preguntó Derek a su acompañante.

-Si...

-Oh, no! Lenna siempre toma capuccino- él sonrió.

-Dos capuccinos, entonces.- Martha se retiró, y volvieron a estar solos.

-Qué buscabas?- al instante se arrepintió de preguntar, ese no era su problema.- Lo siento... no tienes que decirme.

-No me molesta, de hecho, te traje para que nos conociéramos un poco... Buscaba... el amor de mi vida...- la miró con una sonrisa.

-Y lo encontraste?!- recordó la respuesta que le dio a la mujer.

-No lo encontré afuera, eso es seguro...

-Cómo es tu tipo de mujer?- Qué le pasaba? Desde cuándo ella hacía ese tipo de preguntas?- Lo siento, no se que me pasa hoy...

-Tranquila- agarró su mano por encima de la mesa- No me molesta que preguntes, al contrario...