Lenna se despertó temblando de frío, la cama a su lado estaba tibia, señal de que alguien había estado acostado con ella.
Miró hacia todos lados en busca de algo que reconociera para averiguar el lugar donde estaba, definitivamente no era su casa. Reconoció la casa de Derek, la habitación donde ella había dormido con él durante tanto tiempo cuando se encontraba inconsciente.
Decidió levantarse y darse una ducha caliente para entrar en calor antes de salir a buscar a su lobo. Con una sonrisa se quitó la poca ropa que aún conservaba. Alguna esperanza debía haber, o no habría despertado en su cama y con poca ropa, tal vez no estaba todo perdido. Tal vez Derek estaba dispuesto a darle una oportunidad, si es que ella no lo había arruinado todo al pedirle que la rechazara. Pero qué sabía ella de los hombre lobo? Realmente podía reclamarla luego de rechazarla? O, podía él volver a sentir algo por ella? Quizá había alguna manera de volver a activar aquel hechizo.
Frotó con fuerza su cuerpo, y cuando salió estaba roja tanto por la fricción como por la temperatura del agua.
Una vez que logró encontrar su ropa bajó en busca del hombre que robaba sus suspiros. Cuando llegó al final de la escalera, seis pares de ojos estaban fijos sobre ella.
-Buenas tardes.- saludó con una sonrisa.
-Buenas tardes- respondieron a coro. Sólo uno de ellos susurró "Luna", ella le dedicó una cálida sonrisa.
-Saben donde puedo encontrar al Alpha?
-Ahora mismo está en el despacho- respondió con respeto el mismo hombre que había utilizado el título que le correspondía a la compañera de Derek.
-Puedo entrar a verlo?
-Me temo que está ocupado en este momento. Pero estoy seguro de que la atenderá inmediatamente en cuanto se desocupe- se apresuró a agregar.
-Te lo agradezco... disculpa, no sé tu nombre...
-Soy Jake, llegué hace poco de viaje, por eso no me conoce.
-Es un gusto, Jake.- extendió la mano con una sonrisa.
Se separó del hombre y recorrió a los demás con la mirada, su punto se fijó en el cuello de un hombre, donde había una marca de mordida.
-Oh, por Dios! Qué te pasó? Alguien te atacó?
-No, señora, es la marca de mi compañera.- el hombre la miró frunciendo el ceño, no le agradaba que se preocupara por ellos después de haberlos abandonado.
-No sabía que las mujeres también marcaban a los hombres...
-Lo hacen- respondió suave Jake. Ella le sonrió de manera triste.
La sala se sumergió en un silencio incómodo.
-Puedo hacerle una pregunta?- el que hablaba era el hombre con la marca.
-Por supuesto.
-Por qué se lo pidió? No creo que realmente lo despreciara, o no estaría aquí ahora mismo... pero es que no entiendo... Hicimos nosotros algo que la ofendió?
-No! Por supuesto que no!- hizo una pausa buscando las palabras- Yo no soy como ustedes, y me cuesta aceptar que elijan a sus parejas con la cabeza, y no con el corazón...
-No comprendo...
-Digo que si no fuera por la unión que elige la Diosa Luna, ustedes no se enamoran, pasan décadas enteras esperando a que la persona que fue elegida para ustedes toque la puerta, y tal vez se pierden de conocer a alguien a quien podrían haber amado desde lo más profundo de su corazón. En su lugar, aman con la cabeza, saben que es esa persona, y no se molestan en comprobarlo.
-Entonces usted no ama al Alpha?
-Lo amo con todo mi corazón. Pero quería que él me amara de la misma manera. El problema fue que cuando me rechazó, me echó de su vida, como si fuera una desconocida, o peor aún, una persona a la que odiara con todo su ser.
-Yo no creo que la odie...- comentó Jake, Lenna sólo le sonrió, deseando que eso fuera cierto.
La sala volvió a sumirse en un incómodo silencio. La joven recorrió con la mirada todo el lugar. Muchas veces había soñado con decorar esa casa, lo único que la había detenido era que Derek no la había marcado, no eran oficialmente compañeros, ella no tenía ningún derecho.
-Puedo ver tu marca?- preguntó de pronto.
-Claro...- contestó dudoso el hombre.
Todos ellos eran demasiado altos para ella, por lo que acercó un pequeño banco para subirse y quedar a la altura del enorme hombre frente a ella. Miró con atención la marca y recordó la que había visto en las mujeres durante su estadía en el lugar. Aparentemente todos dejaban la marca en el mismo lugar.
-Todas las marcas van en el mismo lugar?
-Si, Luna- Jake se apresuró a responder.
-Entonces una mujer puede marcar a un hombre y realizar la unión?
-Por supuesto!- Los demás lo miraron confundidos, debido a que sabían que eso no era cierto, el único caso en el que la mujer realizaba la unión era cuando el hombre era un humano. De otra manera, sólo la mordida del hombre los unía.
El hombre se alejó cauteloso, y Jake se apuró a situarse delante de la mujer para ayudarla a bajar, pero ella tomó el cuello de su camisa y lo deslizó un poco hacia el costado.
-Me enseñas bien donde es?
-Aquí, Luna- dijo señalando la unión del cuello y el hombro.
-Aquí?- ella lo señaló con su pequeño dedo índice.
Iba a responder, pero un feroz rugido lo detuvo justo a tiempo.
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No te alejes de mi
WerewolfDerek Linner regresa a su manada luego de 10 años fuera, buscando a su compañera. Lo último que esperaba era encontrársela entre su gente, y que fuera una humana. Ahora tiene que ir despacio, enamorarla, y rogar a la Diosa Luna que ella no le tema.