Después de unas largas seis semanas, todo iba encaminado, los grupos de hombres estaban armados y organizados, la casa estaba siempre llena de mujeres que cocinaban y reían juntas, todos la habían recibido muy bien, a pesar de ser humana, y no haber sido reclamada formalmente como compañera del Alpha.
Las mujeres reían alegremente y le daban a probar lo que praparaban, nada salía si su Luna no lo autorizaba. Por las noches se levantaba unas cuantas veces para preparar café y repartirlo a toda la guardia nocturna, lo hacía personalmente, ganándose el respeto y afecto de todos. Y tampoco es que pudiera dormir mucho, era preparar café, o quedarse durante horas viendo a Derek dormir, y prefería sentirse útil.
En ese tiempo había aprendido mucho sobre los hombres lobo, y cuanto más conocía, más los admiraba. Le encantaba formar parte de esa gran familia, y se sentía muy feliz rodeada de gente que la apreciaba.
Pero su felicidad se opacaba cuando recordaba que Derek seguía sumergido en ese extraño coma, pasaba mucho tiempo con él, y cuando lo hacía, nadie la molestaba, todos esperaban que en algún momento él apareciera por la puerta de la cocina para reclamar al fin a su compañera, cosa que hasta el momento no había ocurrido.
En ese momento se encontraba sentada en la cama, acariciando su mejilla, y recorriendo sus labios con sus dedos. Una lágrima se escapó de su ojo derecho mientras lo contemplaba.
-Ya no sé que hacer, Derek. No sé como traerte nuevamente a mi. Y te necesito tanto! No sé como hacer esto sola. No quiero fallarle a tu gente, pero ya no puedo más, mi amor! Vuelve a mí, por favor- Dejó un suave beso en sus labios.- Te amo- susurró antes de levantarse para luego levantarse y dirigirse al baño a tomar un baño, uno largo y relajante.
***
Derek abrió lentamente los ojos, recordó vagamente haber sentido el peor dolor de su vida segundos antes de perder el conocimiento. Se percató de que ya no sentía ese dolor, y hasta podía afirmar que se sentía tranquilo. Se levantó de la cama y se sintió débil, debía ponerse a entrenar, si no quería que los desterrados lo encontraran con la guardia baja. Sintió el aroma de Lenna mezclado con rosas, sacudió la cabeza y salió lentamente por la puerta. Debía dejarla ir, rechazarla, por mucho que aquello le doliera, ella no lo quería, y no podía obligarla a estar con él. Tampoco podía continuar así, su manada lo necesitaba. Tenía que dejar de ser egoísta. Un fuerte dolor de cabeza le sobrevino con el pensamiento. Decidido a terminar con todo aquello bajó las escaleras, la gente que estaba con él en el despacho cuando se desmayó debía estar preocupada, tenía que tranquilizarlos y seguir adelante. Cuando llegó al final de las escaleras se encontró con decenas de personas, mujeres sobre todo, dando vueltas por la casa, algo muy raro, ya que nadie tenía permiso para entrar por que sí en la casa del Alpha. De repente un par de ojos se fijó en él y se abrieron con sorpresa y felicidad.
-Alpha?- susurró.
Derek lo miró extrañado, Qué le pasaba? Nunca lo había visto? parecía que había visto un fantasma!
Poco a poco las personas fueron mirándolo, y las reacciones de todos eran la misma.
-Qué pasa? Por qué hay tanta gente en mi casa sin mi autorización?
La puerta se abrió y entró Tony con semblante serio.
-Qué significa esto, Tony? Saca a toda esta gente de mi casa inmediatamente!- Su hermano lo miró con sorpresa y corrió a abrazarlo.-Por qué están todos tan extraños?
-Extraños? Pero si es como si acabaras de volver de la muerte, hermano!
-Qué estupideces dices?
-Derek, estuviste inconsciente por casi dos meses!
-Dos meses!? Si solo fue un pequeño desmayo! Necesitaba descansar, pero ya estoy mucho mejor.
-No fue solo eso. Sé que no rechazaste a Lenna, y eso te llevó al pequeño desmayo, como lo llamas...
-Como sea, ya estoy bien. Y creo que tienes razón, debo rechazarla y seguir con mi vida.- siguió su camino hasta la puerta decidido a buscar a su mayor amor y tortura al mismo tiempo.
-Derek?
-Ahora no puedo, Tony, debo terminar con esto.
-No vas a encontrarla...
-Qué quieres decir?
-Ella es la razón por la que todas estas personas están aquí.
-No entiendo.
-Derek!?- Escuchó su voz en la habitación y miró hacia las escaleras, no podía haberlo imaginado, lo que quería decir que su aroma también era real. Ella estaba allí. Lenna. Su Luna estaba en su casa.
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No te alejes de mi
WerewolfDerek Linner regresa a su manada luego de 10 años fuera, buscando a su compañera. Lo último que esperaba era encontrársela entre su gente, y que fuera una humana. Ahora tiene que ir despacio, enamorarla, y rogar a la Diosa Luna que ella no le tema.