Capítulo 16

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Lenna miraba por la ventana, absorta en sus pensamientos. Qué iba a hacer ahora? Quedarse no era una opción, no podía correr el riesgo de encontrarse con Derek y ver el desprecio en su rostro, no podría soportarlo.

Por su mente pasaron como si de una película se tratara, todos los momentos que había compartido con él. Cuando lo vio por primera vez en la tienda de Melisa, cuando lo conoció en la fiesta. La primera vez que la besó, la última vez que habían hecho el amor, con tanta pasión y miedo a perderlo.

El vehículo estaba llegando a la entrada, y una vez que atravesara las puertas, ya no habría marcha atrás. Debía irse, y seguir con su vida, tratar de olvidar al único hombre al que había amado con locura. Su hombre lobo, siempre sería su hombre lobo.

Algo la inquietó, de repente sentía que alguien la observaba, miró al chofer, pero tenía la mirada clavada al frente, buscó a los costados, pero no había nadie a los lados de la calle. Se dio la vuelta, y ahí lo vio. A unos cincuenta metros venía Derek corriendo detrás del auto. Una luz se encendió en su pecho.

-Detén el auto!

-Disculpe?

-Que te detengas!- sin entender, el hombre detuvo la marcha, y ella se apresuró a bajar.

Derek no lo podía creer cuando vio las luces de freno encenderse en el auto que llevaba a Lenna hasta la entrada. Parecía que la suerte estaba de su lado. Entonces ella se bajó y comenzó a correr en su dirección con una sonrisa. Si, definitivamente la suerte estaba de su lado.

Cuando se encontraron, Derek la rodeó fuertemente con sus brazos durante algunos minutos, y cuando estuvo seguro de que ella era real, que no se iría de su lado, se separó para mirarla a los ojos.

La felicidad brillaba en los hermosos ojos de su Luna, justo como lo hacía antes de que todos los problemas que los mantuvieron separados comenzaran. Bajó la cabeza y la besó como había querido hacerlo durante tanto tiempo. Cuando por fin tuvo la fuerza para separarse volvió a mirarla con amor a los ojos.

-No puedes irte- le dijo serio.

-Qué me retiene aquí?- preguntó esperando que él confesara su amor y terminara de derribar todas las barreras de dudas que aún la rodeaban.

-Esto- dijo haciendo a un lado su camisa, su marca permanecía allí.

-Los lobos curan rápido. No estará ahí por mucho tiempo.

-Podría haberla curado al instante en que te separaste.- la miró a los ojos- Pero no pienso hacerlo. Así que debes hacerte cargo de la marca que hiciste. Estamos emparejados ahora, así que no puedes abandonarme. No otra vez. No ahora.

-Una marca no es razón suficiente para mí, Derek.

-Por supuesto que no! Está también el hecho de que te amo. Con toda mi alma, con todo mi corazón. Y no quiero volver a estar lejos de tí. Estos últimos días fueron los peores de mi vida. No entendía por qué sentía ese vacío enorme en el pecho, por qué pensaba todo el tiempo en tí. Llegué a creer que había hecho mal el ritual de rechazo, pero al final comprendí que mi amor por tí superaba con creces cualquier influencia de la Diosa Luna. Lenna... No quiero seguir viviendo sin tí... No pue-

-Te amo! Te amo tanto, Derek!- Lo interrumpió ella.

El lobo no esperó más para volver a besarla. Se sentía como el maldito paraíso volver a tenerla en sus brazos.

Regresaron a la casa, que en esos momentos se encontraba vacía. Hicieron el amor apasionadamente en reiteradas ocasiones, queriendo recuperar el tiempo perdido.

Esa noche Derek dejó su marca en el delicado y largo cuello de su compañera.

A la mañana siguiente Jake lo esperaba en su despacho, no tenía idea de lo que el Alpha quería hablar con él, tenía miedo a que luego de enfrentarlo, decidiera desterrarlo.

La puerta se abrió, revelando a un feliz Derek, luego de haber pasado la mejor noche de toda su vida junto a su Luna, en su casa, como compañeros.

-Buenos días, Alpha- lo saludó con respeto.

-Buenos días, Jake. Toma asiento, por favor.

-Alpha...

-Si?

-Quiero disculparme por enfrentarlo ayer. No se qué fue lo que me pasó. Estoy muy arrep...- Derek lo interrumpió

-Yo si sé que fue lo que te pasó. Eres el protector de la Luna.

-Como todos, Alpha. Siempre protegeré a nuestra Luna.

-No, Jake. Tue eres EL protector de la Luna, mi Luna... de Lenna.

-No comprendo...- Jake se apresuró a levantarse y mover de uno de los sillones una pequeña caja decorada con piedras en punta.

En ese momento la puerta del despacho se abrió y Lenna entró cubierta sólo por una camisa que pertenecía a Derek, quien la miraba con una sonrisa en la cara al ver su marca. Solo dos segundos pasaron antes de que Lenna tropezara con sus propios pies al encontrarse todavía con sueño, terminó cayendo sobre el sillón de donde Jake había movido la caja. Jake miró asombrado a Lenna, luego dirigió su vita a sus mano, que aún conservaban la caja, y por último a Derek, que ya se encontraba al lado de su Luna.

-Estás bien?

-Si!- dijo riendo.

-No me gusta que andes con tan poca ropa, Lenn.

-Yo, en cambio, creo tu llevas demasiada- dijo con una sonrisa traviesa

-Pronto solucionaremos eso, cariño. Ahora tengo que terminar de arreglar este asunto. Y es bueno que estés aquí, así escuchas lo que tengo que decir.

-No tomarás represalias contra él por lo de ayer, verdad? No me gustaria que lo hagas!- Se paró delante del Alpha con los brazos cruzados.

-Por la Luna, mujer! Sólo escucha lo que tengo que decir!- Tomaron asiento nuevamente, Derekse llevó a su Luna con él y la sento sobre sus piernas.- Como te estaba diciendo, Jake, eres su protector. Lo que acaba de suceder, lo que acabas de hacer, nadie podría haberlo hecho, solo tú, porque ves el peligro inminente que corre tu Luna.

-Es eso cierto?- Preguntó asombrada Lenna.

-Nunca escuché algo así, Alpha.

-Porque sólo ocurre cuando la Luna de una manada es una humana... como Lenna. Por eso la reconociste como Luna, aún cuando yo la había rechazado, y estuviste dispuesto a ser desterrado por ella, aun cuando no es tu compañera.- Mientras hablaba acariciaba de arriba a bajo su espalda. Y Lenna se movía sobre él provocando una erección, un gruñido mezcla de excitación y advertencia surgió de su garganta.

-Eso que quiere decir?- Preguntó un tanto incómodo,pero sonriendo.

-Eso quiere decir que serás como un guardaespaldas de Lenna. Yo no podría hacer mejor ese trabajo que tú, porque naciste para eso. Si algo está a punto de suceder, y tu puedes evitar el daño, lo harás, sabrás como hacerlo, tal como hace un momento.

-Yo... será un honor para mí, Alpha. Cuidaré con mi vida a Nuestra Luna.

-Se que lo harás. Ahora, si me disculpas, mi Luna tenía objeciones con respecto a mi ropa...- La tomó en brazos y salió del lugar.

Ahora podía estar tranquilo, su manada estaba protegida gracias a su Luna, su Luna estaba protegida gracias a Jake, y su corazón estaba donde pertenecía, junto al de la mujer que amaba con todo su ser.

No te alejes de miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora