Le pareció escuchar ruidos en la habitación mientras se encontraba en la bañera, pero no le dió importancia. Necesitaba relajarse un rato para poder continuar sin colapsar. Necesitaba a Derek, necesitaba dormir en sus brazos como lo había hecho tiempo atrás.
Después de un rato salió y se envolvió en una toalla, tenía el pelo recogido en un rodete, y salió descalza nuevamente hacia la habitación.
Su sorpresa fue mayúscula al encontrarse la cama vacía miró a todos lados, y miró la ventana de la habitación, estaba cerrada e intacta.
-Derek!?- si alguien había entrado, lo había hecho por la puerta, lo que significaba que todo lo que había planificado para proteger a la manada, no había funcionado.
Salió corriendo hacia las escaleras sin importarle su falta de vestimenta.
-Alguien se llevó a De--Se detuvo en seco cuando lo vió al lado de Tony, mirando en su dirección, una enorme sonrisa se formó en su cara y bajó a las corridas para arrojarse en sus brazos.
Pero al parecer el Alpha no estaba muy contento de verla, porque en cuanto la tuvo pegada a su cuerpo comenzó a gruñir. La odiaba, y estaba en todo su derecho a hacerlo, puesto que por su culpa, él había estado inconsciente durante siete semanas. Se separó lentamente y lo miró con los llenos de lágrimas, y una triste sonrisa.
-Lo lamento, tienes razón... yo... creo que me cambio y me voy.
No quiso mirar a nadie, no quería ver reproche o lástima en la cara de la gente que había aprendido a querer.
Derek sintió un pequeño empujón y se giró para ver a su hermano. Lo cierta era que se había quedado sin habla cuando la vió bajar corriendo las escaleras cubierta solo por una pequeña toalla, cuando la tuvo en sus brazos podía contar en su mente cada uno de los hombres que estaban disfrutando del increíble espectáculo que era su Luna Cubierta solo por un pequeño pedazo de tela. Les lanzó un gruñido de advertencia, que provocó que salieran todos corriendo por la puerta, pero entonces ella se separó y empezó a decir cosas que para él no tenían sentido.
-Se va a ir, Derek. Si yo fuera tú, me apresuro a impedirlo.
No necesitó escuchar más, corrió nuevamente a su habitación, y la encontró con las lágrimas cayendo libremente por su rostro, guardaba ropa apresuradamente en una maleta que estaba arriba de la cama.
-Qué crees que haces?
-Me voy, lamento haberte molestado... y haber provocado todo esto.
-No, no te vas.
-No me puedes obligar a quedarme!
-Por qué pasaste todo este tiempo aquí? Por qué cuando despierto huyes? Jamás te haría daño, Lenn! Tienes que confiar en mí!
-No es que no confíe, Derek... es que...- se quedó en silencio durante un momento, como sopesando una idea.
-Qué es?
-Quiero que me rechaces.
-No me pidas eso. No lo haré!
-Deja de pensar solo en tí! Si no fuera por la Diosa Luna no estaríamos en esta situación! Quiero que me rechaces! Hazlo! Quiero que rompas ese vínculo que te obliga a quererme. Por favor- susurró al final.
Derek la miró durante al menos cinco minutos en silencio, buscando una solución que no implicara aquello. No había, Lenna le pedía que la rechazara, y era lo que tenía que hacer, secó las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos, antes de que lo traicionaran y se escaparan. Cerró los ojos y recitó el horrible ritual.
-Yo, Derek Linner, Alpha de la manada Lu-luna...roja, te rechazo a tí, Lenna Oslen, como mi compañera.-Una lágrima traicionera se deslizó por su mejilla- Rompo nuestro vínculo, y con eso... nos dejo... libres para... elegir a nuestros respectivos compañeros... sin intervención de la Diosa Luna.
Se sentó derrotado en la cama, parecía cansado, como si hubiera corrido una maratón, sintió como poco a poco esa fragancia a vainilla que le fascinaba y que amaba desaparecía, al tiempo que para ella desaparecía el olor a cuero que lo caracterizaba.
Lenna sonrió feliz, se acercó para abrazarlo, con la idea de que ahora podrían amarse libre y confiadamente, sabiendo que nadie los estaba obligando. Pero Derek se negó al contacto, el corazón de la chica se rompió, tal como había pensado, si él no hubiera estado obligado a quererla, ni siquiera la hubiera mirado, sus peores temores se habían hecho realidad, y por un momento deseó volver el tiempo atrás y no pedirle semejante locura. Ahora ya era tarde, no había lugar para los lamentos.
-Tienes lo que querías. Ahora vete. No quiero volver a verte.- al ver que ella titubeaba la miró con dureza.- FUERA!
Lenna terminó de recoger sus cosas y salió corriendo de la casa, y del territorio de los lobos, caminó durante más de una hora para llegar hasta el pueblo, a su antigua casa.
***
A la mañana siguiente fue hasta el negocio de su amiga, a preguntar si aún tenía su empleo, después de todo, ella había faltado durante seis semanas, las seis semanas que estuvo en la manada, haciendo el trabajo que Derek, por su culpa, no podía hacer.
-Hola Meli- dijo tímida en cuanto los ojos de la mujer se posaron sobre ella con tristeza.
-Hola, Lenn.
-Cómo estás?
-Cómo estás tú? No pensé...-Hizo silencio. Lenna la miró a los ojos, buscando rencor, pero sólo encontró lástima.
-Estoy bien... creo.
-Qué fue lo que pasó? Realmente pensé que lo querías, Lenn.
-Y lo hago! Lo amo, de hecho... Pero siempre tendría la duda de si él podía sentir algo sincero por mí, fuera de la influencia de ese hechizo, o lo que fuera.
-Oh! Lenn! No es así como...
-Y no estaba equivocada- la interrumpió ella- En cuanto me rechazó, me echó de su vida, dijo que no quería volver a verme.
-Tal vez deberían hablar, y aclarar todo esto... no creo que él sea consciente de tus temores.
-No me quiere cerca, Meli- dijo llorando libremente- Y ahora no se que hacer! No sé si quiero seguir viviendo aquí, donde cada rincón me recuerda a él.
-Por qué no te tomas un tiempo antes de tomar una decisión definitiva? Creo que en este momento estás demasiado afectada para pensar con claridad. Ve, y cuando vuelvas, si quieres permanecer aquí, tendrás tu trabajo esperándote, está bien?
-Estás segura?-Melisa vio la vulnerabilidad en sus ojos- Creo que tienes razón, me iré un par de semanas y pensaré que hacer.
***
Derek se encontró con una increíble organización en la manada, ahora sería prácticamente imposible que los desterrados hicieran un daño significativo, la construcción de los refugios estaba casi terminada, los hombres entrenando, y todo el muro estaba siendo custodiado. Lenna había hecho un trabajo excelente por su gente. Aún cuando no lo había amado a él, y no tenía ningún compromiso con ellos. Su gente la adoraba, y él los entendía, era una mujer increíble, y hermosa. Y la extrañaba como nunca pensó que iba a extrañar a alguien. Le extrañaba sentir aquello luego de haberla rechazado, cada una de las sensaciones era exactamente igual que antes, excepto, tal vez que no se manisfestaba con signos y síntomas físicos, aunque si sentía dolor en el pecho, y un vacío enorme. Pero había hecho lo correcto. Ella no lo amaba, y él debía procurar su felicidad, aunque esta no lo incluyera.
Cierto día alguien mencionó que debería ponerle su nombre a los refugios, y eso terminó por enfurecer a Derek.
-Ella no es tu Luna! Nunca fue la Luna Lenna. Nunca la reclamé como tal, Y ahora ya la rechacé. No quiero volver a oír su nombre! Quedó claro para todos?
-Si, Alpha- dijeron a coro los presentes.
Y desde ese día no volvieron a hablar de ella en su presencia.
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No te alejes de mi
WerewolfDerek Linner regresa a su manada luego de 10 años fuera, buscando a su compañera. Lo último que esperaba era encontrársela entre su gente, y que fuera una humana. Ahora tiene que ir despacio, enamorarla, y rogar a la Diosa Luna que ella no le tema.