Capítulo 17: Dirección

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- Lo siento, Sacchan.

- Creo que te vas a arrepentir. Yo te estoy ofreciendo una relación sin restricciones, sé que es lo que va contigo– le dijo el bajista mientras se recargaba sobre el marco de la puerta de su departamento. Aunque no lo quería demostrar, le estaba costando mantener la compostura frente a lo que escuchaba.

- Sé que así lo crees, y tal vez si me lo hubieras propuesto hace un par de años te hubiera dicho que sí sin siquiera pensarlo...

- ¿Y qué cambió? Porque no me vas a decir que pretendes tener algo serio con Sora.

- No lo sé, el asunto es que tú y yo somos buenos amigos – Saz se impresionó de oírlo decir aquello por primera vez – Y reconozco que siento aún más que eso por Sora... Sintiéndome de esta manera y sabiendo sobre el interés de ambos en mí, no podría jugar ni contigo ni con él– Chiaki permaneció serio mientras lo miraba a los ojos, por alguna razón las palabras le fluyeron con más naturalidad de la que se hubiera esperado, más bien lo sintió como desenredar uno de los nudos que le impedían expresarse.

- ¿Qué cambió? – le preguntó realmente sorprendido el bajista – Durante la gira... no, desde antes, desde el accidente de Sora te he visto diferente, pero escucharte realmente me sorprende– el bajista por primera vez en años sintió que no lo reconocía. Chiaki suspiró y encendió un cigarrillo. Quiso ser lo más claro posible con Saz, sintió que se lo debía.

- Hubo un instante en aquel accidente... - le dio una calada al cigarrillo, Saz esperó pacientemente a que continuara - En que realmente todo se aclaró; lo mucho que me importa él, lo que me importas tú, lo que me importa la banda, lo que quiero y lo que no... ¿Cómo te lo explico mejor? Durante esta semana, desde que volvimos de la gira, he podido dormir sin pesadillas– Saz lo miró sin comprenderlo del todo, luego miró al suelo.

- Chiaki... solo pórtate bien con él– el vocal lo miró impresionado por su petición tan repentina, como si se hubiera rendido demasiado rápido y hubiera sido un buen perdedor, sin embargo no supo cómo contestar y Saz tampoco esperó demasiado. Cerró la puerta sin siquiera despedirse.

- Qué... cortante... - el vocal caminó por el pasillo del edificio sintiéndose contrariado y esperando desde el fondo de su alma que Saz realmente tuviera solo sentimientos superficiales por él.

Dentro de su apartamento, el bajista se sentó en el sofá sintiendo como si hubiera cargado una mochila pesada por demasiado tiempo.

- Después de tantos años me atreví a dar el paso y así acabó todo... - se dijo así mismo sintiendo las pestañas húmedas. Suspiró pesadamente – Espero pueda cuidarse solo.

Saz llevaba años ayudando a Chiaki desde las sombras, pidiéndole al staff hacer cosas por él, rogándole a la banda ser paciente en algunos aspectos, haciéndole compañía toda la noche cuando se trababa a la hora de componer, cuidando de sus comidas y procurando vigilarlo a la distancia... había hecho más que nadie por él, pero al mismo tiempo sabía que no era suficiente, sabía que habían cuestiones que le perturbaban que no dejaba salir ni le confesaría aunque se lo preguntara directamente. Le había dado espacio, sin embargo siempre se preguntó si otra persona lograría hacer que Chiaki se abriera emocionalmente y lo pudiera aliviar,ya que él no se sentía capaz de lograr ese equilibrio y complicidad. Parte de él se aliviaba al comprender que Sora lo había conseguido, aunque eso significaba que él ahora sobraba.

Se acostó a dormir proponiéndose a sí mismo que cuando despertara se cuidaría sólo a sí mismo. A pesar de que quiso ser positivo al respecto, un par de lágrimas quedaron marcadas en la almohada antes de que lograra conciliar el sueño.

Bird Wings 「Soraki」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora