Capítulo 2: Atado

10 3 0
                                    

El vocal permaneció sentado en el balcón fumando un cigarrillo tras otro mientras la brisa fría le golpeaba el rostro.

- No comprendo por qué continúo sintiéndome de esta manera... - pensó en voz alta. De pronto un pájaro se posó en la rejilla del barandal y lo miró con atención - ¿Eres el mismo de la mañana? - preguntó con cierto dolor en la voz – Me gustaría decirte que ya no soy el mismo de esta mañana, que me conociste en un mal momento pero... es lo que soy aún. – el pájaro de un salto pequeño, en donde solo movió sus alas dos veces con rapidez, se posó en uno de sus pies – Oh – aquello le causó una gran impresión, que sin saber cómo reaccionar optó por no moverse para no asustarlo.

Observó con detenimiento el plumaje teñido de varias tonalidades marrones y rojizas.

- Que... bonito... - suspiró fascinado. Los minutos transcurrieron y el pequeño pájaro continuó allí, hasta que finalmente una brisa más intensa hizo que buscara refugio lejos de Chiaki, que ya no se sentía tan perturbado como unos instantes atrás.







- Apareciste – le dijo el bajista en cuanto lo vio entrar con su bolso y cargando la bolsa con su traje para el concierto.

- ¿Por qué estás en este camarín? – le preguntó estando seguro de que aquel era el suyo.

- Hubo un problema con la electricidad de los otros dos, así que todos usaremos este hoy, su alteza. Espero que no le moleste compartir sus aposentos.

- Pues necesito vestirme así que déjame solo, por favor – Saz levantó una ceja sin creérselo hasta que vio en su mirada que realmente lo decía en serio.

- Chiaki, vístete conmigo aquí, no te miraré. – el vocal puso los ojos en blanco ansioso.

- Detesto que me miren mientras me maquillo, solo sal por quince minutos.

- No puedo creerlo – se puso de pie anonadado y no de tan buen humor. Salió por la puerta en el instante en que Sora entró, el bajista le dijo algo al batero que a Chiaki le sonó como un "déjalo solo o te demandará por acoso", pero no estuvo muy seguro de si lo había entendido bien.

- Hola – le saludó Sora que había ignorado por completo a Saz. El vocal tragó saliva nervioso, no sabía cómo actuar luego de lo ocurrido en la tarde.

- Necesito vestirme, ¿puedes esperar? – preguntó sin mirarlo, abriendo la bolsa que llevaba el traje.

- ¿Esperar qué?

- Afuera.

- Claro que no, yo también tengo que vestirme. – volteó a observar a Sora para que notara su enfado, pero no pudo sostenerle demasiado la mirada, se sintió incómodo y el batero lo notó.

- Me vestiré en el baño. – quiso escapar de él.

Se encerró en el baño y comenzó a quitarse la ropa con rapidez. Sentía una mezcla de frustración, enfado y dolor, no se percató de que estaba siendo violento mientras se quitaba la camisa hasta que vio dos botones saltar al piso luego de que jaló bruscamente su ropa.

- Mierda – dijo enfadado, luego golpeó la puerta con un puño e intentó calmarse un poco. - ¿Por qué otra vez me siento de esta manera?

No había ocurrido nada para que aquel tumulto de emociones negativas apareciera, lo sabía, y se avergonzaba de sí mismo por ello. Se sentía por explotar. Respiró profundamente varias veces y a lo lejos escuchó a Sora cantar probablemente mientras se vestía. Se impresionó de lo mucho que lo calmaba imaginarlo tan despreocupado y tranquilo, tal vez hasta divertido moviendo las caderas de un lado para otro mientras bailaba lo que él mismo cantaba sin demasiada gracia. Finalmente se miró en el espejo...

Bird Wings 「Soraki」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora