El bosque desolado

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En la montaña estaba repleta de nieve en todos los lugares,los árboles estaban fríos y con un raro color azul en la corteza.
Tenía que acelerar el paso si no quería morir a causa del sol así que decidí pasar por los bosques.

-Hace frio,tenía tiempo de no estar por aquí-murmuraba atentamente como se hacía visible el bosque,estaba repleto de árboles y un poco más allá había un poblado que era enorme.Que abarcaba casi todo el bosque.

Sabía que los demonios necesitaban nutrirse,consumir carne humana pero creo que con la sangre es suficiente.Posiblemente usaré una técnica de demonio,quizás si consumo suficiente sangre,pero debía de tener cuidado.
Al bajar la colina di una última mirada y caminé de nuevo para entrar al bosque.Mi familia decía que en este bosque aparecía una mujer de rostro desconocido pero cada vez que alguien se encontraba con ella nunca más salía del bosque,por esa razón fue llamado "el bosque desolado",ahora que he crecido se que se trataba de un demonio,pero ahora me preguntó por que mi familia no lo asesino.Me encantaba estar en ese bosque a pesar de las leyendas,los rumores no daban nada más que temor a las personas,siempre estábamos ahí para pasar un momento de familia y librarnos de todo lo demás,mis pensamientos inundaban mi mente sin darme cuenta que pasando en medio del bosque una mujer se encontraba mirándome fijamente mientras se cubria con una capa negra.La mire y ella solo me sonrió de manera tétrica,sin previo aviso desapareció,comencé a ver a todos lados para encontrar a esa mujer sobre un árbol para lanzarse a mi.Recibi el impacto de la caída,mientras la mujer estaba sobre mi.

-Asi que eres un demonio, parece que no has deborado a ninguna persona-la mujer se acerco a mi cuello para dar un suspiro-Hueles a animal,parece que has deborado a un animal.

-¡¡NO ME COMPARES CONTIGO!!-empuje a la mujer para arrastrarme fuera de su alcance.

La mujer aterrizó unos metros de mi,está se levantó y comenzó a hablar.

-Vaya,eres un joven muy hermoso,esos ojos azules me enamoraron,así que te daré una petición que no rechazaras-la mujer estiró una de sus manos-Que te parece si aceptas ser mi protejido podrás vivir aquí deborando a personas.

-Nunca aceptaré tal cosa-respondí molesto.

-Que pena,eres un niño muy apuesto cualquiera que logré verte se enamoraría enseguida,pero ya que no has aceptado no dejaré que nadie te tenga-la mujer me atacó de frente.

Me levanté rápidamente del lugar en dónde estaba,la mujer me seguía,estaba corriendo con todas mis fuerzas no sabía que más hacer,no podía defenderme no tenía alguna espada.En ese momento mientras corría mire un extraño agujero que se encontraba dentro de una colina,me dirigi a este mientras la mujer seguía detrás de mi,rápidamente me agache para lograr entrar.Al estar dentro di un suspiro de alivio,pero un olor provenía dentro del agujero,era de putrefacción y sangre.Me adentre más a la caverna y me tope con varios cuerpos y huesos humanos.

-Huele horrible-me cubrí la nariz con mi mano-asi que está es el escondite de esa mujer demonio.

El caminar escuché aun eco en todo el sitio,las moscas habían inundado todo,si no me sigue la mujer entonces debe de haber otra entrada por donde ella logré pasar.En uno de tantos cuerpos se encontraban también cazadores de bajo nivel,quizás al ser enviados a misiones descuidada mente pasaron por aquí y se toparon con ella,quizás tengan armas.
Comencé a buscar entre todos los cuerpos,pero parecía que el demonio habia tomado toda clase se armas que los cazadores tenían con sigo.

-(Maldita sea)-golpee el suelo,pero escuché pasos acercarse así que me escondí.

-Joven,se que estás aquí,por favor sal no quiero hacerte ningún daño.

-(Acaso me cree idiota,estaré loco para salir,tengo que apurarme para encontrar algo)-mire por una parte de la caverna dónde se encontraba oscuro.

Me diriji ahí mientras la mujer me buscaba,al estar escondido logré ver una arma un poco peculiar.Pues era una guadaña clavada en el suelo,era de color gris,con un cráneo detrás de la hoja y un enorme diamante y tenía un reloj de arena en medio.

Pues era una guadaña clavada en el suelo,era de color gris,con un cráneo detrás de la hoja y un enorme diamante y tenía un reloj de arena en medio

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Me acerque con cuidado para no pisar nada y hacer ruido.La mire como si se tratara de un tesoro,con ambas manos la tomé y la intente sacar despacio,pero no servía tiré de ella haciendo que la guadaña me jalara en la dirección contraria.Era pesada pero creo que con mi fuerza estaría bien para empuñarla.Al lograrla verla bien la hoja cambio de color es como si me hubiera escojido,mire el reloj de arena,eso me recordó a mi padre,me hubiera gustado haber tenido su ahori en este momento.Abrace la guadaña y cerré mis ojos,necesitaba salir de ahí ya.

-Veo que has encontrado mi guadaña-la mujer me había encontrado,pero no tenía su capa.

Esa mujer era mi madre,parecía serlo pero con colmillos y garras al igual que yo.

-Cambio de color,eso es sorprendente,nunca nadie había empuñado esa arma durante un muy buen tiempo-la mujer comenzó a acercarse lentamente.

-¡No te acerques!-empuñe la guadaña y la diriji a la mujer.

-Vamos se que no le harías eso a tu madre.

Al decir eso relaje mis manos las cuales sujetaban la pesada guadaña,al ver esto la mujer colocó sus manos en mis mejillas.

-Madre-tome con fuerza la guadaña y rápidamente decidí cortar a ese demonio-¡¡LO SIENTO!!.

La demonio no supo reaccionar y cuando volvió en si se encontraba en el suelo desvaneciéndose.

-Perdóname mama-me arrodille frente a la cabeza de la demonio,apoyado en mi arma.

-¡Maldito seas,me costó trabajo haber comido tanta gente para que un simple mocoso llegué y me asesine!-la mujer comenzó a hacer rabietas.

-No sirve de nada estar maldiciendo ahora-mire a los ojos a la mujer-se que dolió,por alguna extraña razón no soy como anteriormente era.

-Jeje,pues claro,ya no eres un humano,es normal que no te sientas el mismo pero a pesar de eso conservas aún esa humanidad que yo ya no tengo.

-Quizás tengas razón,pero tampoco sirve si te arrepientes ahora,ya no hay nada que pueda hacer-me levante.

-Niño,¿Cuál es tu nombre?-mire como se desvanecía casi su cabeza.

-Mi nombre..es Akemi-sonreí con lágrimas en los ojos.

-Akemi,en ese nombre veo un esplendoroso amanecer,tu madre sabe dar nombres.

La mujer termino de desvanecerse para que sus cenizas fueran removidas por el viento de caverna.

-Gracias-decidí salir de aquella cueva subterránea.

Me levanté y coloque mi guadaña en mi hombro salí por dónde había entrado la mujer demonio,seguía nevando cómo en la mañana.

El cazador de hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora