Capítulo quince.

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NOTA: Lamento la demora, pero para compensarlo, mis publicaciones serán muy seguidas por varios días! <3 gracias siempre por leerme, por la paciencia y por creer en esta historia

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NOTA: Lamento la demora, pero para compensarlo, mis publicaciones serán muy seguidas por varios días! <3 gracias siempre por leerme, por la paciencia y por creer en esta historia. Recuerden que tengo Instagram, pueden encontrarme como emilypancakess, pronto iré subiendo cositas para que nos conozcamos más <3 


30 DE OCTUBRE: EL DÍA DESPUÉS DE LA FIESTA.

—Nunca volveré a beber en mi vida —musitó Mackenzie frotándose los ojos.

Elevó un poco su cabeza y observó que se encontraba en una habitación rosada y desconocida. A su lado estaban acostados Murphy, Nathan y Wesley, quienes podrían hacerse pasar por dormidos sino fuera porque tenían sus ojos abiertos. Miraban al techo y sólo se notaba que estaban vivos porque parpadeaban de vez en cuando.

—El sol me está quemando el cerebro —murmuró Wesley—. ¿Pueden cerrar las cortinas?

—No —dijo Meredith entrando a la habitación. Lleva puesto un vestido de flores rosadas y su cabello estaba suelto, todo un look de sábado. Les dio una sonrisa antes de proseguir: —Vamos a desayunar, pequeños flojos. Mamá preparó hotcakes.

Segundos después, se encontraban caminando como zombies en dirección a la cocina. Meredith, al contrario, se sentía muy contenta, era divertido tenerlos aún disfrazados y desayunando en su hogar.

—¿Cómo fue que se alcoholizaron? —les preguntó Meredith cuando todos estaban sentados y comiendo en silencio. Sus cabezas bombeaban por la resaca, aun después de que cada uno se hubiera tomado una píldora que Meredith les había dado.

—Rick —musitó Nathan bostezando—. Nos dijo que unos tipos habían mezclado alcohol en una de las fuentes de ponche y decidimos que sería una buena idea beber.

—Fue una buena idea en el momento —murmuró Murphy—. Fue divertido pero este dolor me hace dudar sobre si valió la pena.

—Estoy contigo —dijo Mackenzie bebiendo de su café. Otra vez el silencio los invadió—. Haré mi postulación a Brown el próximo mes para una Decisión Temprana. No puedo esperar más, y si no quedo, pues hay más universidades en el mundo.

—Entonces decidiste que estudiarás —le dijo Nathan.

—Sí, me iré por Psicología —anunció ella sonriendo—. ¿Y tú, Wesley? ¿Harás tu aplicación para Yale?

—No lo sé... Tengo miedo de ser rechazado —admitió—. Probablemente lo haga en las aplicaciones regulares.

—Es tan raro elegir tu futuro a los dieciocho —Meredith suspiró—. Digo, yo sé que quiero ser diseñadora de modas desde que tenía cinco, pero para los que no... vaya, yo estaría en crisis.

—Yo también, sino fuese así de inteligente estaría perdida —dijo Murphy.

—Estoy contigo —murmuró Nathan.

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