Capítulo cuatro.

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ALGÚN DÍA A PRINCIPIOS DE SEPTIEMBRE DEL 2010

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ALGÚN DÍA A PRINCIPIOS DE SEPTIEMBRE DEL 2010.

Meredith llegó a su primera clase al día siguiente sin ninguna gota de maquillaje. Se sentó en su puesto en silencio y se mantuvo callada, sin siquiera saludar a sus amigas. Landon la observó con preocupación, le hubiera gustado preguntarle si Murphy y Mackenzie la habían tratado bien ayer por la tarde, pero finalmente prefirió darle su espacio. No quería ahogarla, después de todo, ayer había sido una tarde estresante para ella.

En el receso no salió de la sala, Landon observó a Lisa, a quien parecía importarle poco el estado en el que se encontraba su supuesta amiga, pues simplemente la ignoró y salió de ahí. Landon se fijó solo en Lisa porque era la única de las amigas de Meredith que iba en la misma clase de ellos. El chico salió del salón con un propósito; buscar a Murphy o a Mackenzie.

Al parecer era su día de suerte, pues tan solo al salir del salón se encontró con Murphy caminando a no sabía dónde.

—Oye, Murphy —llamó su atención. Ella miró a todos lados y luego enfoca su mirada en mí elevando una ceja.

—¿El chico nuevo atractivo y popular me habla a mí? —preguntó con fingido asombro, provocando que Landon rodara sus ojos y suspirara. Ella sonrió—. ¿Qué quieres, Landon?

—¿Qué pasó con Meredith ayer? ¿No le hicieron nada?

—Pues no, cabeza de chorlito —le responde obvia—. Se subió al auto de Mackenzie y no habló durante todo el camino. Bueno, sí lo hizo, pero sólo para decirnos donde vivía. ¡Ni siquiera se quejó por el olor a hombre muerto!

Landon no quiso preguntarle por qué diablos el auto de Mackenzie olía a hombre muerto, porque si era honesto consigo mismo, no quería saber la respuesta.

—Bueno, era sólo eso, gracias —le dijo Landon y le sonrió brevemente. Murphy asintió y luego retomó su camino a su desconocido destino.

A la hora de almuerzo, Landon obligó a Meredith a salir del salón. Era como un fantasma, no tenía ninguna expresión en su rostro. Le provoca tristeza que una chica como ella tuviera el corazón roto, porque sabía que había dado todo de ella para que su relación con Kaden funcionara, aun cuando sabía que él no la amaba como ella a él.

La cafetería estaba repleta. A lo lejos vio a Caleb sentado en una mesa completamente solo, y Mackenzie también, pero en otra. Wesley estaba sentado junto a Nathan en la mesa de los inteligentes, donde el club de matemáticas y el de literatura hacían las paces por dos horas, lo que duraba el almuerzo.

Murphy estaba apoyada en una pared comiendo un sándwich, también estaba sola y escuchaba música con un solo audífono puesto. Landon quería ir a sentarse con alguno de ellos o ir a hacerle compañía a Murphy, pero Derek y Kaden agitaban sus manos en su dirección con total normalidad, lo que lo hizo deducir que Meredith no había hablado con Kaden. Meredith tomó el brazo de Landon y los dirigió hacia ellos.

El Club de la Hierba.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora