Capítulo 7

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Lauren se sentía a gusto abrazando a la pelinegra todo el trayecto a casa, y esta se sentía dichosa por tener a tan hermosa y delicada criatura abrazándola por la espalda.

Las comisuras de sus labios se extendieron al notar que la ojiverde la abrazaba con más fuerza cuando aceleraba. Hacia esto intencionalmente para sentir sus delicadas manos.

No le había sido difícil llegar al edificio de departamentos de Lauren, puesto que esta ya le había dado unas cuantas indicaciones. La ojiverde no quería que ese viaje acabara, aunque no lo admitiría. (De nuevo).

-Es aquí -alzó la voz para que _____ la escuchara. Obedeciendo estacionó la motocicleta frente al edifico. Bajo de ella ayudando a Lauren.

Desabrochó su caso y luego el de la ojiverde, permitiéndose volver a rozar sus dedos con el cuello y mandíbula de esta. A Lauren le encantaban esos pequeños roces. En algún sentido.

-Gracias por traerme a casa -dijo tratando de aparentar seguridad.

-No fue nada, ojos lindos -sonrió. -Espero volver a repetir esto.

(Y a mí) -Te he dicho que no me gustan las motocicletas -dijo acomodando su ropa.

-Y yo te dije que esta te encantaría, ¿acerté?

(Sí) -No -_____ rió observando cómo las manos de Lauren temblaban al acomodarse el pantalón. Ese bendito pantalón ajustado.

-Haré como que te creo -dijo burlona. -¿Sales mañana?

-Debo trabajar.

-¿A qué hora?

-Tengo que estar en el CoffeeGram a las 7:30.

_____ subió de nuevo a la motocicleta. -Bien, me parece bien -se colocó su casco de nuevo.

-¿Qué es lo que te parece bien? -resopló confundida entornando los ojos para lograr ver sus ojos café a través del vidrio del casco.

La pelinegra volteó a verla, soltando una sonrisa. -Ya lo verás, adiós, ojos bonitos -arrancó la motocicleta, desapareciendo entre el tráfico.

Lauren camino hacia el edificio con las últimas palabras de la chica ruda en su mente. Intrigada, pero claro que sí.

*****

_____ estaba sentada en su sofá viendo televisión, bebiendo una botella de cerveza. Se sentía extrañamente feliz. Sabía el por qué, ver esos ojos esmeralda de cerca le encantaba. Tenía muy en claro en qué clase de juego se estaba metiendo, pero realmente, no le importaba mucho. Sus propias reglas se veían en peligro al sólo pensamiento de esa hermosa muchacha.

El sonido de su teléfono la sacó de sus pensamientos. La pantalla iluminaba el nombre de "Mani manito" en ella. Sonrió y respondió la llamada.

-¿Hola?

-¡¿Se puede saber dónde mierdas estás?! -la voz de la morena se escuchaba molesta.

-Estoy en casa, ¿sigues en la biblioteca? -soltó tranquilamente.

-¡¿Por qué te fuiste sin mi?! ¿Te fuiste con esa chica, cierto? -gruñó más molesta.

-Tranquila, Mani manito, fui a dejarla a su casa, como toda una cabellera -jactanciosa.

Soltó un suspiro. -_____, sabes lo que puede pasar si te involucras de más con ella.

-Mani, lo sé, es solo que esa chica llama mucho mi atención -suspiró recordando sus ojos de nuevo.

-Estás estúpida, Wickham.

-Deja el mame, Normani, ¿cómo volverás a tu casa?

-Puesto a que mi mejor amiga me ha dejado tirada, tomaré un maldito taxi -dijo gruñendo.

Bring Me Home (Lauren Jauregui y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora