Bring Me Home (Lauren Jauregui y tú)

Capítulo 3

El sonido de la lluvia era acogedor, pero Lauren no había sacado de su mente a aquella chica, ¿por qué la miraba tanto? ¿Estaba mal arreglada?, ¿ya se conocían?, ¿le gustaba?. Las preguntas bombardeaban la pobre cabeza de Lauren mientras descansaba en su cama.

La noche en el club fue bastante larga, con solo comentar que Camila había bebido de más y estaba dando todo un espectáculo con Dinah, gritando las canciones y subiendo a las mesas a bailar.

Era de madrugada, la ojiverde intentó dormir por quinta vez con las gotas golpeando su ventana.

Escucho la alarma de su teléfono, odiando haberla dejado activada. Lauren solía salir a correr los sábados con Ally, pero por favor, después de una noche en un club, lo último que quieres hacer al día siguiente es ir a correr a las 7 de la mañana.

Salió de la cama refuñando y empezó a buscar su ropa deportiva.

Borrachas pero buenas muchachas

Camz: adivinen a quién acabo de ver.

Yo: ¿Obama?

Camz: no, Lolo, a tu chica misteriosa...

Beyoncé 2.0: ¿qué chica?

¿Dinah despierta a esta hora? Pensó, salió de su habitación ya cambiada dirigiéndose al cuarto de la rubia, encontrándola acostada envuelta en las sábanas.

-¿Qué chica Lauren? -levantó sus ojos de su teléfono hacia la ojiverde.

-Había una chica ayer en el club, estaba mirándome mucho -se sentó en la orilla de la cama.

-¿Hablaste con ella? -interesada.

-Por supuesto que no, ¿estás loca?

Dinah choco su palma con su frente. -La loca eres tú, pudiste haber conseguido una buena noche de sexo.

-No jodas, dedos largos -levantó su cabello en una coleta. La rubia rió ante su actitud.

-¿Era linda al menos? -Lauren recordó a la chica con su cabello oscuro, chaqueta de cuero, un top blanco, jeans negros rotos, y vans... era más que linda, era sexy. -Ya no me digas -dijo riendo.

-¿Por qué?

-Lolo, si te quedaste callada no es porque sea fea, creo que te gusta.

-Cállate Dinah -salió de la habitación de la Polinesia dejándola riendo sola.

-¡Adiós, intento de hetero! -escuchó su voz antes de salir del departamento.

*****

-Monja, hemos corrido más que antes, ¿podemos descansar ya? -apoyó ambas manos en sus rodillas, respirando con dificultad.

-Vamos, Lauren, aún falta un poco más.

-Pues continúa tu, estoy exhausta -recompuso su cuerpo acomodando su coleta, observando a Ally en una perfecta condición mientras ella a penas podía regular su respiración.

Lauren y Ally corrían por lo menos 3 manzanas, pero esta vez la más baja se le ocurrió la buena idea correr dos manzanas más. No contaba que el ritmo cardiaco de Lauren fallase un poco.

-Bien, aguafiestas, seguiré yo, ¿tú qué harás mientras? -empezaba a estirar de nuevo antes de seguir corriendo.

-Pues... -volteó a todos lados buscando algo que hacer mientras, encontrando una biblioteca en la esquina. Sonrió. -Iré a leer.

-Aburrida, nos vemos.

Lauren caminó a la biblioteca con los rayos del sol pegando contra su rostro. Sentía su cuerpo de hule, pensando en que cualquier momento sus piernas sederían al peso de su cuerpo.