Capítulo 15

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Liberty City, Miami.

El barrio donde se encontraban era igual o peor que donde estaba el gimnasio El Verdugo. Aún con el sonido del motor de la motocicleta podía escuchar los chillidos de las ratas escondiéndose en los rincones. La noche hacia el lugar aún más tenebroso.

Llegaron a un edificio que parecía estar en mal estado; paredes sucias, luces de los interiores parpadeantes, y hasta algunas ventanas rotas. Aparcaron y bajaron del vehículo desabrochando sus broches. Lauren dio un pequeño brinco al sentir una rata pasar por sus pies.

-Lo siento, ojos lindos -suspiró. -Aquí es donde vivo -observó a la ojiverde que tenía una expresión de miedo en su precioso rostro. Tomó sus manos volteándola hacia ella. -¿Quieres quedarte aquí? O preferirías...

-Entremos -la cortó. La más alta asintió. Tomó su casco en una mano y con la otra conducía a Lauren al interior del viejo edifico.

El interior no estaba tan mal, pensó la ojiverde. Al menos estaba aseado el lugar. Llegaron al ascensor. _____ presionó el número 7 y la caja de metal comenzó a ascender. La chica de ojos esmeralda tomaba su casco con fuerza, lastimando su propia mano. Sentía su cabeza dar vueltas, pero no podía ser posible. No bebió nada.

Las puertas se abrieron dejando lugar a un largo pasillo con varias puertas. Llegaron hasta la número 792. La chica ruda sacó el mismo llavero donde colgaba la llave de la motocicleta y abrió la puerta.

A pesar de la apariencia del edificio por fuera, el apartamento de _____ se veía realmente bien. Cómo si estuviera nuevo.

-Deja el casco aquí -apuntó uno de los tres sofás. Lauren obedeció. -¿Tienes hambre?

Negó con la cabeza. -No.

-Bien, porque no hay comida -rió.

La ojiverde daba un vistazo a todo el lugar: tres sofás en la sala y una televisión frente a ellos, más adentro la puerta que daba a la cocina. Al lado derecho de la pequeña sala dos puertas más, que supondría sería el baño y la habitación de la pelinegra.

-Ojos lindos -la llamó. Volteó a verla. -... sé que tal vez esperabas algo mejor, pero es todo lo que tengo.

-Es perfecto, deja de esforzarte de más -sonrió.

-¿Tienes sueño? -la otra asintió. -Entonces a la cama -caminó hacia una de las puertas que, en efecto, era su habitación.

Y era justo como la imaginó.

Un gran estante de libros, discos de vinilo y un toca discos sobre un escritorio. Una enorme cama al centro, perfectamente hecha con varios cojines. Una ventana con una suave cortina, el armario con un póster de My Chemical Romance.

-Las camisas están hasta abajo -anunció a sus espaldas. -Toma una, y a la cama.

Lauren abrió el armario visualizando toda la ropa de _____. Pantalones rotos negros y celestes, zapatos de un estilo retro. Camisas de todo tipo. Indecisa cogió la primera que encontró.

-¿Puedo usar el baño? -volteó hacia la más alta, encontrándola sólo en ropa interior. Bajo su vista al suelo de inmediato. La otra rió.

-Sí, es la puerta de al lado -colocó su camisa. La ojiverde asintió, controlándose a sí misma para no regresar su mirada al cuerpo de la pelinegra. Salió de la habitación directo al baño para poder despojarse de su ropa y colocarse la ropa de _____, que le llegaba a los muslos.

Volvió a la habitación encontrando a la más alta acostada sobre la cama, con un libro en manos. La vio con una sonrisa.

-¿Qué lees? -la pelinegra alzó su vista para ver a Lauren vestida con camisa. Viajó su mirada a las espléndidas piernas de la ojiverde.

Bring Me Home (Lauren Jauregui y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora