— Hay reunión hoy —me informó Tina sacándome se mis pensamientos. Iría a visitar a Robert junior esa tarde y no tenía idea de qué llevarle. Tener una hermana exigente tenía sus contras, después de todo.
— ¿Otra vez? Hubo una hace solo unas semanas.
Sí, tan solo unas semanas atrás nos habían presentado al nuevo maestro de gimnasia que reemplazaría a Jake. Leíste bien, no revises de nuevo. El mismo profesor que hace un año enamoraba y engatusaba a todas las féminas de este lugar ahora renunciaba a su puesto.
Estaba orgullosa de él por eso. Luego de cuatro meses de relación, lidiar con sus emociones negativas se le había vuelto insoportable y eso nos afectaba a ambos de una forma u otra. Eso sin contar lo rutinario que se sentía para mi estar con él; lo apreciaba como persona, pero día a día sentía que estar juntos era otro compromiso de mi agenda que cumplir.
La situación llegó a tal punto de quiebre que empezó a afectar su salud, sus cambios de humor eran más constantes e incluso sus episodios de manía se volvieron frecuentes. Lo único que el especialista recomendó es que renunciara a todo, que tomara un break en su vida y se concentrara en mejorar. A ambos nos pareció lo mejor, creo que nos dimos cuenta de que lo nuestro se estancaba e incluso nos hacía daño.
Una mala decisión que al final afectó a todos.
Mi único consuelo era que él hubiera podido despegar a Nueva York antes de que todo se fuera más al carajo. ¿Será feliz? ¿Trabajará en lo que ama?
— Señorita Holmes, ¿me ayuda? —preguntó el director con un paquete de folletos en la mano.
Pestañeé un par de veces para volver a la realidad. Últimamente me costaba mantenerme concentrada en algo, mi mente divagaba con preguntas sin respuesta inmediata, preguntas que ni siquiera el único amigo de Aiden que conocía, me podía responder.
El señor Morgan sacudió con suavidad la mano en la que tenía los folletos.
— Claro señor —respondí en cuanto entendí a qué se refería.
— Dale uno a cada profesor.
Obediente rodeé la mesa gigante de la sala entregando a cada profesor su respectivo volante. Tomé asiento junto a Tina, que fue la última en recibir el suyo.
— Creo que estamos todos —comenzó el señor Morgan. Pero su discurso se vio interrumpido por el rechinido de la puerta, detrás de ella apareció una de las profesoras de ciencias, una mujer joven con el cabello envidiablemente arreglado y un atuendo formal que discrepaba de mis jeans y camisa a rayas.
— ¿Podríamos apurarnos? Tengo exámenes que preparar —dijo sin más y tomó asiento junto al señor Morgan.
Yo estaría temblando como un pollo.
— Bien —continuó el director pacientemente—. Ya que estamos todos, quiero que revisen la información en los volantes que les entregó la señorita Holmes.
— ¿Qué volantes? —interrumpió de nuevo— ¿Por qué no me entregaron el mío?
Será porque llegas tarde. Dah.
— Aquí tiene señorita Dallas —caminé hasta su dirección y le entregué el suyo. Me miró de arriba abajo inspeccionando mi vestimenta con cierto dejo arrogante que me hizo encorvarme queriendo desaparecer.
— Gracias.
— Bien. Como pueden ver en la información, se acercan las vacaciones de verano y las universidades más prestigiosas del país han organizado una capacitación especial que se realizará en la ciudad de Nueva York. Este evento irá enfocado en los educadores, se titula El Arte y la Educación en la Modernidad, contará con la presencia de más de veinte artistas famosos que serán instructores, pedagogos de la universidad de Harvard que tendrán talleres y exposiciones relacionadas con la temática.
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Nuestra Canción| #2 Serie Crespo
RomanceHa pasado un año desde que Phoebe Holmes hizo su elección, una elección guiada por falsas expectativas que resultó en absolutamente nada, o al menos eso es lo que ella cree. Una capacitación, un encuentro y una canción le ayudarán a enseñar aquello...