El Delirio De Mi Salvador

Capitulo Dos.

-No, no es eso-le dije algo avergonzado.
-Bueno...-sonrió tímidamente.- Dime ¿Qué quieres que haga?-
-No lo sé-
-Entonces ¿Eres nuevo en esto?-
-¡NO!- grite algo ruborizado, no quería que ella... Bueno él, no quería que pensara que no tenía experiencia en esto -Es que realmente me han pillado-
-No lo entiendo-hizo una mueca confusa mientras se sentaba en la cama.
-Es que yo... yo realmente creí que eras una chica- dije rascándome el cuello.
-Puedo ser lo que tú quieras- volvió a sonreír.
-¡NO!- volví a gritar.
-¿Entonces?- su expresión en el rostro me indicaba que no estaba entendiendo nada, como explicarle que todo había sido una broma estúpida de mis amigos, bueno no tengo porque darle explicaciones, ni si quiera le conozco >>Entonces ¿por qué me comporto así?<<. -Creó que... Creó que prefiero verte sin maquillaje y sin ese vestido tan extravagante- le propuse, pero no como una propuesta indecorosa.
-Oh ya entiendo- sonrió y comenzó a desnudarse.
-¡No! aun no lo entiendes- mis mejillas se encendieron a ver su torso desnudo.
-¿Podrías ser más claro? Por favor-
-Olvídalo, mejor dime como te llamas-
-Como tú quieras llamarme- rió de forma tímida pero incitante.
-Basta, quiero saber tu nombre, tu verdadero nombre- dije mientras me sentaba a su lado.
-¿Mi nombre? Yo, yo...-hizo una pausa.-No lo recuerdo-
-¿No lo recuerdas?- fruncí el ceño, no sabía si estaba mintiendo o no.
-E-estado mucho tiempo aquí, me han llamado de tantas formas que...-
Lo interrumpí-No te atrevas a mentirme-
-Y-y-yo no, no estoy mintiendo, sólo que...-dijo titubeante
-Ahórrate las explicaciones, mi pregunta es muy sencilla ¿Sabes o no tu nombre?- dije algo desesperado.
-Yo...-hizo una pausa larga.-Sí, creo que si lo sé-
-Y bien ¿Cual es?
-Gerard...- Gerard ese es mi nombre- dijo bajito.
-Mi nombre es Frank, Frank Iero- intente sonreír.
-Esto es algo extraño- susurro
-¿Lo es? entonces ¿debería hacer esto?Me acerque a él, y coloque mi mano sobre su pierna semi desnuda mientras acercaba mi boca a la suya y sostenía su barbilla con mi otra mano.
-E-espera, ¿Qué estas haciendo?-
-¿No es esto para lo que trabajas?- le susurre al oído.
-P-pe-pero...- no deje que terminara de hablar.
-Eso creí...- me levante y camine hacia la puerta.
-Espera- me dijo
-¿Qué?-
-¿Ya te vas?-
-Sí- le respondí a secas, gire la perilla.
-¿Volveré a verte?a su voz sonaba desesperada.
-No lo sé- dicho esto abrí y salí sin siquiera dedicarle una mirada. Baje las escaleras y me encontré con Bob.
-Hey!- le dije
-Sr. Iero, ¿Tan pronto termino?-
-Joven, aun no soy casado- le respondí molesto ante su pregunta que decidí ignorar.
-Una disculpa, pero dígame ¿En que puedo ayudarle?-
-¿Mis amigos? ¿Les has visto?-
-Aun no bajan, están con unas bellas damas, al parecer siguen ocupados-
-¿Damas?- dije con sarcasmo.
-¿Puedo ofrecerle algo de beber mientras los espera?-
-No, regresare por mi cuenta-
-Esta bien, le acompaño a la entrada, y recuerde que siempre será bienvenido- dijo haciendo una seña con los dedos indicando que sólo sería bienvenido si traía conmigo bastante dinero.
No le dedique más que un "aja" salí de aquel lugar, tomé un taxi y me dirigí a casa.