Capítulo 11.

1.2K 94 3
                                    

El alcohol bajó por mi garganta ardiendo. A penas llevaba tres vasos, este era el cuarto y ya me sentía mareada. Mas bien, ya me sentía borracha.

-¿Qué tal, querida amiga? -preguntó Diana, mientras me abrazaba por los hombros. 

-Demasiado bien, diría yo. -contesté soltando una pequeña risa. 

La verdad es que el mecanismo de mi cuerpo me mandaba, mi cerebro procesaba lo que iba a decir, pero de mis labios salían otras palabras, cambiando totalmente la frase que había tenido en mi mente. 

-¿Darcy, estás borracha? -preguntó Will. 

"Sí."

-No. -reí aferrándome a su cuello una ves que Diana me soltó. 

-Wow, esto es nuevo, hermana. Jamás pensaba verte así. -dijo él riendo. 

No, joder, no estoy borracha. 

-¿Tienen más Vodka? -pregunté mientras caminaba había donde estaba Ryan. -Esto es demasiado bueno. 

-Sí, aquí hay, pero si sigues así no te daremos más. -dijo Delilah. 

-¡Por favor! ¡No seas aguafiestas! -rodé los ojos. 

-No estamos siendo aguafiestas, Darcy. Mira como te encuentras. -me regañó Max. 

-¿Por qué ustedes pueden beber y yo no? -pregunté. 

-Nosotros estamos acostumbrados a beber, no nos emborrachamos tan rápidamente. -contestó Scott. 

-Yo no estoy borracha, ¿acaso me veo borracha? -pregunté. 

-La verdad es que sí... 

-¡Pues no lo estoy! Quiero más Vodka. 

-Se ah acabado. -contestó Thomas. 

-Thomas, mi querido Thomas, mi querido vecino Thomas. -canté mientras reía. 

-Esto ya se está saliendo de las manos. -rió Fiorella. 

-Créeme que sí. -escuché que decía Morgan. -Pero... me han contado de que a los borrachos se les puede sacar información. -sonrió con malicia. 

-Eso es verdad. -sonrió Ryan. 

-¿Qué tienen en mente, queridos amigos? -pregunté mientras alzaba mi vaso al aire. 

Sentí que mis piernas comenzaron a temblar y mi cuerpo a perder energía. Miré a mi alrededor y a mi lado estaba situada la mesa, por la cual me apoyé tratando de disimular las nauseas que sentía en ese momento. 

-¿Qué te sucede? -preguntó William. 

-N...nada, hermanito. -balbuceé. -¡Hey!, ¿Por qué nadie me puede dar un poco de alcohol? 

-Porque se ah acabado. -contestó Max. 

-Eres un mentiroso, Max Horan. Estoy casi segura de que aún queda algo... 

-Si te damos, ¿dejarás de hincharnos los cojones? -preguntó Scott. 

-Por supuesto. -contesté sonriendo. 

-De acuerdo. -dijo Delilah y cogió mi vaso y comenzó a mezclar cosas en este.

-¿Qué le has echado? -pregunté mirando el vaso que me dio mi prima. 

-Sólo bébelo, ¿sí? 

-Bien. -gruñí. 

-¡Midnight memories! -chilló Diana. 

La hermana de mi ídolo 2: Midnight Memories. CANCELADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora