Crisantemo - Ningún amor será comparable al nuestro

Arco 2.15

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C032 - En la pared

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El vestido farol desapareció al instante.

Su Min no vio lo que pasó corriendo antes, pero para ser perseguido por el vestido farol, seguramente no era nada bueno. Tal vez era esa cosa sin piel de ayer.

Su Min no se molestó en pensar en nada más y rápidamente gritó: ―Chen Xingzhou deja de buscar. Acabo de ver el vestido farol.

Chen Xingzhou se sorprendió: ―¿El vestido farol está aquí para nosotros? 

Su Min dijo: ―No, el vestido farol está persiguiendo algo. Salgamos primero de esta habitación. Esto es peligroso.

Chen Xingzhou: ―Bien.

Su Min abrió la puerta y llamó a la puerta de la habitación contigua, despertando a Zhao Mingya y a Chen Yixin.

Las dos no estuvieron durmiendo en todo el tiempo.

Su Min había adivinado durante el día que el Tío He debía tener algo planeado para esta noche y podría aprovecharse de ellos mientras dormían, así que estaban en alerta.

Jiang Yunhuo se despertó confundido: ―¿Qué ha pasado? 

Su Min: ―Salgamos de este lugar primero y luego hablaremos.

No era la primera vez que salían de noche y ya se habían acostumbrado. Después de salir de la habitación comprobaron sus alrededores. No había nadie.

La isla estaba muy tranquila por la noche y sólo se oían los sonidos de los insectos y del viento.

Su Min sintió un poco de curiosidad por saber por qué el Tío He aún no les había hecho nada, pero entonces adivinó que probablemente estaba esperando a que estuvieran profundamente dormidos.

Después de todo, los estudiantes universitarios de hoy en día sólo se van a dormir en las primeras horas de la mañana.

Su Min aún recordaba la dirección en la que iba el vestido farol, y se acercó directamente.

Después de recorrer la mitad del camino, Chen Xingzhou finalmente se dio cuenta de por qué le resultaba familiar: ―Esta dirección parece ir hacia abajo de la montaña.

―Está bajando. Es el camino que lleva al mar.

―¿Va hacia la playa? 

Discutieron entre ellos en silencio. Como había luna, no les preocupaba no poder ver el camino.

Después de caminar unos diez minutos, los árboles se hicieron más finos y de repente escucharon un extraño grito.

Sonaba como si algo estuviera atrapado en la garganta.

Zhao Mingya se tapó la boca y señaló hacia abajo: ―¡Allí! 

Señaló a una docena de metros de ellos. No era un lugar que no conocieran, estaba cerca del pozo de los sapos.

El vestido farol estaba allí. No se podía ver lo que había dentro y sólo se veía el vestido ondeante.

Junto a la fosa había un hombre caído. Al igual que Chen Yixin entonces, había tropezado con el pozo.

El vestido farol lo rodeaba.

El tamaño del vestido era similar a los que llevaban las damas de la Europa medieval. Se hinchaba como un globo de aire caliente.