Crisantemo - Ningún amor será comparable al nuestro

Arco 6.7

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C117 - Percha

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Después de escuchar lo que dijeron, Song Nan Nan refunfuñó: ―Claro que pueden asustarse, pero, ¿quién se enfermaría por asustarse? No somos niños.

Xia He Yin dijo: ―¿Tal vez piensan que somos débiles? 

Para ser sincera, ella también sentía que su preocupación era extraña pero no podía explicar por qué. Ya que estaban preocupados por ellos, no podía decir nada al respecto.

Xia He Yin dijo: ―No nos hará daño de todos modos. Me pregunto si realmente pondrán el cadáver en su sitio.

Mientras decía esto, alguien delante ya había arrojado el cadáver de nuevo al mar.

Aunque el sonido de las olas era fuerte, el cadáver hizo un fuerte ruido al caer de nuevo en las aguas. Pronto desapareció bajo las olas.

Tang Yishu finalmente volvió a sus sentidos.

Después de experimentar algo así, ya no estaba ansioso. Ya ni siquiera quería ir al lado del barco. Rápidamente se apresuró a volver con Qin Mu Yin.

Qin Mu Yin estaba tan sorprendido que se quedó sin palabras.

Estaba bien que no se pudiera pescar un pez, pero no esperaba que apareciera un cadáver.

Y viendo el cadáver, era probable que hubiera ocurrido algo similar y que también se hubieran encontrado con una tormenta en el mar. Por desgracia, esta persona no tuvo demasiada suerte y no se encontró con un barco que la rescatara.

El hombre rapado vio a Tang Yishu alejarse y se sintió muy decepcionado. Rápidamente arregló su expresión y preguntó: ―¿Ya no pescas?

Tang Yishu sacudió la cabeza como un sonajero: ―Ya no.

Si acababa pescando otro cadáver, definitivamente tendría una pesadilla esta noche. Uno ya era difícil de asimilar.

El hombre de mediana edad con gafas ya había recogido su caña de pescar. La lanzó de nuevo al mar: ―Quiero seguir pescando. Por si acaso consigo algo.

La mujer de pelo corto se rió: ―¿Cómo puede haber tan buena suerte?

El hombre de mediana edad sonrió: ―Eso no es necesariamente así. Si consigo atrapar algo, ustedes no tendrán una parte.

Al oír esto, la mujer de pelo corto resopló. No refutó sus palabras, pero se notaba que no estaba de acuerdo.

Todavía había un cubo lleno de agua de mar sentado en el costado. Se balanceaba junto con el barco.

Por parte de Su Min, sintió que a esa mujer de pelo corto no le gustaba realmente ese hombre de mediana edad. Probablemente eran sólo conocidos normales.

Adivinó que todos los presentes probablemente no eran amigos a largo plazo.

Tal vez fue porque su suerte era mala, ese hombre de mediana edad con gafas no acabó atrapando nada después. Estaba muy decepcionado.

Su Min y Su Ying se quedaron mirando a un lado.

Pensó por un momento y preguntó: ―¿Qué crees que están tratando de atrapar? 

Su Ying: ―Probablemente humanos.

Le pareció que la pesca normal no era posible. No era algo posible en una situación como ésta.

Su Min la miró: ―Es posible.

Después de todo, la pesca no tenía que hacerse en medio del mar. La mayoría de las pescas que veía en la televisión se hacían en la orilla. Nunca había oído hablar de la pesca en medio del mar de esta manera.