Crisantemo - Ningún amor será comparable al nuestro

Arco 7.3

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C142 - Pueblo

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―¿Empacaste todo? 

De repente escuchó una voz masculina. Cuando Su Min abrió los ojos, vio pasar una mano y la apartó inconscientemente.

La otra parte siseó de dolor. Se quejó: ―¿Qué estás haciendo? Te lo estoy recordando amablemente, pero tú me has golpeado.

Su Min finalmente pudo ver quién era la otra parte. Dijo: ―Lo siento, antes estaba perdido en mis pensamientos y no estaba prestando atención.

Evaluó su entorno y vio que estaba en un dormitorio.

Observando los libros de texto profesionales que había sobre la mesa, parecía tratarse de un dormitorio universitario. Además, esos libros eran de la misma especialidad que él estaba estudiando. No sabía cómo lo sabía Chen Su.

Pero después de pensar en ello, se dio cuenta de que su especialidad ya había sido revelada al público. Tal vez por eso Chen Su lo sabía.

La otra parte era un hombre delgado y con aspecto de bambú. Era la primera vez que Su Min veía a un hombre tan delgado.

El hombre delgado dijo: ―Tu teléfono acaba de sonar.

Su Min asintió. Alcanzó su teléfono y vio que era una llamada de alguien guardada como 'Mamá'.

Volvió a llamar. El teléfono no tardó en conectarse.

La otra parte era una mujer de mediana edad: ―¿Por qué no has contestado antes al teléfono? ¿Cuándo vas a volver hoy? Iré a comprar algunas cosas.

Su Min no tenía ni idea de cuándo iba a volver. Sólo podía poner el teléfono en modo altavoz y buscar en su teléfono.

Desafortunadamente, no pudo encontrar nada. Al final, sólo pudo inventar algo: ―Sobre las siete.

―Bien, presta atención a la seguridad mientras te diriges a casa.

Su Min tarareó en respuesta y colgó.

Su cuerpo físico parecía ser el suyo propio. Incluyendo los pequeños hábitos de antes, casi no había diferencia entre éste y su cuerpo real.

Debe haber algo en su teléfono.

Su Min buscó en su teléfono y finalmente encontró la respuesta en una aplicación de taxi. Se trataba de un pequeño pueblo. Sólo la tarifa en sí era de varios cientos de yuanes.

Debe ser realmente rico.

Pero eso era algo que se había arreglado hace mucho tiempo. Su Min no podía retrasar más las cosas y rápidamente llamó a un taxi.

Cuando salió de la residencia, se desvió para mirar la estructura tanto por dentro como por fuera. Era casi igual que su dormitorio. La única diferencia era la colocación de los libros y demás.

Su Min arrastró su maleta hasta un taxi.

El taxista se mostró un poco reacio cuando escuchó el nombre del pueblo: ―Ese lugar es demasiado remoto. No podré traer a ningún pasajero, así que perderé dinero de esta manera.

Su Min dijo: ―Entonces añade otros cien yuanes.

Conductor: ―Trato hecho.

Aceptó sin dudarlo.

Su Min: ―........

El conductor ganó cien yuanes más, por lo que su corazón se llenó de alegría. A lo largo del camino, tocó muchas canciones y cantó con él. Su Min, por su parte, se quedó dormido con esas canciones.