Shamat |☆| Fate/ Grand Order: Babylonia [Gilgamesh]

|☆| III

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— ¡Espere, su majestad!— se escuchó la voz de Siduri detrás suyo tratando de alcanzarlo —. No puede entrar a si como así a la habitación de una dama.

— Yo soy el rey, puedo hacer lo que se me venga en gana.— expresó sin ninguna compasión. A un segundo de abrir la puerta de la joven.

— No, por favor. Recapacite. —trato de detenerlo pero fue en vano.

Y ahí está. Levantó la vista. Eran idénticos, incluso tenía el mismo color de ojos que Enkidu, esto no podía ser una coincidencia. De la nada su furia estaba por los cielos, esto tenía que ser una broma de los dioses.

— Tú...— se acercó sin dudarlo un segundo y la sostuvo de los hombros haciendo que se levantará. Era inevitable observar el terror en sus ojos— ¿Quién te envío? ¡Respondo!

— ¡Por favor, su majestad! ¡Pare!— expuso la castaña intentando calmar el temperamento de su rey que estaba por los cielos.

— A-Ah-m...— se notaba que intenta hablar lo mejor que podía a pesar de la situación, pero le era imposible. No le dejaba de temblar el cuerpo y las lágrimas comenzar a correr por sus mejillas, todo gracias a la repentina reacción de Gilgamesh.

— Por favor, de sé cuenta de lo que está ocasión—Siduri no dudo ni un segundo en envolver a la joven en sus brazos —. Esta asustada.

— ¿Asustada...?— apenas estaba reaccionando a sus actos, miro la escena.

— Si, de usted—lo miro con fiereza antes de dirigirle una suave mirada a la señorita mientras acariciaba su melena verdosa—. Tranquilizate cariño.

Esta simplemente se dispuso a asentir levemente mirando a un punto no fijo hasta que sus miradas chocaron. Vio como sus lágrimas seguían cayendo mientras lo observaba con temor, fue allí cuando sintió un dolor en el pecho. No podía seguir allí, solo dio media vuelta y desapareció del lugar.

Siduri tenía razón desde un principio, esa mujer era una maldición de los dioses, mostrarles la viva imagen de su amigo, parecía que querían abrir la herida que desde hace mucho tiempo atrás pensaba que por fin había cicatrizado.

Pero, ¿Por qué? Hace algunos años había hecho las pases con los dioses y ellos decidieron dejar de molestarlo, podría mencionar a Ishtar pero tenía varios años que no la veía, inclusive en su última visita que más bien parecía discusión no habían terminado tan mal en comparación con otras ocasiones, o por menos como para llegar a hacer este tipo de bromas de mal gusto con él.