La Trainee Escondida | bangtan, iz*one

Aburrimiento Máximo

Nunca en mi vida me sentí así. Estoy tan aburrida que estoy haciendo tarea de la escuela, repito, estoy haciendo mi tarea. Quiero decir, la verdad es que soy una persona muy responsable y siempre cumplo con mis tareas, pero... ¿no les ha pasado que están tan aburridos, a tal punto de hacer sus tareas? Aún tengo tiempo para hacer todos mis deberes, pero ya he terminado con todas que ahora estoy estudiando para mis exámenes que... ya pasaron.

¡AGH!

Ya llevo más de un mes en casa de mi hermano y ha pasado aproximadamente 52 días desde que IZ*ONE esta inactivo.

Mis miembros... las extraño.

No es que no nos veamos o no nos hablamos, es todo lo contrario. Todos los días hablamos por el chat grupal que tenemos y al menos una vez a la semana salimos a comprar, comer o lo que sea. Estamos más unidas que nunca, aunque extrañamos el escenario, pero más que todo...

Extrañamos a WIZ*ONE.

Estamos en hiatus, tanto así que ya se me acaban las ideas de qué hacer cuando estoy en casa sola.

Los chicos están muy ocupados con las presentaciones de fin de año. Siempre llegan a casa a altas horas de la noche y solo van a sus habitaciones a dormir. Los entiendo, sé cómo se siente, pero el problema es que...

Quiero volver a sentirlo.

Quiero un comeback con mis miembros, quiero volver a pararme en el escenario, quiero ver a WIZ*ONE. Siento que he perdido una parte de mí al estar solo en casa sin tener promociones.

— ¡Ya llegamos, SuNi! — escuché gritar a SeokJin y nuevas voces se escucharon desde la puerta.

Salí de mi habitación y me dirigí a la sala en donde ellos estaban dejando sus cosas. Verlos así me recordaba cuando llegaba al dormitorio y EunBi-unnie nos gritaba por dejar nuestras cosas tiradas por todo el lugar.

Un día, unnie se levantó de noche. Pero debido a la oscuridad no alcanzó a ver el peluche de perrito en el suelo y se resbaló. Salimos asustadas por el grito y ella solo estaba en el suelo quejándose de dolor en su espalda. No fue nada grave, pero fue muy gracioso porque Eunbi-unnie parecía una ancianita con su espalda adolorida.

Solté una carcajada al recordar eso, pero cuando miré al frente, los siete chicos me miraron con una ceja alzada.

— ¿Qué? — pregunté confundida.

— ¿Por qué te ries? — preguntó HoSeok con una sonrisa burlona.

— Oh, no es nada. — negué, pero sus rostros me avisaron de que querían que les contara. — Bien, solo recordé a EunBi-unnie caerse en el dormitorio porque dejábamos nuestras cosas tiradas. Fue gracioso porque unnie parecía como una ancianita con su bastón.

Los chicos sonrieron y me miraron con nostalgia.

— Las extrañas, ¿no es así? — dijo NamJoon mirándome con una sonrisa, mostrando sus hoyuelos.

— Como nunca. — asentí y me dirigí hacia la mesa para coger una manzana.

Los chicos me siguieron. SeokJin dijo que iba a cocinar algo para la cena y YoonGi se acercó a ayudar. TaeHyung cogió el control remoto y prendió la televisión.

— ¿Desde cuándo tu cabello es morado? — apuntó JungKook hacia mi cabello. Yo alcé una ceja, confundida.

— Tonto, he estado así desde que llegué aquí. ¿Desde cuándo tú tienes tatuajes, uh? — apunté su mano esta vez. JungKook observó su mano y luego río. — No veo mi nombre, ¿dónde está?

— ¿Quieres uno? Ok, ¿dónde lo quieres?

— ¡Yah! ¡Jeon JungKook! Deja en paz a mi hermana

— ¡Pero ella empezó! — JungKook bufa levemente mientras que yo río orgullosamente, pero mi mirada se desvia hacia el televisor al escuchar el nombre de IZ*ONE.