Tres días.
Tres días desde que había hablado con Emily por última vez, nunca me contestó. No sé qué había hecho mal. Tal vez si me excedí, tal vez nunca debí de haberle pedido que salieramos, fue una decisión estúpida.
Estúpida como todas las decisiones que hago. No sé en que momento pensé que invitarla a salir era una buena idea, cuando claramente no lo era.
Hablé con Natalia, Camille y Olivia para que me dijeran que pensaban ellas.
Olivia me dijo que seguro Emily había perdido su celular, o que había decidido tomarse un descanso de las redes sociales. Lo que me pareció una completa idiotez.
Camille dijo que a lo mejor se había puesto muy nerviosa porque yo le gustaba a ella y que seguramente nos íbamos a terminar casando. Otra idiotez.
Natalia sabía algo, pero se reusó a decirme. Le pregunté si ella había hablado con Emily e hizo de todo para evitar mis preguntas o evitar hablar de ella. Así que Nat sabía lo que había pasado, pero no me quería decir nada.
Mientras me hundía en la angustia de no saber dónde estaba o por qué no me había respondido, me di cuenta de algo.
¿Por qué me importaba tanto?
