Estuve toda la semana esperando a que fuera sábado de nuevo, se me hicieron los 7 días más largos de mi vida. En la mañana de sábado, desperté de muy buen humor. A toda mi familia se le hizo raro, pero no me importaba nada más que ver a Emily.
Ya había escogido mi ropa, y hoy no había señor de la lavadora, nada podía salir mal. Me arreglé unas tres horas antes, no comí para poder hacerlo con ella. Habíamos planeado ir al parque y luego a cenar.
Una vez que dio la hora, salí de mi casa muy emocionada, traté de ir lo más rápido que pude. No le había contado nada a Natalia porque se ponía rara con este tema, prefería que mi amistad con Emily fuera un secreto. Esperaba que ella tampoco le hubiera dicho, no quería lidiar con las cosas raras de Nat en estos momentos.
