Capítulo 2. La boda

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Narrador:

El día de la ceremonia había llegado, Shaka era preparado por su hermano en su propia habitación mientras que Aioria se preparaba en la habitación del rey Shijima, ambos estaban felices y entusiasmados pues Aioria se había enamorado completamente de Shaka y había entendido el porqué de la molestia del príncipe Mu.

-Estoy nervioso hermano. -Dijo el pequeño príncipe.

-Tranquilo Shaka, es normal que te sientas nervioso... Es tu boda, un día muy especial.

-¿Puedo? -Acercó sus pequeñas manos al vientre de su hermano y este asintió con la cabeza.

Cómo buena señal el bebé de su hermano se movía bien, sentir sus patadas ponían tranquilo a Shaka y eso lo ponía más ansioso sobre querer un bebé.

-Shaka, por favor promete que serás muy feliz...

-Sí hermano lo prometo, seré feliz!

-Muy bien, pero recuerda esto... Cuando el sacerdote te diga que si quieras ser esposo del príncipe Aioria debes decir No.

-¿No?

-Exacto... Por lo que más quieras, no digas que Sí, tú sólo responde No.

-Está bien hermano.

-Shaka, llegó la hora. -Dijo el rey llevándose así de la mano al pequeño príncipe.

Asmita estaba nervioso deseaba con toda su alma que su hermano dijera que No, una vez que ellos se fueron de la misma manera partió hacia la iglesia donde se llevaría a cabo la boda.

-Te ves hermoso hijo, eres un niño muy bueno Shaka, lo sé.

-Gracias papi, soy muy bueno porque quiero ser un buen rey cómo tú!

-Entonces si quieres ser un buen rey deberás decirle que Sí al príncipe Aioria.

-¿Uh? Pero Asmita dijo que...

-Tu hermano sólo estaba jugando, tú debes decir que sí.

-Está bien papi.

El rey abrazó a su hijo, sabía que Asmita tenía razón y que Shaka sólo era un niño pero no podía ir en contra de las leyes aunque así lo quisiera, tampoco podía desperdiciar la oportunidad de que Shaka o sus nietos heredaran todo lo que el príncipe Aioria tenía.

Así fue cómo llegaron hasta la iglesia, varias personas, reyes, príncipes, duques y muchos más estaban ahí para presenciar la maravillosa boda del tan amado príncipe Shaka.

Asmita sostenía la mano de su esposo con cierta fuerza mientras este trataba de calmarlo aunque era inútil, Shaka estaba feliz de decirle que sí al príncipe Aioria.

La ceremonia duró casi una hora pues debían leerse las leyes que establecían que al aparecer el primer celo de un príncipe Omega éste debía unirse en matrimonio con el príncipe que ya tenían destinado sus padres, el rey Shijima prometió darle la mano de su hijo menor al príncipe Aioria desde que este era un bebé, así cómo se lo había prometido al príncipe Mu en caso de que su situación fuera a mejorar.

Al final, tanto Shijima cómo Shaka terminaron eligiendo a Aioria, uno por todo lo que le pudiera ofrecer a su hijo y el otro porque se había enamorado a su corta edad y al poco tiempo de conocerse.

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