Capítulo 3. El príncipe

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Narrador:

Ikki estaba emocionado de tener un hermanito, el primer hijo ya sabía hablar perfectamente y cada vez que podía se acercaba a ver a su recién nacido hermano.

—Cariño tenemos que ir, una reunión muy importante se hará en el Reino de mi padre.

—No podemos irnos con los niños... Shun recién acaba de nacer y se puede enfermar.

—De todos modos tenemos que ir, es nuestro deber cómo Reyes.

—Dame un minuto...

El rey Shaka fue hasta donde su más fiel sirviente se encontraba.

Kanon, necesito un favor...

—Oh, por supuesto rey Shaka.

—El rey Aioria y yo tenemos que salir de emergencia, necesito que cuides a Ikki y a Shun.

—No sé preocupe rey Shaka, con gusto cuidaré a los príncipes.

—Te lo agradezco mucho!

Y así los Reyes partieron de Francia para ir hasta los aposentos del rey Kaiser, al parecer uno de sus hijos estaba por tomar el trono a pesar de no tener una pareja, era el próximo sucesor por lo que el hermano menor, Aioria debía estar presente para la presentación del nuevo rey.

Kanon se despidió de los Reyes cómo siempre soportando los gestos de desprecio del rey Aioria, pero sonriendo por las despedidas tan emotivas del rey Shaka.

—¿Puedo cargar a mi hermanito?

—Claro que sí pequeño Ikki, ven.

Kanon sentó en sus piernas al pequeño niño y sobre este puso al bebé con cuidado, vigiló a ambos niños pero algo extraño sucedía... Kanon no podía dejar de mirar los hermosos ojos verdes del pequeño bebé.

†13 años después.†

—Príncipe Shun venga, es hora de vestirlo!

—Ya voy Kanon!

Después de tanto tiempo, Kanon se volvió un sirviente de confianza también para el joven príncipe Shun, pero había algo que ninguno de los dos podía negar, ambos estaban enamorados uno del otro.

—¿Que usaré hoy?

—El rey Shaka pidió que lo vistiera con su vestido de seda.

—Está bien.

Aioria escuchaba la conversación desde afuera, esperando el momento perfecto para culpar a Kanon de algún crimen.

Aioria. —Dijo Shaka.

—¿Que sucede?

—¿Que se supone que estás haciendo?

—Estoy vigilando que no pase nada...

—Ya basta. —Shaka lo interrumpió, sabía lo que quería. —Ve a ver a Ikki, quiere tu ayuda.

—Ya voy. —Aioria se fue a la habitación de su hijo mayor con cierta molestia.

Shaka después simplemente se fue del lugar mientras Kanon y Shun seguían con lo suyo.

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