"¿Qué demonios eres?"

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Mis pies comenzaron a moverse como por arte de magia. Comencé a correr lejos de donde me encontraba, lejos de donde se encontraba mi objetivo asesino.

—Deja de correr. Te encontraré aunque no lo quieras—me dijo mientras corría empedernido tras mis pasos.

No le obedecí y de un momento a otro estaba en el aire, sobrevolando el mar. El chico comenzó a mirar a todos lados menos arriba. Gracias al cielo.

Me quedé suspendida en el aire por varios minutos, mientras que el chico se metía nuevamente en su casa. Ahí yo busqué un árbol, uno que estuviese cerca de la casa de él y que estuviese lo suficientemente alto como para que no pudiese dirigir sus ojos sobre mi.

Me dejé caer sobre un enorme álamo y comencé a vigilar cada uno de los movimientos de quien estaba totalmente confiada que era Kyung Soo.

El chico estaba impaciente, miraba por la ventana a cada segundo y mordía su labio al no encontrar nada a que matar.

—¿Cómo te encuentras?—me preguntó Lay.

—Con una adrenalina indescriptible en mi cuerpo. Acabo de escaparme de Kyung Soo y estoy viva para contarlo—respondí riendo— Pensé que tendría un aspecto mas aterrador, como pelos en cada parte del cuerpo, una boca gigante o aunque sea orejas de lobo...pero solo es un chico de mediana estatura y medio flacucho.

—Las apariencias engañan, Annie.

Por una razón desconocida aquella frase quedó guardada en el baúl de "recuerdos permanentes" en mi memoria. Decidí cambiar de tema para no entrar en detalles.

—¿Cómo van las cosas por allá?

—Todo muy bien, o sea no tanto. En el entrenamiento de hoy murió Eddy, el chico tenía un gran potencial. Qué lástima.

—¿Contra quién se enfrentó?—pregunté anonadada. Me había enfrentado con Eddy en el segundo entrenamiento y realmente era un buen chico.

—Contra tu primera contrincante. Suzanne.

—Wow, esa chica si que esta feroz.

—Uno de los chicos está empezando a sentir cosas por ella. Qué idiotez—me dijo riendo.

¿Alguien?, ¿Y si ese alguien era Junmyeon? Juro que si llego a salir viva de esta isla, y si el chico era Junmyeon, lo mataría por hacer quemar mis neuronas pensando en él tan intensamente.

—¿Qué chico?—mi voz tomó un ligero tono de impaciencia.

—No es Junmyeon, no te preocupes. Es Jong Dae, por lo que me contó Junmyeon—rió— Se convirtió en un chismoso.

Me reí y Lay siguió hablando de las cosas que había pasado hoy, como que Chanyeol resbaló en el barro provocado por la lluvia, y como Baekhyun hizo estallar la camilla en donde yo había dormido por estar jugando con Min Seok. Realmente nunca pensé que aquel chico tan serio y misterioso fuese tan inmensamente bueno para hablar.

—Junmyeon me acaba de decir que quiere que tengas fuerzas, que ya extraña sentir tu aura cerca—dijo con voz pícara— ¿Qué pasa acá?

—Hmm... que yo sepa nada—reí tontamente y él también lo hizo— Espera—le dije alerta, Kyung Soo había salido de la casa.

Me quedé mirando cada uno de los movimientos que le chico hacía y este nuevamente se sentó en la escalera y comenzó a jugar con sus manos, pero esta vez en vez de hacer fuego o agua, hizo tierra. Un montón de tierra que se elevó en el aire y esparció por todos los lugares de la isla solamente con un soplido.

Inevitablemente comencé a toser. Siempre tuve mala resistencia al polvo, y al parecer eso no se había quitado con la mutación.

Un Kyung Soo alerta, luego de escuchar mi tos comenzó a caminar en círculos, mirando algún lugar donde yo pudiese estar. Este chico era un maldito genio.

Me moví del árbol en el que estaba y me dejé caer en uno que estaba a pocos metros de distancia del que recién me había ido.

Me arrodillé entre las ramas y seguí mirando al chico.

Esta vez me dejé sorprender de manera espeluznante. Habían cinco chicos alrededor de Kyung Soo, este les decía algo que no alcanzaba a percibir por la distancia mientras miraba a la misma nada. Ellos asentían y luego de recibir "instrucciones", comenzaron a caminar por diferentes lugares.

"Éramos doce en entrenamiento, seis eran Alphas y seís eran Omegas. Todos estan esparcidos por en algún lugar del mundo".

recordé las palabras de Minseok y realmente me sentí más asustada que nunca. Los cinco chicos que habían estado hablando con Kyungsoo eran los demás Omegas. Hay seis omegas tras mis pasos. Eso era totalmente terrible.

—Lay—repetía de manera pertinente en mi cabeza.

—¿Qué ocurre?

—Todos los Omegas habitan esta misma isla. Todos están buscándome.

Las lágrimas comenzaron a caer de la nada por sobre mis mejillas. De un momento a otro sentí como el clima se tornaba nublado y un estruendo en el cielo indicó que la lluvia comenzaría a caer en cualquier momento. Demonios, lo único que me faltaba.

Intenté pararme en el tronco en que estaba apoyada para poder sobrevolar el bosque, pero en un intento fallido mi bolso cayó al piso haciendo sonar como un balazo la tierra.

Miré abajo, en el lugar en donde cayó aquella idiotez y me maldije interiormente millones de veces al ver que Kyung Soo era el que estaba buscando en aquel lugar. Su rostro inexpresivo comenzó a mirar hacia arriba y de un solo impulso comenzó a volar para llegar a la punta del árbol. Donde yo me encontraba.

Me hundí sobre mis propias rodillas, no bromearía si dijese que estaba casi orinandome en los pantalones.

Después de unos segundos sentí otro peso en la rama, haciéndola tambalear y haciéndome gemir de temor. Miré hacia en frente y Kyung Soo se dirigía a mi con una sonrisa en la cara. Una frívola sonrisa que me causó un escalofrío de pies a cabeza.

—¿Pensabas que podrías escaparte de mi tan fácilmente?—me dijo poniéndose de cuclillas, tomando mi mentón con verocidad e impulsándolo hacia arriba para mirar mi rostro.

—N-no—dije sollozando—No me hagas nada, por favor.

Él apretó con mayor fuerza ambos costados de mi cara. Quería que lo mirara a los ojos, y yo no despegaba mi vista de mis pies.

—Maldita sea, ¡Mírame!—gritó enfurecido, hundiendo sus dedos en mi mejilla. No obedecí—Mírame a los ojos si no quieres que te mate acá mismo.

Con mucho temor miré a Kyung Soo, quién al ver mis ojos se impresionó. No lo demostró en su rostro, pero sí sus gigantescos  ojos.

—Ojos morados—susurró—¿Qué demonios eres?

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Biological Love [BL #1 | D.O]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora