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Estaba en el sillón mirando las noticias, porque soy una vieja de setenta años, cuándo escuché que golpeaban las manos, si chicos acá no hay timbre, se hace mucho gasto. Con paja camine hacia la puerta, encontrándome con mi novia.

Después de dos semanas aparece asi de la nada y con una maleta al lado. No entendía nada.

Me quedé mirandola fijamente como si fuese alguien  desconocida, y es que así lo sentí estás últimas semanas, una desconocida.

Me miró de completamente, como si no me viese en años, aunque solo habian sido dos semanas.

Me sonrió tiernamente con sus ojos brillando, ese brillo que tenía cada vez que veía algo que le gustaba, esa sonrisa que le alegraba las mañanas completas, hoy la sentía desconocida.

Porque después de dos semanas se aparece así como si nada, cómo si todo va a volver a su lugar, después de dos semanas sin responder un puto mensaje, una puta llamada, aparece así como así.

Valentín apareció por atrás abrazándome sorprendido de que Serena esté aca.

—Me van a dejar pasar o interrumpo su  momento de parejita feliz—exclamó haciendo un paso para adelante.

—Venís una semana dos semanas después y te haces la capa, las cosas no son así. Yo preocupada por vos, llorando, mandandote mensajes, preguntándole a todos donde estabas y como estabas, y vos muy de joda con tus amigos. No me molesta que te hayas ido de fiesta POR DOS SEMANAS, me molesta que ni siquiera te tomaste el tiempo de responderme un puto mensaje, AUNQUE SEA UNO. — hablé mientras un mar de lágrimas salía de mis ojos.

—No sabes lo que me pasó Marlene, no hables si no sabes, ¿me dejas explicarte todo?— me miró seria.

—Si pasa, y espero que haya sido por algo importante.

—Te lo tengo que decir a solas, no puede estar Valentín. —miro de arriba abajo a Valen. ¿Que le pasa, dios?.

—El se va a quedar acá mientras vos explicas porque desapareciste dos semanas.—dije mientras abrazaba fuertemente a Valentín como una nena chiquita.

—Bueno, pero no me interrrumpas mientras hablo, y promete porfavor que vas a tratar de entenderme. — largó un suspiro mientras miraba sus manos nerviosa.

—Mar, creo que yo acá estoy de más, te espero arriba ¿Dale?.— me dijo Val, mirándome con una sonrisa pasmada en su carita.

—No, quédate conmigo por favor—hice un leve puchero convenciendolo.

Serena miraba la escena fijamente, en sus ojos se reflejaba tristeza, enojo, rabia y decepción. Sea lo que haya pasado en estas dos semanas voy a a escucharla y apoyarla en todo lo que pueda, al fin y al cabo es mi novia de hace años, pero nunca había desaparecido asi dos semanas.

Algo en ella pasaba y podía notarlo, nunca tuvo actitudes tan de mierda, nunca rebajo a nadie con la mirada, siempre te hablaba tranquila, y era muy raro verla enojada.

Seis años se fueron a la basura, o eso siento.

Como dicen siempre "nunca terminas de conocer a las personas".

Estaba pensando, pensando en ¿Por qué las actitudes de Serena cambiaron de que un día para otro?.

Todo se habia ido a la mierda ese día en que viajamos a ver a mi amiga, pero sigo sin entender.

Le pregunté a los chicos si querían algo para tomar y me fui a la cocina a preparar unas chocolatadas con azúcar, y unas medialunas que habían quedado del desayuno que preparo mi hermano.

Cuándo tuve todo listo lleve las cosas en una bandeja hacía el comedor.

Ambos se encontraban mirándose fijamente, como si sabian lo que el otro iba a decir.

El ambiente estaba tenso, muy.

Me senté al lado de Valentín después de acomodar las cosas en la mesita que se encontraba en medio de los sillones.

—Te voy a contar todo, solo si vos no me interrumpis.—dijo ella para luego tomar un poco de chocolatada, solo asentí.— Hace más de un mes me enteré que tengo leucemia, la cuál está muy avanzada. Acá no hay medicamentos para poder tratarla por eso tengo que viajar a Córdoba, también porque mis papás quieren que esto se trate lo más profesional posible y tenga el mejor tratamiento y poder mejorar lo antes posible, estas dos semanas que no estuve fui a ver los departamentos en Córdoba para poder instalarme los antes posible y terminar esto de una vez.

Cuando dijo todo eso me quedé totalmente impactada. Serena siempre fue muy sana, nunca tuvo signos de tal enfermedad.

Lágrimas empezaban a caer por mis mejillas, no podía creer que esté pasando por esto.

La persona con la que compartí toda mi vida está pasando por está situación de mierda.

—Y bueno, los últimos dias los pasé con mis amigos y primos de allá porque no los voy a poder ver por mucho tiempo, yo le pedí a mi mamá que no dijera nada y menos a vos para no preocuparte y hacerte sentir mal. Este tratamiento puede durar entré un año o menos, depende como mi cuerpo acepte los medicamentos.— llorábamos las dos, éramos un mar de lágrimas, llorábamos por todo, porque sabíamos que esto era el final de nosotras, que podía llegar a terminar todo entre nosotras

Me acerque a hasta ella y la abrace, la abrace fuerte, no quería soltarla, no iba a dejar que se vaya, menos después de contarme todo esto.

—Y... ¿C.. cuándo te vas?— pregunté trabandome  mientras la miraba a los ojos.

—En dos horas sale el vuelo.—me respondió.

—¿Por qué no me avisaste antes Serena? nos íbamos juntas por lo menos.

—No Mar, no quiero que vengas conmigo y te pierdas un montón de cosas lindas por estár conmigo. Además si el tratamiento no funciona...

—Ni lo digas. Pero entendeme a mi, yo quiero que superemos esto juntas, no podes tirar seis años de relación a la basura.—  no quería escucharla más, porque más hablaba, más me lastimaba.

—Es por tu bien, podemos hablar cuando quieras y yo te voy a contar cosas sobre como avanzo en esto.— se acercó y me beso.

Un beso lleno de amor y tristeza, porque sabiamos que era el último, tal vez la última vez que nos veamos.

Me abrazó contra su cuerpo mientras seguía el beso, me tomó de las mejillas secando todo rastro de llanto, sonreímos  en la mitad del beso para luego terminarlo.

Abrazada a la persona que formó parte de toda mí vida, y me enseñó que nunca hay que rendirse.

—No llores mi amor, te prometo que cuándo me cure, voy a volver.— me sonrió chiquito para volver a abrazarme, esta vez más fuerte. — además te dejo con gente que te quiere y te va a cuidar mucho— argumentó mirando a Valentín.

Agarró su valija y caminó hasta el auto de su Papá, se subió y me saludo con una sonrisa en su cara.

Valentín me abrazaba consolandome, y diciendo que todo iba a estar bien.

Y se fue la persona más linda que me crucé, la persona con la que compartí momentos únicos.

Pero era hora de cerrar etapas y abrir nuevas.









➿➿➿
MIL GRACIAS POR EL 1k.
Estoy re agradecida por el apoyo que tiene, posta muchas gracias por leerme, los tkm. 
Voy a estar inactiva los próximos días porque me voy a la playa con toda mi familia y quiero disfrutar el momento. Así que nada.
Y me re ayudaría que las personas que leen votarán.

𝙋𝙡𝙖𝙯𝙖;𝒘𝒐𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora