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Madrugada

Salí corriendo de casa sin saber dónde carajos ir, estaba sola en éste momento. Había discutido con mí mamá porqué tenia baja una materia en específico, pero ella quería que pase sin ninguna baja a quinto año pero no soy una persona que puede con todo, aveces solo no.

Iba tan rápido que no me di cuenta a donde iba. Llegué a una Plaza a 7 cuadras de mí casa, muy lejos para la hora que es, busqué un banco o algo para sentarme pero no encontré, entonces me resigne y me acosté en el pasto. No traía el celular en la mano para fijarme dónde estaba, solo tenía una tableta con chicles de menta.

No sabía cuánto había pasado desde que salí de casa pero seguramente ya habían pasado más de cuatro horas que estoy en esta plaza. De tanto pensar en cosas sin sentido me termine durmiendo en el piso de aquella plaza desconocida. Me dormí hasta que sentí que alguien me movía, asustada me abrí los ojos para ver de quien se trataba.

Era un chico bastante alto con un piercing en su ceja con unos ojos de color azul muy intenso, qué en este momento se encontraban rojos y chinitos por causa de que estaba fumando, me quedé tildada mirándolo hasta que habló.

- Eu wacha ¿Que haces acá? te puede pasar algo estando sola, estás regalada en esta plaza.- Y tenía razón las cosas en Argentina no estan para que esté sola en una plaza a la madrugada y sola.

-Ya sé que me puede pasar algo pero no tengo a donde ir y no sé donde estoy.- Y era verdad no tenía dónde ir y tampoco sabía que tan lejos de casa estaba. - Sabés que hora es, es que no tengo nada para ver la hora.

- Ee... Si son las cuatro y veinte de la madrugada- Era de madrugadas eso sabía porque ya estaba amaneciendo, ya estábamos casi en verano por eso.- ¿Tenes frio, sed, hambre algo?- Preguntó y yo largué una risa por su preocupación hacia mí.

-No, estoy bien gracias.- Sonreí para que no se preocupe.

No sé pero por alguna razón este pibe me generaba seguridad y tranquilidad, y sentía que era alguien con podías hablar horas y horas sobre cualquier cosa y nunca te ibas a aburrir. Salí de mis pensamientos cuando el volvió hablar.

-¿Me puedo sentar con vos o te molesta?- Solo le respondí con "si" y el se sentó a mi lado, nos quedamos en completo silencio pero no era incómodo para nada, lo único que se escuchaba era el sonido de los grillos y uno que otro pajarito. Decidí cortar el silencio porque al menos a mí ya me estaba incomodando.

- ¿Qué hacías por acá a estas horas?- Me animé a hablar.

-Nada estaba aburrido en casa y pinto venir por aca, ¿Vos qué hacías por aca?.- me respondió

-Nada pelee con mí vieja y salí de casa corriendo sin ver a donde iba.-

-Aa... Y ¿Como te llamas? Digo porque estamos hablando y no se cómo es tu nombre.- largué una sonrisa y le respondí:

-Me llamo Marlene pero me dicen Mar así suena más lindo.-

-Que lindo nombre, yo me llamo Valentín y me dicen Valentín ahre- me reí tan fuerte que el me quedó mirando y después de un rato comenzó a reírse conmigo.-Na joda, me dicen tin, valo o val, así me dicen mis amigos.

- Que lindo nombre y el abreviado de tin me gusta mucho.- respondí con una sonrisa y es que en serio hasta su nombre era lindo.

Nos quedamos hablando un rato sobre muestras vidas y cosas flasheras, como si creía en los astros etc. También me quiso convidar de lo que estaba fumando y yo me negué y le expliqué el porqué no le había aceptado, y la razón era muy simple a causa de lo que el estaba fumando perdí muchas personas y fuera de eso no me gustaba que la gente lo haga, ya que sabía las consecuencias del porro, pero también sabía que cada uno es libre de hacer lo que quiera.

Pasamos muchas horas hablando que cuándo nos dimos cuenta ya era de dia, y el tenía que volver a su casa y yo a la mía. Nos despedimos y cada uno se fue por su lado, no mentiría si digo que me encantaría volver a verlo.






















➿➿➿
Bueno acá voy de nuevo, con esta mierda, espero que les guste y si no les gusta me dicen, que tengan un lindo día

𝙋𝙡𝙖𝙯𝙖;𝒘𝒐𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora