No me ves y no espero que lo hagas. Siempre estoy ahí, detrás de todos viéndote. Esperando que necesite ayuda para aparecer como el héroe sin recibir nada a cambio...
Pero no importa, yo lo daría todo por ti.
No me critiques. Lo que hago no es malo...
El llanto de Kevin cesó tras un rato de estar entre mis brazos y sentí como si mi mundo volviese a girar, como si el oxígeno entrara de golpe en mis pulmones y las ganas de seguir viviendo regresaran a mí después de haberme abandonado.
—Te amo Kevin... — le susurré tras un rato de haberlo abrazado y consolado. Sentí como se quedó quieto y como su cuerpo se tensó ante esas palabras, probablemente estaría confundido; hace tan solo unos minutos le había dicho que no lo quería, aunque cuando lo dije ni siquiera yo mismo pude creerme.
Acuné las mejillas de Kevin entre mis manos haciendo que me mirara y sus ojos no podían brillar más de lo que ya lo hacían, sequé con los pulgares los últimos rastros de sus lágrimas y lo vi sonreír; Es probable que esa sea la vista más hermosa que haya podido ver de él.
—Y no creo que sea posible dejar de amarte así como lo hago... — Dejé un suave y lento beso en su frente, disfrutando de cada sensación al hacerlo: de su piel contra mis labios y de su liso cabello oscuro rozar contra mi nariz dejando un cosquilleo. —Porque solo tú puedes hacer a mi corazón latir, porque solo quiero ser tu héroe y porque solo por ti haría lo que fuese. —
Las manos de Kevin por fin me volvieron a tocar, pero esta vez fue debido a un fuerte abrazo que rodeó mi torso y sentir todo su cuerpo chocar contra el mío... me desquició todos y cada uno de los sentidos. Por primera vez en tanto tiempo pude tocar a Kevin, pude abrazarlo y besarlo y pude decirle lo que por tanto tiempo Chanhee impidió que le dijera. Ahora supongo que es normal que me sienta tan abrumado como el día en que nuestros labios se rozaron por primera vez.
Otra vez mi cuerpo no me hace caso, quiero hacer con Kevin todo de lo que me privé mientras me mortificaba en ese rechazo que nunca llegó. Quiero sentir su respiración contra mi cuerpo y su voz cerca de mi oído, quiero morirme en este olor que desprende su cabello y quemarme con el calor de su piel.
Lo amo, lo amo inevitablemente.
Desde un principio siempre fue enfermizo esto que siento por él, esto que me hace querer morir por él y sin él.
Puedo dañar a todos a mí alrededor sin darme cuenta y puedo ignorar al mundo sin querer, porque cuando tengo a Kevin en frente; mi mente funciona diferente, lo que quiero es diferente y quienes me importan al final nunca son tan relevantes cuando Kevin se hace presente.
No veo a nadie que no sea a Kevin, en mi mente no hay otra sonrisa que no sea la de Kevin y no hay otra voz que resuene en el ambiente que no sea la de Kevin. Para mi este chico es mi todo y lamento no haberme animado a proclamarlo en voz alta desde antes, lamento haberme dejado llevar tanto por el miedo a no ser correspondido como a ser visto con desprecio (incluso más de las que creí que ya recibía) y haberme tardado tanto en aceptarlo... y supongo que lo lamentaré hasta el último día, pero por ahora disfrutaré esto.
Los brazos de Kevin no me soltaron por un buen rato y yo tampoco quise alejarlo.
Mucho tiempo intentando alejarme para hacerlo feliz como para querer separarme justo ahora.
***
El momento era perfecto en cada sentido y lo único que logró opacar y destruir la belleza de la escena empezó con un pequeño estallido algo agudo y desesperante que no atrajo nuestra atención sino instantes después en el que fue precedido por una explosión que nos alertó.
Kevin resbaló tres escalones hacia atrás, lo detuve a tiempo antes de que ambos fuéramos arrastrados por la gravedad al primer piso por casi 10 escalones.
La casa tembló como si solo debajo de ella las placas tectónicas hicieran desastre.
Los ojos de Kevin envueltos en miedo por lo inesperado del ruido y la conmoción de su casi caída se abrieron ampliamente, saliendo corriendo en dirección a la cocina, las ollas habían quedado encendidas.
Habían sido quizás unos 15 minutos más, pero bastó con un pequeño descuido para que la cocina se encendiera en vivas llamas que Kevin trataba de apagar.
Enfocado en las llamas que se acercaban a la puerta de la cocina, Kevin poco prestó atención a las que se esparcían detrás de él por las ventanas, consumiendo las cortinas recogidas y cerrando las salidas.
El fuego en sí aparentaba ser poco, pero porque hasta entonces solo estaba en la cocina; sin importar si apagaba las hornillas o si vertía un balde de agua fría, sería imposible apagarlo, no voy a negar que como todo ser humano tenía miedo de que me consumieran las llamas, si hubiese podido habría salido por la puerta principal en tan solo segundos, pero Kevin estaba dentro de la cocina sin poder salir y aunque siempre fue mi problema el quedarme inmóvil ante lo inesperado, no podía solo quedarme del otro lado, siendo inundado por el olor a quemado, sabiendo que la persona protagonista de mis sueños estaba dentro de una hoguera.
En cuestión de segundos, rompí la puerta que, a punto de ser leña para fuego, estaba frágil. Entré y saqué a Kevin cargado en mi espalda, quizás me quemé las piernas o los brazos, pero tenía que sacarnos de ahí, pues Kevin rápidamente se había ahogado con el humo y estaba casi desmayado, su tos seca sonaba cerca de mi oído y mi corazón podía salirse de la desesperación; a mí tampoco me quedaba mucho aire y con la hiperventilación que ahora estaba tomando era aún más difícil para mí respirar o siquiera pensar.
Tal vez romper la puerta al comienzo no habría sido la mejor opción, pues, al salir de la cocina, que ya estaba completamente perdida, el fuego tomó la mesa y los muebles de la sala, las pequeñas decoraciones de tela y los estantes con incontables cosas inflamables y más de una vez sentí los adornos de vidrio estallar a mis espaldas mientras subía las escaleras esperando idear una salida estando en el segundo piso.
Corrí al baño en cuanto lo vi abierto, pronto empecé a sentir el ardor de las quemadas en mi piel y vi mis manos abultadas con algunas ampollas de tonos oscuros.
Dejé a Kevin dentro de la bañera y abrí el grifo dejando que al agua fría cayera sobre él, lo escuché gritar cuando el agua tocó su espalda, lavé mis manos restregando las ampollas en mis brazos, la piel parecía querer caerse, pero el dolor no se comparaba con la impotencia de no saber dónde o como poner a Kevin para que las quemaduras (que obviamente eran graves) no le doliesen. Tomé una toalla y la mojé, saqué a Kevin de la bañera y salimos del baño con prisa. Él tenía la cara bañada en lágrimas y varias quemaduras en los hombros y la espalda, cubrí su cabeza con mis brazos y le coloqué la toalla húmeda en la cara.
Una vez en el pasillo, el fuego comenzaba a tomar las escaleras y el piso se empezaba tornar más caliente, la alerta de incendió había comenzado a sonar hacía rato con su chirrido sofocante e incesante, al cabo de unos segundos el agua comenzó a caer de las regaderas contra incendios, pero, aunque si bien el fuego se opacó lo suficiente como para disminuir el humo y dejarnos respirar esa misma agua hizo corto circuito con los enchufes de luz. Un chispazo en cada conector y luego todos los bombillos del segundo piso explotaron.
En el baño; la luz estalló y los vidrios se esparcieron por los charcos de agua, y en la oscuridad pude ver explotar el calentador del agua, realmente agradezco haber salido de ahí. El grito y miedo de Kevin ante cada chispazo lo hizo resbalar y me obligó a enganchar mi brazo quemado al suyo para sujetarlo, inevitablemente la sangre de mi brazo comenzó a salir por las ampollas y la piel irritada. Ahora no había luz, maldita sea.
¿Cómo mierda llegamos a esto? maldije en mi mente, estando de espalda contra la puerta del cuarto de Sunwoo, el fuego estaba viniendo de frente a nosotros.
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el mundo tiembla porque es una actualización, síiiii! en lo que la historia termine le pasaré corrector a cada capitulo °u° disfrútenlo y no se olviden de comentar y votar.
EDIT: Acabo de pasarle el corrector a todos los capítulos.