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Un pequeño niño se encontraba leyendo un libro romántico el cual había tomado de la biblioteca privada de su progenitora, era algo nuevo para el encontrarse con un libro así en el estante de libros de su madre.

Estuvo acostado bajo una pequeña mesa que le pertenecía a la ya menciona habitación hasta que sintió como dos manos lo tomaban de los tobillos arrastrándolo fuera del sitio en el que acostumbraba leer.

-¡Lázaro! ¿¡Que haces aquí!? -Pregunto en un susurro su madre notablemente molesta.

-Eso mismo debería preguntarte yo a ti ¿Acaso no deberías estar con papá? -Pregunto el pequeño levantándose del suelo y extendiéndole el libro a su madre, la cual le arrebató el libro de las manos y devolviéndolo a su lugar.

-Lo estaba hasta que alguien se escapo de la criada.

-Perdona, madre, es solo que sabes que me aburro muy fácilmente y decidí venir a leer alguno de tus libros. -Se excuso el pequeño.

Su madre lo observo un momento para después de pensarlo un poco agacharse a su altura.

-Vale, vale, puedes pasar todas las veces que quieras siempre y cuando no dañes nada de aquí y que tu padre no se entere. -Dijo compresiva. -¿Entiendes? -Pregunto mirándolo a los ojos con un poco de duda.

-Entiendo.

La mujer de cabellos dorados se levanto de su posición para buscar algún libro entre los estantes y sentarse en una de las sillas a leer junto a su pequeño y amado hijo.

Es un poco curioso el como una persona puede ser cegado por el poder y la vanidad.

Sangre Derramada 【Diabolik Lover x Male!Reader】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora