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El pelinegro se encontraba sentado en un taburete mientras acomodaba un yeso improvisado para el pelirrojo.

La rubia le ayudaba de enfermera ya que había convencido al miope que tal vez el pelinegro necesitaría ayuda.

Claro que el pelinegro aun no entendía porque era tanto el escándalo por parte del pelirrojo.

—Eres un jodido vampiro, el brazo se te sanara en unos dos días ¿Asi que porque haces tanto escándalo? —Hablo el pelinegro haciendo una mueca de fastidio.

—¡Lázaro! —Regaño la rubia frunciendo levemente el ceño. —Disculpate ahora mismo on Ayato-kun por haberle dicho algo cruel.

El pelinegro volteo a ver a la rubia frunciendo su nariz mientras el pelirrojo reía fuertemente.

—Eres una pesada… —Murmuro el pelinegro. —Yui necesitó un poco más de vendaje ¿Podrias traer un poco? —Pidio el pelinegro con amabilidad.

La rubia asintió y salió corriendo de la habitación del pelirrojo dejando a ambos chicos solos.

El demonio sonrió victorioso, era increíblemente fácil cambiarle el tema a la rubia por lo distraída que era pero esa sonrisa se distorsiono a una tierna al escuchar como el pelirrojo chasqueaba la lengua.

—Es una lástima que te hayas golpeado tu mismo el brazo mientras que intentabas gol-pe-ar-me. —Comento el pelinegro viendo a los ojos al pelirrojo. —¿Como crees que reaccionara Reiji-san al saber que su medio hermano intento golpear al invitado especial~? —Pregunto el pelinegro llevando su mayo derecha hacia su mentón.

El pelirrojo estuvo a punto se contestar pero cerro su boca inmediatamente, el pelinegro tenia razón, claro que no lo admitiría.

—Claro que podría decir que te golpee con una silla porque intentaste moderme pero… ¡Que lástima que no lo haré! —Rio suavemente. —¡Aunque podría hacerlo por algo a cambio!

—¡Ore-sama no hará trato alguno con un estúpido humano! —Exclamo con arrogancia el pelirrojo.

—Oh… que lastima… Entonces supongo que no tendré que seguir actuando contigo —Dijo el pelinegro volviendo su cara a una seria.

—Ore-sama quiere saber que es… —Fue interrumpido por el pelinegro.

—¿Que es lo que intento decir? Es bastante simple de explicar… mientras que con los demás actúe respetuoso o incluso tierno contigo seré un completo mal nacido, en pocas palabras haré que mi estancia aquí sea tu infierno personal. —Explico mientras su sonrisa se ensanchando hasta que se torno una mueca deforme mostrando dientes afilados cual cuchillas, en cuanto a sus ojos se tornaron completamente negros.

—Lázaro-kun, traje las vendas. —Aviso la rubia entrando a la habitación.

El ambiente era pesado a tal punto que la rubia pensó en que tal vez había sucedido algo malo mientras no estaba allí.

—¿Sucede algo? —Pregunto inocentemente la rubia.

—Muchas gracias, Yui. —Agradeció el pelinegro mientras se acercaba a la rubia y tomaba las vendas que esta había traído. —¡No pasa nada! Puedes estar tranquila solo estábamos hablando. —Le sonrió alegremente a la rubia.

[…]

—Me entere que Ayato-kun no ira a la escuela~ —Hablo el castaño sentándose al lado del pelinegro. —¿Acaso le sucedió algo, La-zá-ro~?

—Bueno… accidentalmente lo golpee con una silla y se ha roto su brazo. —Explico mientras se rascaba su mejilla.

—Y tendrá un castigo por eso. —Exclamo el miope frunciendo levemente el ceño.

El auto quedo en completo silencio, ninguno de los presentes emitía una sola palabra.

Y así pasaron todo el camino hasta llegar a la dichosa secundaria.

El pelinegro espero a que todos salieran para poder salir tranquilamente de aquel vehículo mientras esperaba pudo escuchar gritos de chicas que provenían de afuera, estas voces gritaban cosas realmente sucias.

Hizo una mueca de asco, seguramente aquellas chicas eran algún tipo de admiradoras locas.

En cuanto la rubia salio del vehículo todos los gritos se callaron instantáneamente como si la rubia fuese algún tipo de peste o algo por el estilo.

«“—¿Que si eso me hizo enojar? ¡Pues claro que si! Nadie despreciaba a Yui sin salir en pequeños trocitos de carne"»

El pelinegro salio del vehículo tranquilamente con una sonrisa que desprendía una alegría exagerada.

Fue cuando los susurros comenzaron, la multitud se preguntaba quien era aquel chico de cabello negro y ojos tan azules como el cielo, solo una de las chicas de aquella multitud se atrevió a preguntarle al pelinegro.

—¿Que quien soy yo? Soy un estudiante de intercambio de estados unidos y el hermano político de Komori Yui.

“Si el cazador quería terminar la caza matando al león ¿Porque no emboscarlo y despedazarlo hasta la muerte?"

Sangre Derramada 【Diabolik Lover x Male!Reader】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora