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—¿Lazaro-kun? —Llamo dudosa la rubia mientras entraba a la habitación del pelinegro.

La rubia observo la habitación que se encontraba desierta, desde hace tiempo llevaba buscando al pelinegro y no lo encontraba por ningún lado.

Cerro la puerta lentamente para ir en busca del pelinegro pero su búsqueda fue detenida por cierto vampiro pelirrojo con complejo de rey.

—Ore-sama tiene sed, te ordeno a que me des de tu sangre. —Ordeno con arrogancia el pelirrojo.

A la rubia le recorrió un escalofríos desde la espalda hasta la nuca.

—A-Ayato-kun, Y-yo estaba…— Tartamudo la rubia mientras miraba con miedo al pelirrojo.

El pelirrojo fruncio el ceño con notable molestia.

—¿¡Acaso estabas esperando encontrar al humano ese!? —Pregunto molesto el pelirrojo.

La rubia empezó a sudar en frío y temblar, no sabia que decirle al pelirrojo para que no dañara a su amigo por culpa de sus celos.

—¿Y si lo hiciera que? —Pregunto sonriente cierto pelinegro que se encontraba al lado de la rubia.

Un silencio sepulcral invadió el pasillo, sólo se escuchaban los rápidos latidos de la rubia.

—¿Que sucede? —Pregunto alzando su mentón con arrogancia viendo al pelirrojo. — ¿Acaso el vampiro les comió la lengua? —Río fuertemente el cínico pelinegro.

Las fuertes risas del pelinegro se vieron interrumpidas por un fuerte golpe que sonó por todo el pasillo.

Los rosados ojos de la rubia se abrieron como platos al ver como el antebrazo del pelirrojo apretaba con fuerza el pecho del cínico pelinegro.

La rubia dirigió sus manos a su boca con terror, no sabia que debía hacer en ese momento y la expresión de dolor y quejidos del pelinegro no la ayudaban.

No tenía suficiente fuerza ni el valor para separar al pelirrojo, estaba aterrada.

—¡Voy a dejarte como una maldita pasa, humano asqueroso! —Amenazo el pelirrojo mientras mostraba sus colmillos.

—¡I-Iré por Reiji-san! —Aviso la rubia saliendo de su trance y de un momento a otro salió corriendo hacia algún lado de la gran mansión.

En cuanto el pelinegro se aseguro de que la rubia ya se había ido, su expresión cambio a una completamente sería.

—Quitame tus asquerosas manos de encima. —Ordeno frunciendo levemente la nariz.

El pelirrojo río con sarcasmo ante la orden del contrario.

—¿Y porque Ore-sama debería obedecer a un estúpido humano? —Pregunto con su típico tono arrogante.

El pelinegro chasqueo la lengua fastidiado de la actitud del contrario, ¿Porque diablos el pelirrojo era tan molesto?

—Odio… —Dijo el pelinegro tomando el brazo del contrario. — Que seres inferiores… —Siguió hablando el pelinegro mientras apretaba el brazo con fuerza. — Desobedezcan mis órdenes.

El pelinegro apartó el brazo del pelirrojo bruscamente y lo apretó con fuerza.

De repente se escucho el sonido de un hueso rompiéndose con brusquedad.

—¡Mierda! —Grito el pelirrojo eufórico tomando la parte afectada con su única mano buena. —¿¡Como diablos…!?

—¿Que es lo que sucede aquí? —Pregunto el segundo hijo de la familia Sakamaki apareciendo frente al del demonio.

El pelinegro puso sus ojos en blanco, había olvidado su plan por culpa del pelirrojo y ahora tenia que poner su imaginación a volar.

—¡Reiji-san, menos mal que llega! —Actuó el pelinegro colocando una expresión de terror, si algo sabía hacer bien, era mentir.

El de lentes acomodo sus mencionados lentes -como maña que había tomado con los años- al ver como su hermano menor se retorcía en el suelo por el dolor.

—¿Como Ayato se rompió el brazo? —Pregunto volviendo a su actitud sería.

—¡Maldita sea, Megame! ¡Tengo el puto brazo roto por culpa de esta rata asquerosa! —Grito con desesperación.

Interiormente el pelinegro se arrepintió de lo que hizo.

«—¡Mierda! Debí de haberle roto ambas piernas.»

—Te explicaré todo en cuanto le hayamos acomodado el hueso a Ayato. —Propuso para ganar tiempo y poder inventar alguna historia creíble.

Sangre Derramada 【Diabolik Lover x Male!Reader】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora