Tradicional || Sesshinu ||

XV

Miroku ignoró el llamado y continuó su camino, no creía que se fueran a referir a él, y si lo hacían, pues le llamarían de nuevo ¿verdad?

— ¡Oye!

Ahí estaba de nuevo esa voz, disimuladamente miró hacia la dirección del llamado y observó a un joven alfa que se encontraba parado con una mirada seria. Miroku supuso entonces que no era a él a quien llamaban ya que no le dió señal alguna de un intento de charla, avergonzado caminó en dirección del chico, tenía la intención de pasar cerca suyo y disimular el hecho de haber volteado. Justo cuando estaba a unos pasos de distancia el joven le habló.

— ¡Oye tú! Te llevo hablando desde hace horas ¿Podrías prestar atención? — por el tono de su voz se notaba algo molesto y también frustrado. El Alfa estiró su mano y abrió su Palma — mira esto es tuyo, se te cayó cuando chocamos, cuando me di cuenta ya habías desaparecido y te estuve buscando. Esto es muy importante debes tener bastante cuidado, no puedo creer que no te hayas dado cuenta que se te cayó esto. Mira sé que estabas mal pero...

Miroku vió aquel objeto que representaba su rango, no se había dado cuenta que se le cayó, no entendía muy bien por qué aquel alfa le estaba regañando de ese modo, pero suponía que era por el hecho de que es algo de mucho valor, y que no puede ser perdido, pues es ya un símbolo que lo representa como un omega de alto rango. Pero aun siendo así, él piensa que ese no es motivo para que el Alfa muestre ese tipo de preocupación por un objeto que le pertenece a un omega, más si es desconocido y agregándole un extra, la situación en la que se le cayó no fue nada buena, ni para dar una buena primera impresión, en pocas palabras el Alfa no tenía por qué buscarlo, o tal vez sí, tal vez sus lágrimas y el estado tan deplorable en el que se encontraba cuando chocaron, fue lo que impulsó a encontrarlo, solo por lástima. Ya se encontraba siendo y viéndose miserable al chocar, después de perder su palillo y darse cuenta de esto, tal vez hubiera sido un Alma en pena durante el tiempo que tardaría en encontrar lo perdido. Tal vez eso es lo que pensó el Alfa y por eso lo buscó presuroso, concluyó.

— Gracias por preocuparse en devolvérselo — hizo una reverencia al Alfa— lamento causar todo este alboroto, le he fastidiado la fiesta...

— Tómalo — dijo mientras cogió la mano del omega y le depósito el objeto — no me fastidiaste nada, por así decirlo me hiciste un favor, tenía que mantener mi mente ocupada y lo logré mientras te buscaba.

— Nuevamente... gracias — sonrío y colocó el palillo en su cabeza, de donde no debe salir nunca — ¿Cómo puedo pagarle?

— Como dije, tengo que mantener mi mente ocupada, por lo que veo estas solo, al igual que yo ¿Disfrutamos del resto de la noche juntos?

— No sé si deba...

— Solo te pido compañía, no tengo ánimos para buscar algún omega, quiero estar tranquilo, yo ya tengo a alguien en mi corazón, solo que no puede ser eso posible... — Kouga recordó ver a Inuyasha junto al otro alfa mientras buscaba al omega que lloraba. Sus ojos se llenaron de tristeza inmediatamente y Miroku reconoció la tristeza de un corazón roto, el también lo tenía, así que supuso que estaba bien hacerse amigo del Alfa, después de todo parecía ser una buena persona.

— Entiendo, está bien. — dijo por fin.

Ambos caminaron y se adentraron nuevamente en la feria, las luces eran hermosas, todo el lugar tenía faroles de colores distintos, creando así un ambiente casi mágico para los jóvenes que buscaban el amor ese día.

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