Tradicional || Sesshinu ||

XVII

— Tu madre...

— Sí, pienso lo mismo — dijo mientras rodaba los ojos.

La mujer después de llevar a InuYasha prácticamente lo empujó al mayor, cogió a Jacken de la mano y se lo llevó corriendo.

— No me extraña tu actitud entonces.

— ¿Te atreves a insultar a mi madre delante mío? — InuYasha tiene un carácter explosivo, eso lo sabía el Alfa, era bastante fácil jugar con la mente del omega.

— Solo digo una verdad, tómalo como te resuene — dijo sin darle mucha importancia.

— ¡Uh! Pedazo de...

— Hm — asintió lentamente, como reconociendo que lo era. Inuyasha entendió esa burla perfectamente.

— ¡Aish! Te odio — dijo sin pensar bien lo que decía.

— Así que te importo — el Alfa usó un tono sutilmente sugerente, cosa que molestó al omega.

— Ya quisieras, pendejo — cruzó sus brazos e hizo su ya típica pose del mentón en alto y la cabeza girada hacía el otro lado.

— Eso solo lo afirma.

InuYasha siendo un omega no muy paciente y poco delicado, levantó un puño en alto y con la mano contraria señaló con su dedo acusador a su medio hermano.

— Escúchame bien — dijo con una vena saltando en su frente — ¡Tú nunca tendrás siquiera un poco de mi interés, me niego a querer a alguien como tú!

— Nunca digas nunca, InuYasha. El pez por la boca muere.

— ¡Prefiero morir! Si en algún momento me porto contigo como un inútil e indefenso omega, hazme el favor de matarme.

Sesshomaru ante esas palabras entrecerró los ojos, se acercó peligrosamente a su hermano menor y le susurró muy cerca al oído.

— No firmes tu sentencia de muerte, InuYasha.

El rostro del omega  se encontraba de un tono carmín, empujó a su hermano con furia ¿Que había dicho ese idiota?

— Te estás burlando de mí — cogió del cuello de la prenda al mayor y lo acercó a su rostro — yo mismo me aseguraré de matarte de la manera más cruel cuando tenga la oportunidad. No sabes cuánto te detesto, desearía que padre viera la clase de escoria que eres...

A lo lejos un Alfa con aspecto lobuno; que buscaba a un omega de prendas violáceas; vió la extraña cercanía del Omega con su prometido, parecia que el omega hablaba plenamente con el otro, los vió interactuar bastante bien y observó como actuaban con aparente coquetería, la gota que derramó el vaso fue cuando observó aquella acción del omega, desde su punto de vista InuYasha estaba besando a Sesshomaru.

Con la mirada en el suelo continuó con su búsqueda. Ya lo sabía, no había por que tomarle tanta importancia, después de todo su omega se casaría con otro.