La fusta

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-Hoy jugaremos a algo diferente, te he traído un regalo, ábrelo. 

-¿Para mi? 

-Ábrelo. 

 Mi sumiso abre la caja que he dejado sobre la cama emocionado, pero al abrirla su cara es de asombro, con cautela toca lo que hay dentro, su curiosidad lo lleva a tocar las plumas negras y roza la vara con sus dedos. 

-¿Te gusta? 

-¿... Dolerá? 

-Sabes que jamás te dañaría. 

-¿... Lo deseas? 

Amo su mirada tímida, su mirada de sumisión, esa mirada que me dice que no está seguro de algo, pero si se lo pido lo hará. Me acerco a él por la espalda, lo abrazo y dejo mi cara sobre su hombro, toco su brazo y lo froto. 

-Lo deseo. Sin embargo si no quieres intentarlo, no te obligaré. 

-... Sabes que quiero complacerte... pero tengo miedo. 

-No te lastimaré, será a tu ritmo y a tu completa satisfacción. Solo déjame intentarlo, tu me detienes cuando quieras, sabes que pararé si así me lo pides. 

Mi sumiso asiente débilmente, pero no iba a desaprovechar la oportunidad. Le quite botón por botón la camisa, la baje un poco, dejando sus hombros expuestos para poder besarlo, no permitiéndole que me tocara, así sus emociones irán subiendo. Le quito por completo la camisa y la dejo a un lado de la cama, beso su espalda y comienzo a morder poco a poco su piel, de manera sutil y constante, sus primeros jadeos empiezan a salir, le abro el cierre del pantalón, al igual que el botón, no lleva cinturón así que mi camino es más corto. 

Le bajó los pantalones junto con el bóxer, me arrodillo y queda expuesto su trasero frente a mi. Beso cada cachete, los abro y lamo su entrada, un jadeo deseoso sale de su boca, inclina su cuerpo dejando sus manos sobre la cama permitiéndome tomarlo con profundidad, me tomo un tiempo chupándolo, comienzo a meterle los dedos uno por uno para prepararlo, su piel se eriza, su cuerpo me indica que lo que hago le gusta, le complace, es mio. 

Cuando siento que esta preparado, me levanto dejando un rastro de besos y mordidas sutiles en su piel, cuando llego a su espalda alta lo acarició del cuello, se incorpora buscando mis labios, los cuales lo reciben y se deleitan con su sabor. Lo giro para tenerlo frente a mi, lo beso con desespero, tomándolo del cabello, sutil pero con dominio, me acerco a su cuello para besarlo de la misma manera, sin que se de cuenta tomo la fusta con plumas, que fue lo que acarició anteriormente y le doy un azote con ella. 

No imaginé la reacción que tuvo, su cuerpo se derritió entre mis brazos, sus ojos los cerró disfrutando del golpe, su boca se abrió de una forma tan erótica, que me detuve solo para disfrutar de esa bella imagen que tenía de mi ángel. 

-¿Una más? 

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-¿Una más? 

-... Sí... 

Le vuelvo a dar otro azote con la misma fusta pero en el otro cachete, su reacción es exactamente la misma. Me complace saber que puedo jugar con él sin dañarlo y que como siempre mi ángel vence sus miedos frente a mi. 

Me separo de él, dejó la fusta en la cama, quito la caja, me desnudo ante él, lenta y sugestivamente sin dejar de mirarlo, él se muerde el labio inferior, tomó nuevamente la fusta y me acuesto en la cama boca arriba, me golpeo la mano con la misma fusta y le indico que venga hacia a mi. Sin dudarlo se acerca, se sube a la cama gateando, con una mirada de picardía que me enciende en ese momento. 

-Móntate. 

Sé sube a mi cuerpo, me da un beso sutil y me sonríe. Toma mi miembro, lo alinea y se lo mete, gime, se abre las nalgas para que mi penetración sea más profunda y comienza a moverse, tiene sus ojos cerrados, tomo la fusta y le golpeo una vez más. Echa su cabeza hacia atrás disfrutando del placer que le provoca, no deja de montarme y le doy un segundo, tercer, un cuarto azote. 

-... Para... 

Me detengo de inmediato, su cuerpo tiembla, temo por un segundo haberlo lastimado, así que dejó la fusta a un lado mío y le toco su nalga sobándola, solloza un poco, pero sigue moviéndose, me sigue montando, sigue disfrutando, lo tomo de la cadera, él  se eleva un poco y yo me muevo para penetrarlo, sus manos me indican por la forma en que las mueve, por como tiembla que le gusta lo que hago, abre sus ojos y lo miro con dulzura con amor, el mismo toma la fusta y me la entrega pero me la pone en el otro extremo, entiendo que aun le duele, pero quiere seguir disfrutando y complacerme. 

Sin dudarlo tomo la fusta y le doy en el otro cachete, cierra sus ojos, abre la boca y pronuncia mi nombre. 

-Todo tuyo mi ángel. 

Me galopa más tiempo y yo sigo dándole con la fusta, más sutil, más pausado, toca su miembro, quiere correrse, se bombea rápido, sin dejar de montarme. 

-... Una más... Una fuerte... 

Sus palabras son una droga, su cabalgata, su masturbación es más acelerada, su cuerpo me indica cuándo debo hacerlo y lo hago, no me contengo, le doy con la fusta fuerte, una sola vez y se corre.
Su manera de gemir, sus balbuceos, su piel chinita... al final cae sobre mi pecho y yo lo acaricio. 

-Gracias mi ángel. 

-Te amo daddy. 

 Nos besamos, le acaricio la cara, nos sonreímos y me pongo encima de él, ve con un poco de temor la fusta. Le beso los labios, tomó la fusta y la aviento a la caja. 

-Me has complacido, jugaremos otro día. 

Me sonríe y me besa con desespero, lo penetro y comenzó mi faena.

No bueno, me ha gustado mucho este fragmento! Espero a ustedes también. Creo que iniciamos bien el año, ¿no les parece?

Seguiremos con este fic por más tiempo, ¿cuánto? bueno hasta que la inspiración me ayude jajaja

Gracias por el apoyo lunitas!!!
El viernes iniciamos con un nuevo fic, como deseo mucho mucho su apoyo, las etiquetaré en ese fic también, esperando sus comentarios y votos!

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