Mi castigo.

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Ha sido un día pesado, el trabajo no resultó lo que esperaba, la Junta se retrasó, los papeles no estaban en orden, los aperitivos llegaron tarde y fríos, el proyector no funcionó. Me siento frustrado, pues mi trabajo es que todo se realice en tiempo y forma y que mi jefe siempre quede bien, pues confía en mi. 

Pero nada, nada resultó como lo deseaba y ello me deja un sentimiento de frustración enorme. Salgo de la ducha y me pongo un bóxer ajustado y corto, tengo calor y sigo alterado.

Me tumbo en la cama boca abajo con los brazos cruzados debajo de mi cara, él llega y me toma de las caderas, me acaricia las piernas y siento que no merezco de su atención, la he cagado en el trabajo. 
Se sube a la cama y me besa la espalda y la frota dándome un leve masaje, en los hombros, el cual agradezco, pero me duele horrible cuando presiona.

-Estás muy tenso mi ángel.
- Lo siento daddy, he fallado horrible hoy.
- Si, lo has hecho. Me pusiste en vergüenza con los accionistas.
- Lo lamento daddy, no fue mi intención.

Intento levantarme pero no me deja, sigue frotando y de alguna manera lastimando, en verdad estoy muy alterado tanto que los músculos me duelen al masajearlos.

Me baja el bóxer y enseguida lame mi entrada, pese a lo molesto que me encuentro y en el pensar que no merezco sus caricias, no le niego lo que desea hacerme, sé que él se encuentra igual o peor que yo y que su forma de desahogarse puede ser cogiendo, así que me preparo mentalmente para lo que viene.

- No te muevas mi ángel.

Lame mi culo tan suave y despacio, que me resulta tormentoso no moverme, pero debo atender todas sus peticiones, pero la forma en cómo lo hace es deliciosa, gimo de placer y él pellizca mi trasero, mete el primer dedo girando y me será imposible no moverme, estiró mis brazos y me sostengo de la sabana, es nula la lubricación, así que es algo dolorosa, sigue moviendo el dedo, gimo un poco está vez de dolor y saca su dedo de improviso.

Vuelvo a gemir aún más doloroso, se levanta, segundos después, vuelve a quedar entre mis piernas, pone lubricante y entra nuevamente, aunque sigue siendo doloroso, mete un segundo dedo y juega un poco en mi interior, me está gustando pero la tensión sigue ahí. 

Saca los dedos y un momento después sólo pone la punta  de su miembro en mi entrada, pero no entra, empuja un poco y sale nuevamente, ok ahora lo entiendo va mantenerme a la expectativa y deseando que me penetre y no lo hará, es cruel cuando hace eso, pues pese a que sé que merezco un castigo por todos mis errores en el trabajo, creí que, tendría un multiorgasmo y no será así.

-Daddy...
-Silencio mi ángel.

Escondo la cara entre mis brazos, no me gusta que se comporte así, me duele ser castigado.
Sigue atormentándome con su lubricación, con sus dedos entrando y saliendo, simulando embistes, puedo sentir sus pulgares abriéndome  tanto que siento que algo se reventara. Me levanta el trasero, busca mi miembro e introduce un anillo sexual, cierro los ojos luchando contra todo lo que desea, lejos de estimularme al máximo, no quiere permitirme terminar y si llego a hacerlo será sumamente extenuante.

Me deja en cuatro y por fin me penetra,  no deja de acariciarme la espalda, o de besarla, su miembro está como roca, sus embistes son rítmicos, duros y tocan mi punto más sensible, sin lugar a dudas me siento morir de placer, sé que no puedo tocarme, ni quitarme el anillo, pero como esto siga así, no tendré más opción que arrancarlo y terminar.

El tormento es duradero, siento llegar al clímax intensamente sin poder lograrlo gracias al anillo, mis jadeos y mis gemidos ahora parecen sollozos, es tanto el placer, que no logró controlarlo.

Detiene sus embistes y sale de mi, se acomoda en la cama a un lado y sé que no ha terminado, lo veo dubitativo pero me extiende su brazo para acostarme junto a él, esta completamente desnudo y aunque me regala una sonrisa, sus ojos me dicen otra cosa, me dejó caer en la cama, el roce de la tela en mi pene, me duele de una manera que quisiera frotarme y terminar, me acerco un poco, pero sigo boca abajo, el se acerca más a mi y nos ponemos uno frente al otro de costado, con mis brazos escogidos, él resguarda mi cara, me frota el trasero y es cuando siento la primera nalgada... 

Tan fuerte, tan marcada, que escondo mi cara en su pecho, la reacción de mi trasero es incluso de alejarse, duele como su puta madre, me quejo de manera fuerte y enseguida lloro, frota la nalga nuevamente y vuelve a golpearme. Una y otra vez hasta lograr diez nalgadas bien dadas.... gimo de dolor, sollozo fuerte en los últimos golpes, cuando deja de azotarme, me toma del mentón para poder verlo, mis ojos están acuosos, mi boca hecha un puchero tembloroso y sigo sin poder dejar de llorar.

Me besa en los labios, acaricia mi cabello. Y yo sigo llorando.

- Lo siento daddy.
 
Frota una vez más  y le suplico con la mirada que ya no me golpee. Se levanta nuevamente, pone mi trasero levantado y me penetra de golpe, el contacto que hace mi trasero con su abdomen, me duelen de igual forma, así que no dejo de llorar, baja un poco mi trasero, poniendo su mano en la parte baja de mi espalda y es cuando mi punto sensible es tocado dejando un placer en cada penetración.

Me quita el anillo y sigue penetrándome, unos segundos después me he corrido tal y como lo esperaba, violenta y satisfactoriamente.

Deja mi cuerpo descansar en la cama, va al baño, sale aseado y con una bata, toma una pomada y me la unta en el trasero.

-Descansa ángel, mañana será un día mejor y tu desempeño en el trabajo será eficiente como siempre.

Me da un beso en la cabeza y sale del cuarto. No tengo idea si debo ir tras él, Si debo agradecerle, odiarlo o amarlo un poco. Pero me duele tanto el trasero que sólo dejo mi cuerpo descansar en la cama y me duermo un buen rato.

Que tal les ha parecido el fragmento!????
No sé si me seguiría portando mal o que pedo! Pero Dominante tiene una forma muy peculiar de castigar!   
Bueno lunitas.... 93/100
Gracias!!!!!

DominanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora