Dominante

Un pequeño recordatorio.

Un Dominante debe mantenerse firme.

Un Dominante define hora y día para dominar.

Un Dominante no se puede dejar dominar.

Tal parece que a mi Sumiso no le ha quedado claro.

-¿Qué haces aquí?

-Te necesito.

Lo observo fijamente cuando entra a la oficina, sin duda es lo mejor que tengo, juega con sus manos por los nervios que tiene, sabe que no tendría por qué venir a intentar presionarme, de alguna manera me siento complacido de que sea tanta su necesidad que venga a pedirme lo que tanto desea, por otro lado me ofende, ya que quiere marcar el paso, como si tuviera alternativa de decidir cuando tenemos sexo. Si accedo a sus peticiones entonces después creerá que puede dominarme.

Mi deseo por él ha aumentado no lo niego, pero aquí el Dominante soy yo.

Me levanto de mi silla y rodeo el escritorio, y me presento delante de él. Su mirada es hacía el piso, es sumisa, sus manos siguen entrelazadas entre sí, no me mira, no se irá hasta obtener lo que tanto desea.

No tengo ningún problema en cogerlo sobre el sofá o el escritorio que es el que me queda más cerca, nadie entrará a la oficina pues antes deben tocar y si no autorizo que entren, no lo harán.

Tengo tantos deseos de tomarlo, pero debo ejercer mi autoridad. Y la mejor manera de hacerlo, es hacerle creer que ha ganado, dejarle en claro que no es así. Nunca lo será.

Lo tomo de la quijada para que obligarlo a que me mire, me sonríe tímidamente, le acaricio las mejillas, me mira a los ojos tan sumiso, tan entregado, que estoy a punto de dar un paso en falso. Lo atraigo hacía mí, cubriendo su nuca con mi mano derecha y con la izquierda su cintura, lo beso apasionadamente, quiero dejarlo sin aliento, quiero que sienta mi presencia, mi dominación.

Me froto sobre él para que sienta mi erección, le beso el cuello, siento sus manos acariciarme la espalda, hermosos jadeos salen de su boca, pasa una de sus manos a mi entre pierna, dejándola abierta y frota mi hombría, es tan delicioso el tacto, que sé que mis pantalones los dejaré húmedos.

Me separó súbitamente de él y lo arrojo hacía el escritorio, pone sus manos rápido para evitar golpearse, un jadeo deseoso sale de él, le bajo rápidamente los pantalones y el bóxer.

Su trasero es tan hermoso, suave, comienzo con la primera nalgada, se la doy fuerte, mi mano se marca en su nalga, las tonalidades que van cambiando entre amarillo, blanco y rojo, me han excitado siempre. sus manos las pone en puños, un jadeo de dolor es lo que me indica que va entendiendo.

Una segunda nalgada con la misma intensidad, aprieta los labios para evitar gritar, estoy sumamente excitado, con mil ganas de bajarme los pantalones y penetrarlo sin prepararlo.

Una tercera nalgada, deja caer su cara en el escritorio.

-Perdóname Daddy...

Una cuarta nalgada, un sollozo sale de él. Detengo mi tortura, estoy sudando y mi respiración es agitada por igual, me detengo, me recompongo, me ajusto mejor el saco y la corbata, le doy la vuelta a mi escritorio y me siento en la silla. se incorpora poco a poco.

-Te veo en casa mi ángel... recuerda que aquí el Dominante soy yo.

-...Sí Daddy...

Se viste lentamente y sale de la oficina, me recargo en el respaldo, recordándome a mi mismo, que yo soy el Dominante, que por más excitado que esté, que por más que el detalle de mi Sumiso me haya encantado, no debo caer en sus provocaciones.

Esta noche le recordaré lo bien que puedo hacerle sentir, tomo mi teléfono y envío una docena de flores a casa y mando a pedir una botella de vino. "No te preocupes mi ángel, que tu detalle será muy bien remunerado" 

Gracias por los ojitos lunitas!!!

95/100
En el "capítulo" anterior, creo que no a todos les llegó como debería, pero como que wattpad anda fallando, en fin, espero que puedan verlo, la cosa es que si tienen alguna pregunta para el Dominante o el Sumiso, me la hagan saber, despues sse responderan, puede ser por mensaje directo como algunas ya lo han hecho. O por Messenger.  Bueno lunitas las quiero!!!
Con cariño 💜Anny💜