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  El calor del sol abrazaba mi cuerpo, dejaba que el aire entre en mi y llene todas las extremidades hasta salir nuevamente en leves suspiros, la brisa acariciaba mi piel suavemente con imperceptibles cosquilleos en mi rostro, moviendo mi cabello de un lado a otro. Los pájaros cantaban en sinfonía, seguro comentándose sobre el bello día o reclamándoles el alimento a sus parejas. Esta última idea hizo que soltara una pequeña risa, despertándome de tan necesitado momento de paz.

Tomé mi celular para enviarles un mensaje a los demás. Nos encontrábamos ya en otro hotel cerca del final de la ciudad. Habíamos pedido tres habitaciones continuas para tener algo de privacidad después de tantos días viajando y conviviendo juntos. Un pequeño ruido de campana me avisó de la respuesta.

Acordamos cenar en el bar recomendado por los habitantes, nos encontraríamos en el lobby al caer el sol.

Me levanté del sillón que se encontraba en el balcón para ir por una ducha. El agua tibia me recorría entero, llevé mi cabeza hacia atrás para disfrutar las gotas sobre mi rostro. Suspiré...

- Odio bañarme solo. -susurré.- Necesito alguien que llene este vacío...

Abrí mis ojos llenos de lágrimas y me senté en el suelo, dejando el agua caer sobre mí. Un sentimiento de soledad comenzaba a invadir mi alma y corazón, sentía la extraña necesidad de llorar por alguien que ni siquiera existía. Abracé mis piernas y escondí mi rostro entre mi cuerpo. Dejé salir el llanto, soltando espasmos y lágrimas como si una tragedia hubiera ocurrido. Mi cuerpo no dejaba de temblar, mis uñas se clavaban en mis piernas y mi rostro se encontraba contraído totalmente. Hacía mucho tiempo no sentía tal tristeza, hacía tiempo no extrañaba fantasmas.

Salí de la ducha con la toalla en mi cintura y me dirigí hacia el balcón a tomar aire. Estaba por abrir la cortina cuando unas voces me frenaron en el lugar.

- No es necesario, Tae...

- Sí lo es, mira lo que te ocurrió por mi culpa. Quiero cuidarte porque eres lo más importante que tengo.

Jungkook y Taehyung se encontraban conversando en su balcón. Inconscientemente apoyé mi espalda sobre la pared y me dejé caer sentado.

- No te pido más, sólo que me enseñes a defenderme. -agregó.

- No dejaré que te arriesgues, ¿qué hago yo si te pierdo? -respondía Jeon.

- ¿Te has preguntado qué haría yo? -sollozó el menor.- Todos esos días sin ti fueron el infierno puro, Jungkook. No puedo permitirme nunca más verte caer frente a mi sin poder hacer nada.

- ¿Quieres entrenar para defenderme a mi? Se supone que es al revés...

- Quiero protegerte como tú lo haces. Si no me enseñas tú le pediré a alguien más... -su enojo se comenzaba a notar.

Las lágrimas brotaron de mis ojos otra vez. ¿Cuándo sería el día en que yo protega a alguien a tal punto? Cuidaba de mi grupo, sí, pero estaba necesitando cuidar de alguien en especial. Mi pecho se sentía vacío como nunca antes...

- Lo haré... -respondió Jeon luego de una larga pausa.- Lo haré. Sacaremos tu alfa interior y no deberás echarte más culpas.

- En verdad lo aprecio... Te amo tanto.


Silencio.

El nudo en mi garganta no tardó en aparecer, recuerdos sin rostro aparecieron en mi mente. En aquel parque donde recibí un balón en la espalda cuando abracé a ese otro chico que humillaban. El recuerdo del patio escolar donde rodeaban a aquel niño y le pegaban hasta hacerlo sangrar, los golpes que recibí por él comenzaban a doler nuevamente en sus respectivos lugares. ¿Qué es esto? No recuerdo su rostro, no recuerdo su nombre. Sólo es una memoria vacía que hace doler mis entrañas, que hace llorar mi corazón.

Quiero cuidar de tí.



• Blood  « pj x my »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora