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Estaba harto de mi soledad. No lo podía soportar más, aunque mi cabeza insista en continuar siendo un alfa solitario, mi corazón pedía a gritos por el calor de otro cuerpo. Mi cama, donde me encontraba acostado, se sentía tan fría en el enorme espacio vacío. 

- Agh... -bufé.

Me levanté sin ganas, para ir en busca de un abrigo ya que la tormenta afuera amenzaba ferozmente. Le dejé dicho a Yang Mi que cuidara la casa mientras no me encontraba. Era mi ama de llaves y la señora más grande del personal, tenía mi confianza absoluta ya que había sido contratada por mi padre cuando nací.

- Jiminnie, puede llover, cariño, y vendrás enfermo otra vez... -habló mientras se acercaba al bote donde se encontraban los paraguas.- ¿No quieres llevar uno?

- Quédate tranquila, Yang, estaré bien. Iré por aire fresco y en cuanto note que llueve me volveré.- le sonreí y besé su frente suavemente.- Cuida a todos.

- Eres tan bueno. -me sonrió también.- No vuelvas tarde que debes cenar.

La saludé con mi mano una vez que ya estaba afuera y comencé a caminar por el jardín hasta la entrada principal. No llevaría mi auto, además de que no era muy fanático de ello, no me apetecía en este momento. Quería ir a la ciudad en busca de algún bar nocturno en el que pudiese beber hasta altas horas.

Por suerte, α' restaurant se encontraba abierto. Es un restaurante, donde sólo entran Alfas y sus Omegas ya reconocidos. No había nadie allí dentro que no supiera mi nombre, así que solían invitarme varios tragos para coquetearme o simplemente hacer negocios.

- Jimin. -saludó en reverencia.- ¿Cómo te encuentras hoy? ¿Quieres beber algo?

- Young-Soo, qué raro verte por aquí. -sonreí.- No lo sé, tal vez luego. Estoy viendo a JungKook en aquella mesa... -señalé en su dirección.

- No te preocupes... Pero vuelve, debo presentarte a alguien. -sonrió enormemente y palmeó mi hombro.- Me he conseguido un Omega de puta madre.

- Bien por ti, luego iré a saludar entonces. -le devolví el gesto y en leve reverencia me dirigí hacia la mesa donde JungKook y SeokJin se encontraban bebiendo con sus parejas.

- ¡Jiminnie! -TaeHyung se levantó rápidamente para abrazarme.

Al principio, cuando apenas me fue presentado, no me gustaba para nada su informalidad y confianza hacia mi. Luego, me fui acostumbrando porque JungKook me había explicado que él siempre era así de cariñoso y que realmente me admiraba tanto como a él. Fue así, como TaeHyung, junto con NamJoon, se volvieron parte de mi círculo de confianza.

- ¡TaeTae! -lo abracé.- ¿Cómo estás? 

- Oh, no lo sé en verdad... -su mirada se sentía triste.

- ¿Ha ocurrido algo? 

Ambos nos sentamos en la mesa, me dispuse a saludar a los demás chicos y regresé mi mirada a Tae, quien se encontraba sentado frente a mi y su espalda era acariciada por JungKook, en señal de apoyo.

- ¿Quieres contarme? -estiré mi mano y tomé la suya. La extraña y fuerte mirada de Jung sobre mí no me resultó importante ahora. 

- Se trata de Hyung. -intentaba contener las lágrimas, pero no sabía por cuánto iba a ocultar su tristeza.

- ¿Ese tal YoonGi? -pregunté.

Tae asintió con tanta tristeza que soltó su llanto. 

YoonGi, ese Omega serio pero a la vez divertido, era dulce y agrio, fuerte y débil. Hacia más o menos 10 años que no sabía de él, y yo pensaba en llevarlo a mi cama alguna vez. Había sido mi única excepción, si se le puede llamar así, pero nunca me había acercado por motivos ya conocidos... Joder, era realmente guapo.

- ¿Qué le ocurre? -me estaba preocupando demasiado.

- Su Alfa, DaeHyun... 

- N-no... -susurré.

- No tenían el vínculo como tus padres, Jimin. No es tan grave la situación. -agregó SeokJin, ya que Tae no podía continuar hablando.- Sólo que Dae lo engañó y parece que Min está algo depresivo. Ya sabes...

- Bastardo. -susurré.

- ¿Aún lo sigues queriendo? -preguntó Jin sorprendido.

- No lo sé, hace tanto que no sé de él. Y ahora, de repente, esta noticia. Saben bien que no me gustan ese tipo de cosas, esa clase de personas... Me repugnan.

- Lo sé.

- ¿Dónde se encuentra ahora? -pregunté mientras bebía un trago de vino.

Todos me miraron sorprendidos.

- ¿Irás a buscarlo? -preguntó NamJoon.

- ¿Estás seguro? -habló JungKook.

- Sí. -afirmé.- ¿Dónde está?

- Lo último que sé es que estaba en su casa, pero puede que se haya largado.- Taehyung apretó mis manos mientras me miraba con súplica en sus ojos.- Será difícil que te haga caso si es que logras dar con él, así que te acompañaré sin reproches.

- No deberías venir, Taehyung. -me solté de su agarre.

- Jimin, Tae tiene razón... -SeokJin me observó mientras daba un trago a su cerveza.- Irás igual, y en ese caso, yo iré contigo también. Necesitarás un alfa que te respalde.

- Yo también iré. -habló Jung.- Tres alfas contra uno, no me importa qué tan injusto sea.

- Si Jin va, yo también. -susurró Namjoon.

- No, tú no irás a ninguna parte... -Jin sobresaltó del asiento y giró a verlo.- ¿Qué crees que haces?

- Iré, les hará falta una mente brillante en el equipo. -acotó.

- Entonces iremos todos. -agregó Tae.

- No hay forma en que acepte esto, mira si te ocurre algo Taehyung, ¿qué hago yo? -Kook se aferró a su mano.

- Todos tienen sus razones sólidas, pero no lo decidiré yo. -me levanté del asiento.- Saldré a medianoche, quien me acompañe, estará en mi puerta en ese entonces. Son sus alfas responsables, arréglense. -me incliné levemente y me dirigí a la entrada.

- ¡Jimin! -Oí que me gritaban desde la barra de bebidas.

- Lo siento Young, tengo un imprevisto... ¡Luego será! -saludé con mi mano al aire.

- Joder... 

• Blood  « pj x my »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora