Capítulo 13: Batallas internas.

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El dejar entrar a Dana en su vida no terminó siendo tan complicado como lo pensó en un principio Samantha. Ella no sabe si es por la necesidad de expresar su carga o por la actitud tan pacífica y comprensiva de Dana. Muy seguramente es por ambas razones. Compartir su agonía interna con alguien le ha representado un alivio, las sombras siguen a su lado pero por lo menos puede comentar sus batallas con otra persona. Pudo haberlo hecho desde antes, pero a pesar de conocer de más tiempo a los demás no es capaz de abrirles la puerta.
Ni siquiera a Nuclear Wave siendo su líder y guía espiritual le permite conocer su dolor. Aquel martes que habían acordado reunirse fue de lo más tortuoso para Vaho, una y otra vez miraba el reloj y era como si el tiempo no corriera. La joven hablaba de todas sus rutinas de entrenamiento y sus encuentros en el secreto, alardeaba de los poderosos mensajes que Dios le daba desviando la conversación para no tener que llegar al tema que la estaba afectando.

Tu líder no puede enterarse, te reprenderá por no haberlo dicho antes. Nuclear Wave se molestara al saber que te has atrevido a ir a misiones teniendo una lucha interna. Serás puesta en disciplina y no podrás ir a más batallas- Los espectros del temor llenaban la cabeza de Samantha.

Las voces enemigas se alzaban en victoria, eran tan fuertes en la mente de Vaho que le hicieron olvidar el acompañamiento de Paola en procesos anteriores.
Desde que Samantha se integró al escuadrón, Nuclear Wave estuvo presente. En los días de enfermedad y posterior muerte del padre de Vaho Paola prestó sus brazos para consolar y sus hombros para que Samantha llorara. Asimismo, en el camino de la fe de la joven ha sido su consejera, en victorias y derrotas, como líder pero también como amiga, todo hasta el punto en que Samantha en su introversión se lo permite.
Vaho no puede decir que ha sido abandonada y dejada a la deriva por Nuclear Wave. Tampoco es que no confiara en Paola, de hecho, se aferró a su mentora en los días de luto y pudo apoyarse en ella en los temas que consideró necesarios, sin embargo, las sombras hacen lo suyo, trayendo temores y aprovechándose del temperamento retraído de Vaho. Con el tiempo se volvió costumbre mostrarse fuerte, ocultar luchas, permitir la entrada en ciertas áreas y tener puertas secretas.
Días después de su reunión con Nuclear Wave donde el corazón seguía encubriendo su molesta batalla, vino el encuentro con Dana y desde aquella tarde de revelaciones las jóvenes interactúan más seguido. Ambas coinciden en que su relación es diferente a las otras. No es explosiva ni llena de chistes como lo es con Flow Wave o Shakerboy, tampoco de aprendizaje y fortalecimiento como suele ser con Murrah o Lion Roar; o en el caso de Yeison y Samantha que hay un propósito sentimental a futuro. La conexión de las dos jóvenes llega a ser más de apacibles conversaciones, se trata de detenerse y simplemente escucharse la una a la otra. El silencio aparece y se extiende por un buen tiempo, aún así, dejó de ser desagradable; fuera que estén caminando o fuera que estén sentadas en algún lugar de la mansión, no se abandonan, esperan tranquilamente y de repente nace un nuevo asunto del que hablar. 
Se han adentrado en la vida de la otra y han descubierto que tenían en común lazos familiares quebrados. Dana entendió la historia del padre de Vaho y pudo por fin conocer el paradero de la madre que nunca se había atrevido a preguntar. Lo mismo le ocurrió a Sami con los orígenes de Dana.

Vaho proviene de una familia de clase media. Hija de Arturo y Leonor Vélez. El primero en llegar a la mansión fue el padre debido a la época difícil que estaba pasando el matrimonio, un tiempo de escasez y estancamiento que causaba fuertes discusiones. El hombre se unió a un escuadrón de hombres de la vieja guardia y comenzó a pelear por su familia y su futuro. Samantha, que en ese entonces tenía diez años, fue llevada por Arturo a la mansión donde empezó a ser formada en la guardia infantil.
La batalla por el alma de la madre fue complicada, ella se rehusó a seguir los pasos de su esposo. La pobre Sami se hallaba en la mitad, papá queriendo formarla en los caminos de la fe y mamá oponiéndose.
Por supuesto que la oscuridad estaba detrás de todo, desde mucho antes que la familia conociera la mansión, una criatura conocida como "El sembrador oscuro " se había encargado de cultivar amargura y discordia.
El padre conoció la luz, la hija lo siguió, sin embargo, la madre era la más débil y voluntariamente le había entregado el corazón al sembrador, la amargura tenía raíces profundas y un árbol de frutos agrios crecía cada día más.
Pasado el tiempo, Arturo se convirtió en un amenaza para la oscuridad, un guerrero poderoso que peleaba por la extensión del reino de Dios. Fue allí cuando llegó la enfermedad y murió. En cuanto a Leonor, sigue en la ciudad, aún en manos del sembrador, su corazón atribulado es la tierra deseada para semillas de juicio, queja y tristeza. Vaho también ha luchado por ella, pero sin la voluntad de la madre era difícil poder ayudarla. Cuando Samantha la visita, lo que sale de su boca es crítica contra Dios, dolor por haberse quedado sola, contienda con Vaho por creer que su hija no la entiende. La joven mira el corazón de su madre y se aflige al verlo en esas condiciones. La relación se volvió distante y fría, la última vez que se vieron fue para hablar de la muerte de Arturo. Leonor no quiso ir al entierro, se encerró en su tristeza y el sembrador oscuro sembró nuevamente dolor.

NxtWave: El ejército de la montaña. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora