Capítulo 21: Revelaciones.

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El guerrero evangelista está plantado firme frente a la ventana. Su temible mirada permanece detenida en algún lugar de la calle. Abel Ponce puede pasar por un mueble más de su oficina de lo inmóvil que está.

- Senador Ponce lo buscan- le dice su secretaria desde la puerta.
- ¿Quién?- pregunta Wardjan sin romper su posición.
- Dos jóvenes que dicen venir de la mansión en la montaña, Nora Zamora y Miguel Bautista-

Abel toma un leve instante para indagar internamente, luego de eso, sin dar más espera hace pasar a los visitantes. La mujer se va para un par de minutos después volver con Flaming Wave y el diakrino. Los jóvenes se despiden amablemente de la secretaría, ella deja la oficina y cierra la puerta al salir.
Ambos viene con su armadura puesta. Nora, como todos en la mansión, ha cambiado su vieja indumentaria y ahora porta una más moderna hecha de un material lo suficientemente capaz de resistir el fuego. Es un traje completo de color negro mezclado con naranja que demarcaba la figura de Flaming Wave. Su casco no cubre su rostro pero si lo protege a la perfección.
Los diakrinos son ahora conocidos por su armadura blanca que cubre el cuerpo completamente. La pieza más importantes es el casco, a parte de resguardar, lleva a un nivel más profundo el discernimiento de los soldados en las batallas, la percepción de los sentidos se incrementa. Lo siguiente más relevante son los guantes que poseen la misma cualidad maximizando el sentido del tacto.  Además de ello, la armadura está hecho con nanotecnología y basta con una orden del diakrino para que se reduzca a una pequeña pieza. Al presentarse ante Wardjan Miguel Bautista ha optado por mantener su cabeza descubierta. Otro detalle a destacar es el pequeño bastón que cuelga en la cadera del joven al lado derecho. Como parte del entrenamiento los diakrinos pueden escoger el arma con el que se sientan más cómodos; pistolas, lanzas, espadas o bastones. Miguel optó por la última opción y aprendió a dominar el instrumento de guerra.

- Flaming Wave que gusto verte-  Wardjan abandona la ventana para saludar- y tú, si no estoy mal, por la forma en que vistes, eres uno de los diakrinos-
- Buen día Wardjan- responde Nora de manera cordial.
- Exactamente, soy un diakrino, su hijo fue uno de mis maestros y es mi jefe ahora-
- Impresionante- expresa el anciano.

Wardjan invita a los visitantes a tomar asiento mientras él se dirige también al suyo.

- ¿Y a qué debo su inesperada visita?- pregunta el anciano terminándose de ubicar.
- Miguel y yo estamos investigando la desaparición de Sound Wave y tenemos algunas preguntas que hacerle-
- Revisamos los videos de seguridad y resulta que pasa algo interesante- el diakrino se acerca al escritorio, lanza una mirada firme hacia Abel y habla sin ningún temor- Usted estuvo ese día en la mansión y su trayectoria antes y después del ataque a Sound Wave se ve modificada en los videos-
- Si lo se, yo lo hice, y soy también el responsable de la desaparición del hacker- Abel Ponce no da señal de arrepentimiento, se le nota demasiado confiado.
- ¿Lo está admitiendo?- Flaming Wave está anonadada.
- Por supuesto, yo ataque al muchacho; pero eso ustedes ya lo sabían- Wardjan pone sus ojos en Miguel- conozco el entrenamiento que los diakrinos tienen, se muy bien que mi hijo forma a los mejores guerreros en su campo. Así que no me sorprende que tú descubrieras que yo estaba detrás de esto. Lo que no entiendo es, ¿por qué vinieron solos si sabían que yo era el culpable?-
- No queríamos formar un alboroto, queríamos confrontarlo primero y conocer sus razones- responde Flaming Wave tratando inútilmente de controlar su ira.
- Ese es el problema con la juventud. Quieren hacer las cosas a su manera-
- ¿Por qué el ataque a Sound Wave?- pregunta el diakrino.
- Porque es tiempo de que la nueva guardia atienda a las verdaderas enseñanzas-
- ¿De qué está hablando?- replica Miguel.
- Todos los cambios que se han hecho en la mansión han desplazado al ejército antiguo- Las palabras y el aspecto de Wardjan comienzan a tener un matiz más violento- NxtWave no ha hecho más que promover libertinaje con esos sonidos y está empeñado en destruir nuestras costumbres-
- Así que de eso se trata, ¿no se da cuenta de que lo que hacemos es para avanzar?- Flaming Wave arde por dentro.
- Imitar a la oscuridad no es avanzar-
- No estamos imitando, estamos tomando lo que la oscuridad nos quiere quitar-
- ¿Qué hizo con Sound Wave?- interviene el diakrino.
- ¿Y por qué se los diría?- Wardjan cada vez más perdido en su ira.

El diakrino no puede continuar sentado, tiene que levantarse y exhibirse con autoridad ante la obstinación de Abel Ponce.

- Lo hace ahora o lo hace en frente del General Corson-

La advertencia no es suficiente para apaciguar al anciano. Contrario a ello, en el rostro de Wardjan se dibuja una sonrisa engreída. Buscando ser lo más sigiloso posible, Abel pasa su mano por debajo del escritorio y agarra con cautela su preciado mazo, que siempre acostumbra a ocultar allí por si algún contratiempo se presenta. Mientras hace todo este proceso el hombre distrae a los visitantes con un tremendo discurso:

- Jóvenes tenían que ser, creen que teniendo la fuerza ya es suficiente, sin embargo, les falta la experiencia. No se preocupen, a mi también me pasó lo mismo, pero aprendí. Hoy ustedes también aprenderán algo. ¡Aprenderán que para capturar a un guerrero como yo, se necesitan más que dos!- 

Inmediatamente después, con una agilidad y rapidez impresionante, Abel Ponce lanza su silla para atrás y se pone de pie para dar un golpe preciso con su mazo al escritorio, lo despedaza con facilidad permitiéndole seguir derecho hasta que el arma chocase con el suelo.
La fuerza del impacto genera una vibración excesivamente arrebatada sacudiendo toda la oficina, lo que está encima del mueble vuela por los aires y acaba esparcido por el lugar, cuadros en la pared se desprenden, libros pierden su puesto en el estante, el vidrio de la ventana se quiebra en mil pedazos y vastas grietas se forman en el piso y los muros.
Los wavers no se salvan del efecto, ambos jóvenes reaccionaron al instante pero aún así salieron disparados hasta terminar estampados contra la pared.
Flaming Wave es la primera en sobreponerse y presentarse ante Wardjan para enfrentarlo. Al poco tiempo el diakrino la alcanza, mientras corre su cabeza es cubierta por el casco.
A pesar de su edad, Abel Ponce tiene la vitalidad y la destreza. Asimismo, por su orgullo de guerrero, quiere entrar en el combate sin su arma; la deja a un lado por el simple motivo de querer sacar a relucir como medalla que todavía tiene el vigor para dar pelea y que no han sido en vano todos los años de batalla.
La secretaria abre la puerta y la escena ante sus ojos la espanta más de lo que ya estaba. Sin pensarlo dos veces sale corriendo del lugar gritando de miedo.
El diakrino toma su pequeño bastón, y al tenerlo en su mano el arma se extiende en longitud y el joven puede ser más preciso en el asalto.
Dos contra uno y aún así el anciano no retrocede, por el contrario, hace alarde de sus habilidades. Los otros no se quedan atrás, demuestran quienes son. Golpe va y golpe viene. Todos disponen de lo que sea para responder en la contienda, atacan con partes del mueble roto, lanzan sillas o lo primero que encuentren para hacer tropezar al otro, todo dependiendo de lo que el fervor del momento les lleve a hacer.
Cuando Wardjan cree tener la victoria al ver a sus contrincantes en el suelo se lleva una sorpresa. Flaming Wave y el diakrino están agotados, pero con una sola mirada saben cual es el paso a seguir. Se levantan con el ánimo arriba abandonando todo temor.

- No le gustan nuestros sonidos, pues ahora conocerá el poder que tienen. ¡Nada ni nadie detiene nuestra alabanza! - Flaming Wave exclama con entereza.

Los wavers encienden el dispositivo y la nueva música los invade por dentro. Abel Ponce lejos de sentirse intimidado se encoleriza y se lanza a correr en busca de su mazo. Flaming Wave abre su boca y envía un tremendo grito hacia el anciano quien sale disparado hacia la calle atravesando la pared y la ventana rota con todo y arma en la mano.
Los jóvenes avanzan arrojándose a la calle sin importar que es un cuarto piso, están completamente sumergidos en una poderosa alabanza.
Wardjan se repone de haber caído encima de un auto.

- ¿Cómo se atreven?- grita enfurecido el anciano.

Comienza un segundo encuentro ahora más violento y con una multitud asombrada como testigo de los hechos, mientras que otros tantos corren asustados.
El diakrino está a punto de dar el golpe final pero un pensamiento lo detiene. Guiado por la voz en su interior intenta ver más profundo y encuentra el chip implantado dentro de la cabeza de Wardjan. Sabe entonces lo que pasa.
Entre tanto Abel es ágil, usa su mazo para causar un nuevo estruendo y así puede huir del lugar.

- ¡Se fue! - dice Flaming Wave luego de recuperarse, mira a su compañero y lo encuentra dubitativo- ¿qué pasa?-
Wardjan está siendo controlado, él no es principal enemigo-
- ¿Estás seguro?-
-Completamente, tiene algo implantado en su cabeza, está siguiendo las órdenes de alguien más-
- Tenemos que encontrarlo-
- Antes tenemos que hablar con el General Corson. En eso Wardjan tiene razón, no podemos hacerlo solos-

NxtWave: El ejército de la montaña. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora