¿Rara Yo?

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Apreté el lápiz que tenía en mis manos y escuché como la madera comenzaba a quebrarse.
Desde un principio supe que era un imbécil, pero hace unos segundos me demostró que podía ser mucho peor que toda esa lista de defectos que tenía estructurada en mi cabeza.
Odiaba el echo de que sacara conclusiones de mi sin nisiquiera conocerme.

"Recuerda que tu hiciste lo mismo Camila, y peor aún lo juzgaste sin haberlo conocido por primera vez. Ya te habías echo miles de ideas".

-Cállate- Susurre haciendo que un par de chicos me miraran, y si, estába hablando con mi consciencia como si fuese una persona.

Me relajé un poco y empecé a respirar lentamente.
Tal vez si lo prejuzgue pero tenía motivos suficientes para hacerlo, es un imbécil y lo ha demostrado muy bien en tan solo dos días.

¿Acaso existe algo que justifique su odio hacía mi? Pues No! No lo hay, apenas nos vimos, hicimos un contacto visual que no significó nada para mi, ni le había visto bien la cara, tal vez el tenía tanta prisa como yo que ni se molestó en saludarme. Y ahora me tiene odio ¿Cual es su problema? Pobre idiota.

¿ y si de verdad Alexis tiene problemas? ¿Si Alexis es un maniático?

Esto es extraño, vivir con un loco es sumamente peligroso, debía cuidar a mi hermana de este tipo, no debía dejarla sola ni un segundo con él. ¿Y si se aprovechaba de niñas de 15 años y luego las fusilaba mas adelante?
Tal vez la que suena como una loca soy yo ¿Pero que tal si Alexis es un asesino serial? Esto no puede ser, estoy hablando como una verdadera loca demente y desquiciada. Si todo esto fuese cierto su padre lo tendría en un manicomio pero no.
Ahora mas que nunca extrañaba mi viejo hogar en California, sin un hermanastro imbécil, sin tantos pensamientos atormentado mi vida, con mis amigos siendo de nuevo un grupo y sin complicaciones.

Sentí que una pelota de papel golpeó mi cabeza y cayó sobre mi pupitre. Lo tomé y disimuladamente miré a todos lados y abrí el papel que tenía una nota.

"No exageres Camila. El lápiz no tiene la culpa de la personalidad tan odiosa y complicada que tienes, no te desquites con ellos hermanita"
-Alexis.

Imbécil ¿Porqué no te desapareces de mi vista?
Volteé hacia él y el muy idiota se estaba riendo ¿Que cosa le causaba tanta gracia? ¿Acaso el era el payaso sin su circo?
Ademas de ser un imbécil e idiota era un estúpido retardado ¿Que mas Alexis? Vamos sorprendeme.

Alexis comenzó a señalar repetidas veces sobre mi escritorio y dirigí mis vista a lo que señalaba y pude ver mi lapiz partido por la mitad sobre mi cuaderno.

Alexis, Alexis y Alexis... Mierda!

Respiré frustrada y dejé caer mi espalada con pesadez en la silla, esto estaba matándome. Nadie se había ganado mi odio tan rápido como se lo ganó Alexis, maldito imbécil debe sentirse orgulloso por eso y ademas debería darle un trofeo para que lo añada a su lista y lo tenga orgulloso en la pared de su casa.

No sabía porque le caía bien a tanta gente, hasta a la maestra parecía agradarle, sería difícil ganarme el cariño de la gente en esta institución. No sabía si mi relación con Alexis afectaría mi oportunidad de hacer amigos.

-Bueno Chicos- la maestra llamó nuestra atención y el salón quedó sumido en un silencio sepulcral- Bienvenidos a su nuevo y último año escolar- me enderece en mi silla y escuché a la profesora Daniela desearnos buena suerte, diciendo que hicieramos todo lo posible por obtener buenas cualificaciones y tener la oportunidad de ingresar a una buena universidad. Y en fin después de algunos cinco minutos de discuro, siguió por presentar a los nuevos alumnos incluida yo. Me levanté de mi silla y junto a otros seis compañeros mas nos posiscionamos enfrente, con todos esperando nuestra presentación.

-Ellos son sus nuevos compañeros, como ven son siete. Espero los acoplen al curso y sean buenos compañeros. Adelante muchachos- Dice la maestra. Y aquí es donde vería si les agrado a mis compañeros o no.
Recorrí el salón con la mirada hasta encontrarme con los ojos azules de Alexis y con su usual sonrisa pero en forma burlona.

-Diana Gonzáles

-Javier Samari

-Cristián Martínez

-Betzi Guerrero

-Lina Mitchell

-Alexander O'conner.

-Camila Beker Smith- Y sí, me presenté de última percibiendo todas las miradas sobre mi. Todos intercambiaron miradas entré si y empezaban a susurrar cosas, la profesora nos indicó que podiamos sentarnos y mientras buscaba mi puesto al final de la segunda fila sentía todas las miradas clavadas en mi.

¿Que les abría dicho Alexis? Es claro que algo, porqué a mis seis compañeros nuevos no los acosaban con la mirada, solo a mi.

Probablemente alexis les dijo cualquier cosa podrída de mi y ahora no quieran acercarse. ¿Porqué este idiota tenía que sabotear mis planes cuando nisiquiera estaba enterado de ellos?
¿Que clase de demonio lector de mentes es este chico?
No se como le haría pero Alexis me las pagaría, las cosas no se quedarían así.

《◇◇◇》

Cerré mi casillero con fuerza y me encontré con la mirada penetrante de mi hermana, pensé que no nos ibamos a encontrar en los pasillos de la escuela, solo en el estacionamiento para regresar a casa pero me equivoqué, no escondí mi molestia, lo menos que quería en estos momentos es que Gisell me viniera con estupideces hormonales.

-¿¡Acaso estás loca!?- Preguntó Gisell un tanto alterada

-¿De que me hablas Gisell? Ah y deja de gritar que todos nos miran. Ahora dime ¿Que pasa?

-Los chicos de mi salón estan hablando de una tal Camila Beker Smith que se inscribió en un equipo de Rugby. Y ahora que se enteraron que eres mi hermana no quieren acercarse a mi porqué piensan que soy igual de rara que tú.

-¿Rara yo?

-¿Acaso tienes idea en lo que te has metido Camila? ¿Si sabes que es Rugby?- Preguntó con su cara roja como un tomate, asi se pone cuando está demasido furiosa. Pero ahora que lo menciona nunca he estado en un equipo de esta clase. Siempre ha sido fútbol, natación, baloncesto pero nunca Rugby- No seas burra e inocente Camila, todos saben que el Rugby es una versión inglesa y mil veces peor que el fútbol americano. En este juego no usan ninguna clase de protección y por eso siempre lo juegan los hombres.

-¿Dices que en este juego todos se matan entre si solo para tomar un ridículo balón?- Ahora si estaba preocupada, yo iba a salir muerta de este equipo.

-Si Camila. Y si logras audicionar para entrar oficialmente al equipo te van a masacrar hasta que te desangres por todos los orificios de tu cuerpo. Suerte hermanita- Dicho esto se fue a su siguiente clase y yo me quedé procesando toda la información. Gisell me dijo en pocas palabras que podía morir en el intento.
Ay Dios ahora si estaba en problemas.

~

Señora Lily en multimedia

ME ENAMORÉ DE MI HERMANASTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora