En problemas

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Después de una hora de estar en el auto con Alexis, cantando, hablando y riendo llegamos a una playa a las afueras de Canadá, el cielo estába tan azul que se veía perfecto con sus infinitas estrellas.

Alexis me tomó de la mano entrelazando nuestros dedos, caminabamos por la arena muy felices por esto, por nosotros.

-¿Esta era tu sorpresa?

-Digamos que no.

-¿Hay más?- Enarque una ceja y una sonrisa se dibujo en su rostro y me jaló de la mano.

-Ven sigueme.

Caminamos por la playa y llegamos a un muelle donde habían muchos yates, canoas y unos cinco barcos flotar en el agua, entonces Alexis señalo el enorme yate que tenía la puerta abierta como si esperara a alguien.

Se detuvo frente a mi y me acarició los brazos con sus grandes y cuidadosas manos, sus ojos brillaban bajo la luna y yo sonreía mirando el muelle y luego a él.

-¿Qué es esto?

-Feliz cumpleaños, preciosa.

Me atrajo hacía su cuerpo envolviendome en sus brazos, cerré mis ojos y por una vez más estuve segura que podía quedarme así con él para toda la vida.

-Era de mi mamá- Dijo Alexis rompiendo el silencio- Solía traerme aquí cuando era niño y pescabamos en alta mar junto a mi abuelo y papá, pasabamos cada fin de semana juntos hasta que murió, tengo muchos recuerdos aquí y es como si aún ella estuviese conmigo, por eso este lugar se convirtió en uno de mis lugares favoritos y quería compartirlo contigo.

Sus manos estaban entrelazadas en mi vientre y giré mi cabeza un poco para verle su rostro.

-Ella siempre estará contigo, estará viva en tu corazón siempre y cuando no la olvides- Mi tono de voz salió tan dulce que yo misma me sorprendí de ello- Este lugar es tan hermoso, así como todos esos recuerdos que guardas en ti.

Él sonrió y besó mi cabeza, tomó mi mano y entramos al hermoso Yate que se encontraba frente a nosotros.

Me quedé observando todo, era demasiado hermoso, amplió y acogedor, tenía muchas cosas por dentro, sillones, botellas de vino, copas, un dormitorio, su baño, un minibar, todo era prefecto aquí.

-¿Te gusta?

-¿Que si me gusta?- Sonreí y lo tomé con ambas manos por sus mejillas- Esto me encanta, de verdad muchas gracias.

Alexis empezó a reirse y luego me besó, entonces tuve que controlar las ganas de reír como una idiota, aunque Alexis no se quedaba atrás, lo veía medio sonreír pero él lo disimulaba utilizado una expresión tranquila que no le salía muy bien, pero de todas formas era mejor que yo en esto de no parcer idiotas enamorados.

Alexis estába nervioso al igual que yo, pero para disimularlo el se dirigió al erea de control y yo me dirigí a un sofá pero no me senté, pase una mano por mi cabello y me percaté de que estaba sudando, me mordí el labio y froté mis manos para tratar de calmarme, un movimiento brusco casi hace caerme al suelo, me tomó un segundo darme cuenta que ya estabamos en marcha.

Alexis salió por la puerta del área de control y se dirigió al minibar para servir dos copas de vino, acepté la bebida y me senté a su lado.

ME ENAMORÉ DE MI HERMANASTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora