Ángel Y Demonio

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Ha pasado un día, un maldito día en el que las cosas no andan tan bien como quisiera, no he podido armar el rompecabezas de mi mente, tengo mi cabeza echa un remolino de emociones que no puedo controlar y que no ayuda mucho en mi humor.

Me enteré que a Allyson la habían despedido del Club y David no quería decirme donde podía encontarla así que salí del lugar sin ninguna información.

Marcos sabía muy poco de Allyson. Me contó que un día la vio discutir con Saray en los pasillos de la escuela, que ya todos se habían ido y que ellas discutían sin parar mientras que Saray lloraba y Allyson rompía unas fotos como loca y que podía jurar que se trataba de Alexis. También me dijo que las vio un par de veces en las carreras y que algunas veces corrían juntas.

Entonces estas chicas se conocían bastante bien como para hacer todo eso y yo debía descubrir que tenían en común.
Ahora que quedó sin trabajo ¿A dónde pudo haber ido? Tiene una conexión muy fuerte con Janner pero no creo que se haya ido a vivir con el después de haber sido despedida del club.

Marcos quiso ayudarme en mi búsqueda, después de todo no era tan malo.
Me dijo que podíamos ir al lugar donde se realizaban las carreras porque ella solía ir mucho allí pero no habían rastros de Allyson por ningún lado.

-¿Qué sientes cuando estás con Alexis? No sé, miedo, amor, rabia, etc.

-Me siento protegida- Dije sin detenerme a pensar lo que había dicho ¿Es enserio? Es él quién me ha echo tanto daño y me siento protegida, es tan irónico que la situación me causa gracia.

Retrocedí unos pasos cuando Marcos estalló en carcajadas, luego me miró y dejó de reírse, posó una mano sobre mi hombro y con una sombra de sonrisa en su rostro volvió a repetir lo que yo había dicho.

-¿Que te hace pensar que estás protegida a su lado? Perdón por lo que te diré pero tu no eres mas que una chica inocente.

¿Era en serio? ¿Inocente? Bueno aunque su punto de vista hacía mi es herrado lo entiendo. El no me conoce lo suficiente y yo tampoco a él. Pero sus palabras fueron como una bofetada inexistente en mi cara ¿Inocente? Por favor yo no soy una inocente.

-No soy tan inocente como crees, Marcos, pero tampoco soy tonta.

-Nunca dije que fueras tonta- Alargó su mano para tomar la mía e instintivamente la aparte- ¿Qué pasa?

-Eres igual a todos. Quieren subestimar a los demas haciendoles creer que no pueden hacer las cosas por si mismo y eso, eso es lo que me da rabia.

-Y si es así ¿Entonces porqué dejaste que Alexis y la escuela entera se burlara de ti cuando te llamaban 69? ¿Porqué saltaste a un lago con la temperatura bajo cero?

-Cállate ya- Esperaba esto de cualquier persona pero no de Marcos- Cállate ya, pensé que eras diferente pero me equivoqué.

Giré sobre mis talones y caminé hasta el final de la calle, su voz seguía llamando mi nombre pero no me detuve, caminé sin rumbo fijo hasta que vi un local donde se hacen tatuajes, abrí la puerta y me dirigí a la recepción.

-¿Puedo ayudarte en algo?- El hombre se veía rudo y su voz era aspera.

-Quiero hacerme un tatuaje.

-Llena este formulario y cuando termines me lo entregas.

Cuándo terminé de llenar el estúpido formulario se lo entregué y le echó un breve vistazo.

-Muy bien señorita Beker, pudes pasar por ahí- Dijo señalando una puerta que daba a un pequeño cuarto- Buena suerte.

Crucé la puerta y me senté en un sillón color negro que había allí, solté una risita histérica que no parecía de una persona normal. Me haría un tatuaje en mi costilla derecha y no lo podía creer. Jamás se me había pasado por la mente tatuarme ni en mis mas salvajes sueños pero aquí me encontraba y no sé si estába loca en este momento y después me arrepentiría pero ya no me importaba. Total ya no era yo.

ME ENAMORÉ DE MI HERMANASTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora