Es eso o nada

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-¡Si te vas, llamaré a Alexis y se lo diré!

-Gisell no seas odiosa ¿Quieres?

Subí corriendo las escaleras hasta llegar a la habitación de mi hermana y quitarle su celular porque según ella si yo me iba lo llamaría y no permitiría que ninguno de estos dos me dañe la noche.

Cuando llegué a la puerta de la habitación encorvé mi espalda y apoyé mis manos sobre mis rodillas, necesitaba estar en forma, pues desde que perdimos un partido contra Oxford no hago ejercicios y ya nadie se toma los entrenamientos enserio, nisiquiera Alexis, el entrenador Francisco se enojó tanto cuando se enteró que no clasificamos y se retiró del equipo hasta el año entrante para volver a entranar a los nuevos integrantes y a los que quedan, pues nosotros nos iremos este año, ya nos graduaremos y por fin saldré de ese maldito manicomio dónde mi reputación es una porquería.

-¿Otra vez tengo que cubrirte la espalda?-Gritó Gisell sentada en su cama, su cara estaba tan roja que parecía que toda la sangre se le fuese a salir por las mejillas- ¿¡Y que recibo yo a cambio!? ¡NADA, eso es lo que recibo, NADA Camila!

-Vamos Gisse, está será la última vez, además es solo unas horas, no será toda la noche.

-¡No, no y no!

Mierda.

-¿¡Pero porqué no!?

-¡Porqué fuí la última en enterarme que todo este tiempo has tenido algo con Alexis y que ahora son novios!- Gritó con los ojos bien abiertos- Tienen suerte de que no le haya dicho nada a mamá y al Sr.Erick- Dijo ahora mas calmada y con una sonrisa maliciosa.

Me crucé de brazos y tragué saliva, Gisell tenía razón, ella era la primera en saber todo sobre mi vida, hasta sabe el porqué del odio de los chicos hacía mi, sabe porqué papá no se opuso para dejarme venir a Canadá con ella y mamá y hasta sabe que Khate está en recuperación por mi culpa. Ella siempre era la primera en saber si un chico me gustaba, Y también sabe porqué no quería que fuese esa noche a las carreras cuando se escapó y sabe perfectamente porqué no quería quedarme, ella sabía absolutamente todo de mi ¿Y porqué esta vez no? Mierda, otro punto a favor de Gisell.

Entendía su enojo pero eso no era justificación para no querer ayudarme está noche, cubrirnos la espalda también era parte del pacto de nuestra hermandad.

-Oye Gisse escuchame- Hablé en voz baja y calmada- Si no le dices nada a Alexis prometo hacerte todas tus tareas por una semana.

Mi hermana alzó las cejas y sonrió con malicia y al cabo de unos cinco segundos cerró los ojos y con una sonrisa abrió la boca para volver a hablar.

-Mejor no- Aún seguía con sus ojos cerrados- Quiero algo mejor-Abrió los ojos y levantaba las cejas varias veces- Quiero que cuando ustedes dos pierdan la virginidad me cuentes todos los detalles, de principio a fin.

-¡Gisell!

-Eso o nada- Me guiñó un ojo y sonrió satisfecha. Bufé exasperada y escondí mi cara en las palmas de mis manos.

Dios mío, ¿Porqué está niña tiene que ser así?.

《◇◇◇》

La música del lugar estába tan alta que podía reventar mis oídos. La gente gritaba, saltaba y bailaba al ritmo de la música mientras que mis amigos y yo los veíamos divertidos sentados en la barra burlandonos entre nostros de quiénes parecian zombies de lo borrachos que estaban y de quiénes parecian ser princesas y reyes de lo sanos que estaban aún. Todos hablabamos y reíamos por encima de la ruidosa musica, y las señas eran de gran ayuda aunque nos hacían ver estúpidos.

ME ENAMORÉ DE MI HERMANASTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora