Nueve

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Maratón 2/2

N/A: Esta novela está clasificada con contenido adulto por algo. Este capítulo está un poco subido de tono. No voy a avisar en cada capítulo que haya contenido sexual, he avisado una vez y ya. Así que es vuestra decisión continuar leyendo o no.


Daniel

Aquella fue la primera noche que me clavé una paja pensando en Valentín.

Los siguientes días fueron raros e incómodos. Trataba de evitarlo a él y a Olivia todo el tiempo, aunque debo reconocer que no resultó nada fácil teniendo en cuenta que compartíamos piso. Conseguí excusarme de ir a hacer la compra semanal con ellos y mejor me quedé en el sofá viendo una película, comiendo una bolsa de papas fritas y fumándome un porro. Sin embargo, mi paz acabó antes de lo esperado cuando mis compañeros de piso regresaron a los diez minutos de marcharse.


—Estaba cerrado —explicó Olivia sentándose en el sillón que siempre ocupaba—. Iremos mañana.


Apagué el porro inmediatamente porque aunque podíamos fumar en el salón siempre procuraba no fumar si estaba Olivia para no molestarla.


—¿Qué ves? —me preguntó mirando la televisión.

—It, primer episodio —respondí de manera distraída mirando la pantalla y evitando mirar a Valentín cuando este se sentó a mi lado, lo más alejado que el sofá se lo permitió.

—¿Podemos verla con vos? —preguntó y yo me encogí de hombros— Háganse a un lado que voy con ustedes —Olivia se sentó en el respaldo del sofá, por lo que Valentín tuvo que acercarse más a mí para dejar que ella tomara asiento junto a él.


Intenté crear una barrera entre nosotros, aunque fuera imaginaria. Mantuve mis ojos puestos sobre la pantalla mientras comía y vi como la pareja se acurrucaba. Valentín pasó su brazo por los hombros de Olivia y ella se recostó sobre su clavícula. Traté de volver a concentrar toda mi atención sobre la película, pero resultó más difícil sintiendo el calor que irradiaba ese hombre sentado junto a mí.

Conforme fue avanzando la película, el ambiente dejó de estar tan tenso e incluso Valentín hundió su mano dentro de la bolsa de papas para comer algunas. Después extendió su mano hacia mí y cuando supe que me estaba pidiendo compartir el porro se lo pasé sin apenas mirarle. Volvió a encenderlo y fumó, pues Olivia se había quedado dormida. Valentín se terminó el porro y entonces algo extraño pasó. Tenía su otro brazo por encima del sofá y en un momento su mano cayó suavemente sobre mi hombro y la dejó ahí para descansar, además empezó a dibujar pequeños círculos sobre mi hombro con el dedo. Me sentí un poco nervioso, así que mordí mi labio antes de mirarlo. Cuando lo hice, me encontré que él estaba muy atento a la película, puede que incluso no fuera consciente de qué estaba haciendo su mano, así que volví a mirar la pantalla y traté de ignorarlo, pero aquello fue imposible. Su roce hacía que sintiera como si hubiera mariposas danzando en mi panza, por muy ñoño que suene. En realidad no lo era, sentía un calor abrasador en mi pecho y allá donde él estaba tocando. Su piel ni siquiera tocaba la mía debido a la remera, pero de todos modos estaba sintiendo aquel mar de nervios. Lo miré un poco más, pero él realmente parecía ajeno a todo aquello, así que decidí intervenir de algún modo.

Me mojé los labios, que estaban demasiado secos en aquel momento, acto seguido coloqué mi mano sobre su pierna, pero juro por todo que ni siquiera se giró a mirarme. Así que dejé un pequeño apretón sobre su muslo. Fue entonces cuando se volteó y me miró. Para mi sorpresa, su dedo no dejó de dibujar círculos incluso cuando me miró.

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