Seigi se retuerce en el suelo a causa del dolor producido por las llamas negras, Amaterasu. Bajó la guardia, no se esperaba que el oponente poseyera el poder tabú del clan Uchiha: Mangekyō Sharingan.
Llamas inextingibles, eso es lo que son. Una vez que comienzan a arden, esas llamas arderán durante 7 días con sus noches, y consumirán aquello que han tocado.
Con esfuerzo, se levanta. El dolor es increíble, no es algo que cualquiera sin una firme voluntad de continuar sea capaz de aguantar. Pero está decidido a ganar esta batalla, aunque tenga que pagar un precio. Sin embargo, ese precio será solo temporal.
Abre la mano derecha y, como si el mismo espacio se arrugara, una hermosa espada aparece de la nada. Esta es su arma favorita, y será con la que ponga fin a este breve pero divertido encuentro.
Decidido, la agarra y la alza para, rápidamente, bajarla. Pero no contra Moroha, sino contra su otro brazo.
La sangre surge, y Moroha lo mira sorprendido. Hay que estar muy loco para hacer algo así. Cortó el brazo justo por encima de donde estaba ardiendo, para salvar así su cuerpo entero.
El miembro amputado cae al suelo, y rápidamente se consume entre las llamas negras. Hasta ahora, había podido resistir gracias a crear una membrana fina de chakra, pero eso no iba a servir para librarse de ellas.
Ahora, sin las llamas de Amaterasu adheridas a su cuerpo, puede volverse a enfocar en la pelea. Se levanta y sonríe.
"Sabes, no deberías haber confiado en que esa técnica me matara. Tendrías que haberme dado el golpe final en cuanto pudiste."
"Lo sé perfectamente. Pero, si lo hiciera de esa forma tampoco tendría gracia. Ahora puedo afirmar que en verdad eres decidido. ¿Acabamos esto ya?"
"Como quieras entonces, no voy a dudar."
La experiencia de ambos es notable, y es por ello que no quieren alargarlo excesivamente. Si Moroha hubiera considerado que Seigi era un objetivo a matar, lo hubiera rematado en cuanto tuvo la oportunidad.
Seigi lo sabe, y es por ello que se lo ocurre una idea. Pícaramente sonriendo, le propone algo a Moroha.
"Hagamos una apuesta. Te defenderás con esas llamas, y yo te atacaré con mi espada. Si soy capaz de alcanzarte con ella, gano yo. ¿Qué dices?"
"Interesante. Acepto tu desafío."
Seigi adopta una nueva postura. Desplaza ligeramente su pierna izquierda, y pone en alto su espada, por encima de su cabeza. Al mismo tiempo, llamas negras vuelven a rodear a Moroha, protegiéndose.
Ambos están listos, este será el último cruce de técnicas. En el instante siguiente, Seigi desaparece de la vista, y aparece delante de Moroha.
No ha sido una técnica ninja de espacio-tiempo, ha simplemente un movimiento físico. También conocida como 'Técnica del Movimiento Instantáneo', la 'Técnica del Cuerpo Parpadeante' es solo una capacidad que cualquier ninja puede adquirir entrenando duro. Concentrando su chakra en los pies, se pueden desplazar una gran distancia, como si estuviera uno el espacio-tiempo.
"¡No te servirá de nada tu velocidad! ¡Liberación de Llama: Kagutsuchi!"
Pero Moroha lo piensa detener. Las llamas, como si rugieran, se vuelven salvajes, y de ellas surgen espinas.
La liberación de las llamas negras del Mangekyō Sharingan, 'Amaterasu'. La manipulación de la forma del Amaterasu: 'Liberación de Llama: Kagutsuchi'. Moroha está apostando a esa defensa.
Seigi, por su lado, ataca de frente, dispuesto a encarar a Amaterasu, empuñando con firmeza la espada con su mano izquierda. Enlazar la velocidad con su esgrima, esta es su especialidad. Y, esta velocidad, hace que el corte de la espada sea ligeramente visible.
Un corte. Dos cortes. Tres cortes. Una rápida consecución de movimientos lo atacan. Es 'Golpe de la Golondrina', una técnica de espada muy rara.
Inútil. Algo tan simple no funcionará contra Amaterasu.
Moroha rebosa confianza, está seguro de que un simple ataque con espada no debería sobrepasar sus defensas. Las llamas negras se adherirán a la espada y la destrozará antes siquiera de que lo alcance, e incluso podría llegar a afectarles a Seigi.
Y así debería haber sido. Pero, de repente, las llamas de Amaterasu han desaparecido y la punta de la espada está rozando el cuello de Moroha. ¿Qué ha pasado? No lo entiende. Amaterasu debería haber destrozado el arma. Y se da cuenta: la espada de Seigi está envuelta en llamas negras. Pero no son las de Amaterasu, estas son unas hermosas llamas que desprenden una calidad indomable.
"¿Te gustan estas llamas? Es una técnica que yo mismo cree, la llamo 'Vulcanus'. Sabes, hace unos meses me encontré con un Uzumaki que era capaz de usar el Amaterasu. En esa ocasión, me puso en graves aprietos, casi morí."
Sonriendo, Seigi se lo cuenta, mientras baja la espada y las llamas desaparecen. Una llama imbuida con una gran cantidad de chakra y energía especial, 'Vulcanus'. Tuvo que crear esta técnica para poder hacerle frente en caso de volverse encontrar con él. En aquella ocasión, Seigi pudo escapar por los pelos usando un clon como señuelo, pero si se volvieran a enfrentar sin tener Vulcanus, no cree que pudiera repetir lo mismo.
"Ya veo... En serio, increíble. Bueno, por lo menos me he divertido."
Al escucharlo, Moroha suspira de alivio. Una técnica así jamás ha sido creada. ¿Siquiera es posible hacer algo así? Si no la hubiera presenciado por sí mismo, no se lo creería.
Seigi Murakumo lo ha derrotado por completo. Está satisfecho, se ha podido entretener durante un rato. Se da la vuelta y comienza a caminar, dispuesto a marcharse.
"¡Espera! ¿Te gustaría unir fuerzas conmigo?"
De repente, Seigi lo detiene, y se gira para mirarlo. Lo que dijo ha llamado su atención.
"Tengo en marcha un proyecto que sacudirá el mundo, y voy a necesitar ayuda. ¿Qué me dices, colaborarás conmigo? Además, estoy seguro que si te gusta luchar contra gente fuerte, tu deseo será concedido."
La oferta es muy tentadora, pero... ¿es seguro esto? No lo conoce de nada. Puede ser fácilmente una trampa. No obstante, en el fondo, sabe la respuesta.
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Akayami
Fanfiction62 años han pasado desde la Cuarta Gran Guerra Ninja, y una nueva tormenta se va a desatar en el mundo. El encuentro entre dos shinobi, Seigi Murakumo y Moroha Noken, marcará una etapa en la historia. Nota: Esta historia no tiene en cuenta los acont...